OPEN DE AUSTRALIA

Jannik Sinner gana y responde a un rival que sí fue sancionado por dopaje: "Si el protocolo falla, no es mi culpa"

El italiano derrota en la primera ronda de Australia a Nicolás Jarry, que en 2020 fue sancionado con 11 meses de suspensión por dopaje.

Jannik Sinner y Nicolás Jarry se saludan tras su partido de primera ronda del Open de Australia 2025. /DAVID GRAY / AFP
Jannik Sinner y Nicolás Jarry se saludan tras su partido de primera ronda del Open de Australia 2025. DAVID GRAY / AFP
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El sorteo del cuadro masculino del Open de Australia fue bastante caprichoso. El número uno del mundo, Jannik Sinner, quedó emparejado en la primera ronda con el chileno Nicolás Jarry. A primera vista, todo normal, pero en realidad era un cruce plagado de morbo: y es que Jarry es uno de los pocos tenistas profesionales que ha sido sancionado por dopaje en los últimos años.

El chileno dio positivo en noviembre de 2019 por ligandrol y estanozol, dos sustancias prohibidas que aumentan la masa muscular y que están englobadas en el grupo de esteroides de la Agencia Mundial Antidopaje. En abril de 2020 fue sancionado con 11 meses de suspensión pese a que logró convencer a los juristas de que las dos sustancias llegaron por accidente a su organismo: estaban en dos suplementos vitamínicos fabricados en Brasil.

Jarry se quedó sin ranking y tuvo que empezar desde cero. Reapareció en noviembre de 2020, un año después de su positivo; en 2021 apenas disputó cuatro partidos de circuito ATP; en 2022 tampoco logró derribar la barrera del top 100; en 2023 "renació" con dos títulos; y en 2024 alcanzó el puesto 16 del ranking ATP, su techo hasta el momento.

"Me hubiera gustado el mismo apoyo que tuvo Sinner cuando me pasó a mí. Eso es algo que a mí me afecta personalmente", dijo Jarry antes de medirse al italiano en la primera ronda de Australia durante una entrevista con el diario chileno La Tercera. "Trato de trabajarlo. De hablarlo, que no me afecte, pero es algo que aún no puedo cerrar".

Nicolás Jarry golpea una derecha durante su partido ante Jannik Sinner.  Reuters
Nicolás Jarry golpea una derecha durante su partido ante Jannik Sinner. Reuters

Jarry, número 36 de la ATP en la actualidad, siente que las autoridades tuvieron un trato muy diferente a la hora de juzgar el caso de Sinner. El italiano dio positivo en marzo de 2024 en dos controles antidopaje por clostebol, un esteroide anabolizante. Argumentó que se trató de una contaminación totalmente involuntaria, que él nunca se había dopado y que la sustancia prohibida llegó a su organismo porque su fisioterapeuta se curó una herida en el dedo con un medicamento que tenía clostebol y que después le dio un masaje sin guantes.

La explicación le sonó tan creíble a la Agencia Internacional por la Integridad del Tenis, que en agosto, tras varios meses en los que no se supo absolutamente nada, el organismo carpetazo al asunto y dejó a Sinner sin sanción, un veredicto que ha levantado ampollas en el circuito. La Agencia Mundial Antidopaje, no obstante, ha llevado el caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo y la audiencia final se celebrará en abril en Suiza.

El cruce de mensajes en Melbourne

Mientras tanto, Sinner podrá seguir jugando. Y ganando. Este lunes, en su debut en el Abierto de Australia, derrotó a Jarry por un ajustado 7-6 (7-2), 7-6 (7-5) y 6-1 y después los dos se mandaron algún que otro mensaje en rueda de prensa.

"Si Sinner puede o no jugar, no depende de mí. Lo que sí puedo decir es que fue difícil para mí jugar contra él. Es un tema muy delicado y mantengo lo que dije: me hubiese gustado el mismo trato", señaló Jarry en Melbourne Park.

Y un rato después llegó la respuesta de Sinner. "Si soy honesto contigo, no conozco los detalles de su caso. Para mí fue difícil decir lo que pasó. Lo que sí puedo decir es que fuimos tratados de la misma manera. Existe un protocolo. Y si el protocolo tiene algún problema, entonces no es mi culpa", indicó el italiano.

"Lo siento mucho por los jugadores que están pasando por este tipo de cosas. Pero no sé exactamente los detalles de su caso. Solo sé lo que me pasó a mí y sé por lo que he tenido que pasar. Al final, yo siempre fui juzgado como inocente y la cantidad que había en mi cuerpo era menos de una millonésima parte de un gramo y fue contaminación".