Federer-Nadal, una rivalidad legendaria con un capítulo oscuro: "Es fácil no decir nada y quedas como un gentleman"
El suizo se retiró en 2022 y ahora le toca el turno al español. A continuación, repasamos algunos momentos clave que marcaron el duelo entre el suizo y el español.
Épica, lágrimas, remontadas, abrazos, risas y algún que otro enfado. Roger Federer y Rafael Nadal son los protagonistas de una rivalidad que va más allá de la raqueta. Por todo lo que representaban dentro y fuera de la pista. Por su cordialidad y casi amistad en un deporte que se había acostumbrado en los 80' a unas rivalidades encarnizadas. Por ser tan opuestos. El rey de la hierba y el rey de la tierra. La frialdad y el nervio. La elegancia y la fiereza.
Se han enfrentado en 40 ocasiones desde aquel primer encuentro en Miami 2004. El balance es de 24-16 para el español, el gran dominador de esa rivalidad bautizada como "Fedal" y que quedará en los libros de historia por encima, incluso -según quien lo mire-, de los Nadal-Djokovic.
"Djokovic es el jugador al que me he enfrentado más, pero, para mí, mi mayor rival ha sido Federer. Porque, cuando yo llegué al circuito, era Federer el que estaba ahí y fue el primero", señalaba recientemente Nadal en una entrevista con 'As'. "En los años en los que yo estuve mejor de mi carrera en todos los sentidos, fueron Roger y Novak. Pero en los primeros, que son los que te marcan de una manera especial, siempre estaba Roger ahí". A continuación, diez momentos clave en la rivalidad, desde aquel día que Nadal habló del teletexto hasta las lágrimas de la Laver Cup, pasando también por aquel capítulo oscuro que los enfrentó en el Consejo de Jugadores de la ATP.
MIAMI 2004
EL TELETEXTO
Fue la primera vez que se veían cara a cara. Nadal era todavía un desconocido -viajó a Miami sin el tío Toni- y Federer acaba de estrenar su condición de número uno del mundo. Ganó el español en la tercera ronda por 6-3 y 6-3 y dejó una perla en la rueda de prensa posterior. Le preguntaron si creía que iba a tener el móvil colapsado de llamadas y su respuesta fue la siguiente: "No creo, porque son las cuatro de la madrugada en España. Mañana los periódicos no tendrán la noticia, pero quizás esté en internet y también en el teletexto… Entonces, empezaré a recibir llamadas".
MIAMI 2005
PRIMERA FINAL Y REMONTADA
Al año siguiente volvieron a enfrentarse en el mismo escenario, pero esta vez ya con la copa como premio. Fue el suizo, entonces indiscutible número uno, el que salió victorioso tras remontar dos sets e imponerse 2-6, 6-7 (4-7), 7-6 (7-5), 6-3 y 6-1. Por aquella época, las finales de los Masters 1000 se disputaban todavía al mejor de cinco sets. Fue la única vez que en su rivalidad que hubo una remontada de esas características.
ROMA 2006
CINCO HORAS DE BATALLA
Fue un encuentro épico en el que Nadal salvó dos match points antes de imponerse 6-7 (0-7), 7-6 (7-5), 6-4, 2-6 y 7-6 (7-5) en cinco horas y cinco minutos. Si alguien tenía dudas, aquella final las despejó todas: la rivalidad entre el helvético y el español iba a dar grandes momentos al tenis y era Nadal el que tenía la sartén por el mango. De los seis duelos disputados hasta el momento, se había llevado cinco.
HAMBURGO 2007
EL DESQUITE
Federer había perdido sus cinco encuentros anteriores ante Nadal en tierra y el español llevaba una racha de 81 triunfos seguidos en esa superficie, uno de los récords más inverosímiles que tiene el español. Así se citaron en la final de Hamburgo, que todavía era un ATP Masters, y contra todo pronóstico ganó Federer. Además, lo hizo remontando y con un rosco incluido en el tercer set (2-6, 6-2 y 6-0). Federer solo volvería a ganar una vez más a Nadal en tierra batida, en el año 2009 en Madrid.
ROLAND GARROS 2008
LA PALIZA
Fue posiblemente el partido más desigualado de cuantos han jugado. Nadal aplastó al suizo por 6-1, 6-3 y 6-0 en la final de Roland Garros para conquistar su cuarta Copa de los Mosqueteros consecutiva. Federer simplemente no tuvo nada que hacer. Fue en aquella edición cuando Nicolás Almagro pronunció aquella frase de "tendrá 65 años y seguirá ganando Roland Garros". No iba mal desencaminado.
WIMBLEDON 2008
LA ÉPICA
Está considerado como el mejor partido de todos los tiempos. Nadal llevaba dos finales seguidas cayendo ante Federer en Wimbledon, pero esta vez se impuso por 6-4, 6-4, 6-7 (5-7), 6-7 (6-8) y 9-7 tras casi cinco horas. Nadal envió un poderoso mensaje al mundo y a Federer: él era un especialista en tierra, pero también un jugador de muchos quilates en cualquier superficie. A las pocas semanas, el mallorquín le arrebataría el número uno del ranking mundial.
AUSTRALIA 2009
LAS LÁGRIMAS
Nadal llevaba cuatro finales consecutivas ganando a Federer y le había apartado del número uno. El suizo jugaba esta vez en su territorio y esperaba poder darle la vuelta a la situación, pero acabó perdiendo en cinco sets (7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2). No encontraba la manera de ganar a su gran rival. El suizo, descompuesto, rompió a llorar en la ceremonia de premiación. "Esto me está matando".
AUSTRALIA 2012
LA TENSIÓN
Esta vez el cara a cara no fue en la pista, sino en los despachos. Tras varios años de relación impecable a pesar de la rivalidad, Federer y Nadal empezaron a chocar en 2011 por su visión del circuito profesional. Federer era el presidente del Consejo de Jugadores y Nadal, su vicepresidente. La tensión se mantuvo más o menos en secreto hasta que el español, durante el Abierto de Australia 2012, dejó de morderse la lengua. "Estoy en desacuerdo con él. Es muy fácil decir 'yo no digo nada, todo es positivo' y quedo como un gentleman y que se quemen los demás", soltó. El español derrotó a Federer en las semifinales de aquel Abierto de Australia y semanas después renunciaría a su cargo como vicepresidente de la ATP.
AUSTRALIA 2017
EL REENCUENTRO
El tiempo calmó las aguas y la amistad y la cordialidad volvieron a aflorar en los años siguientes. Además, la irrupción de Djokovic les sacó del foco y entre 2014 y 2016 jugaron apenas dos partidos entre sí. La rivalidad parecía que llegaba a su fin, y más después de que en la segunda mitad de 2016 apenas compitieran por problemas físicos. Alguno hubo que les dio por acabados. Pero en enero de 2017 demostraron que están hechos de otra pasta. Alcanzaron la final de Australia y se impuso Federer por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3. "En el tenis no hay empates, pero, si los hubiera, aceptaría orgulloso compartirlo contigo esta noche, Rafa", le dijo el suizo tras recoger la copa.
LAVER 2022
EL ADIÓS
Tras jugar juntos por primera vez en la Laver de 2017, la edición de 2022 dejó una imagen para la posteridad. Federer había anunciado que se iba a retirar y quiso hacerlo en un partido de dobles junto a Nadal. Lo que ocurrió después trascendió al tenis, al deporte y casi a la vida. Federer y Nadal, llorando como niños, haciéndose caricias con las manos y sin poder contener las emociones. Su última imagen juntos fue el resumen perfecto de lo que significaron el uno para el otro.