RUGBY

Remontadas y locura, el botón del éxito de Los Pumas en el Rugby Championship

Argentina hizo historia ganando por primera vez tres partidos en el torneo y aguó la fiesta a los campeones del mundo, Sudáfrica.

Argentina celebra la victoria ante Sudáfrica. /UAR
Argentina celebra la victoria ante Sudáfrica. UAR
Rodrigo Contreras

Rodrigo Contreras

Los Pumas se volvieron a citar con su propia historia en la noche del sábado en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estereo. Recibían como locales a la gran favorita para hacerse con el actual The Rugby Championship en la jornada 5 del campeonato.

Los sudafricanos llegaban al territorio argentino con pleno de victorias en su casillero tras sus dos triunfos ante los All Blacks y otras dos ante los Wallabies, dejando claro quién es hoy el rival a batir en el mundo del rugby.

Por su parte, Argentina, capaz de lo mejor y lo peor, había firmado dos grandes victorias ante australianos y neozelandeses, y dos derrotas ante los mismos rivales que dolieron y mucho en la afición de Los Pumas.

Contra la peor Australia de los últimos años, los argentinos dieron la de cal y la de arena. Perdieron en la última jugada de un partido que tenían ganado y a la semana siguiente propiciaron una paliza histórica a los australianos (remontando el partido) que será recordada por largo tiempo. En cuanto a los enfrentamientos contra los All Blacks, fueron capaces de ganarles por tercera vez en su historia (dándole la vuelta a un marcador adverso) y a la semana siguiente perder rotundamente ante los de negro.

Llegó la jornada 5 y los argentinos apretaron el botón del éxito (el de la locura y las remontadas) contra el equipo más potente del torneo, Sudáfrica. Pese a empezar con una desventaja de 0-17 en el marcador, los fallos defensivos en la primera parte de los sudafricanos (cosa muy complicada de ver) conocieron a Los Pumas hasta cuatro ensayos con los que dieron la vuelta en el marcador.

En la segunda parte, una Argentina llevada en volandas en casa por su público mantuvo la ventaja hasta el último minuto, donde el pateador sudafricano Manie Libbok (muy cuestionado por la afición boke) tuvo en su pierna la victoria y el torneo para los Springboks pero erró el lanzamiento, dejando el marcador en el definitivo 29-28, y los argentinos entraron directamente en la historia del The Rugby Championship tras conseguir su tercera victoria (mejor torneo desde su creación).

De esta manera, Los Pumas han ganado en la presente edición a sus tres grandes rivales del hemisferio sur: Australia (bicampeona del mundo), Nueva Zelanda (tricampeona del mundo) y Sudáfrica (tetracampeona del mundo).

La semana que viene, el torneo se decidirá en tierra sudafricana con la última jornada del campeonato y un nuevo enfrentamiento entre Springboks y Pumas. Sábado 28 de septiembre a las 17:00h en Sudáfrica.

Victoria corta para evita el desastre

Antes de la victoria argentina, los All Blacks evitaron la debacle total en tierras australianas. Los neozelandeses afrontaban las dos últimas jornada del campeonato con tres derrotas (dos ante Sudáfrica y una ante Argentina) y una victoria (ante Los Pumas), en una situación insólita en los últimos años del The Rugby Championship.

Necesitados de victoria viajaban a Australia para el primero de los partidos que les enfrentaran a los Wallabies. Sydney era la ciudad elegida para abrir la jornada 5 con dos equipos en horas bajas.

Los cambios en ambas selecciones serán inminentes y la figura de Robbie Robertson (head coach de los All Blacks) y de algunos jugadores penden de un hilo tras el torneo.

En los primeros minutos del partido, se adelantaron los visitantes por 0-21, una ventaja que se presumía que podía acaba en una nueva paliza para el xv australiano, pero que nada más lejos de la realidad, estuvieron a punto de tirar a la basura los neozelandeses.

Al filo del descanso (14-28), Australia demostró que iba a a luchar el partido hasta el final y una vez entrada la segunda parte, comenzó la remontada aussie. A tiro de tan solo una patada se llegó a la última jugada del partido, donde una Nueva Zelanda, casi desconocida, se puso el mono de trabajo para desbaratar forzando una melé, la última jugada de ataque de los locales. Finalmente el marcador reflejó la victoria de los All Blacks por tan solo tres puntos (28-31) y la Bledisloe Cup viaja en el bolsillo de negro hasta Nueva Zelanda.