Hasta niñas llorando por un autógrafo: Carlos Alcaraz, ídolo de masas en Barcelona

"Tía, que me da algo. Tía, que me da algo", dice una chica de unos 15 años mientras hace el gesto de abanicarse la cara con la mano.

Carlos Alcaraz vuelve de un entrenamiento y camina a paso ligero hacia la zona de jugadores de Real Club de Tenis de Barcelona. Le separan ya sólo diez metros, pero tarda más de cinco minutos en recorrerlos.

"¡Carlos, una foto!", le grita uno. "Carlos, fírmame la gorra", le dice otro. "Poneos todas, poneos todas", les pide Carlitos a un grupo de niñas que le piden un selfie. Y así cada día. Se ha visto incluso a algunas chicas llorando de emoción ante la presencia del murciano, que a sus 19 años ya se ha convertido en un ídolo de masas.

"Es el fenómeno Alcaraz", lo resume a la perfección en cuatro palabras David Ferrer, ex tenista y ahora director del Conde de Godó. "Además de lo bueno que es y de los récords que está consiguiendo, es que es muy carismático. Transmite eso a la gente, como Rafa. Tenemos mucha suerte de tener a un jugador tan especial y que se puede acerca un poco a Nadal".

Alcaraz jugó por primera vez el torneo Conde de Godó en 2019, cuando con 15 años se despidió en la primera ronda de la previa. Después de que la edición de 2020 no se jugara por la pandemia, regresó en 2021 y volvió a caer en su debut, aunque esta vez ya en el cuadro principal. En 2022, el año de su explosión, conquistó el título. Pero todavía no le rodeaba ese aura de estrella del rock.

Ahora, tras ganar en septiembre el US Open y alcanzar el número uno, ya tiene estatus de gigante. Llegó al torneo como segundo del ranking ATP y como el gran favorito, una posición reforzada con la ausencia por lesión de Rafael Nadal.

"Es muy bonito ver tanta gente emocionada con mi presencia, que estén ahí tanto tiempo para poder firmarles, hacerme una foto con toda esa gente...", responde Alcaraz cuando le preguntan por su tirón. "Me lo tomo con naturalidad, pero a la vez me siento contento de tener tanta gente que me quiere y es muy bonito para mí".

El martes, el día de su debut, estaba la pista central llena hasta la bandera. Una bendición para el torneo. "Yo siempre decía que después de Rafa iba a haber un vacío muy grande", admite Ferrer. "Es cierto que España siempre va a tener buena cantera, pero jugadores de la talla de Nadal es muy complicado. Lo de Carlitos tenemos que aprovecharlo".