Nani Roma y los Dakares de antes y ahora: "Si yo caía y me rompía algo, en 40 minutos no llegaba nadie y pensabas que te morías"
El catalán, bicampeón entre coches y motos, desgrana en Relevo el riesgo en las carreras.
Hail (Arabia Saudí).- El Dakar es la competición que mejor se amolda a Nani Roma (52 años). Al bicampeón en motos (2004) y coches (2014) le va como un guante. Resistencia, resiliencia, tesón y pasión por las carreras. Parece que nada ha podido tumbar al catalán: ni aquel asqueroso cáncer de vejiga detectado en 2022 ni ese dichoso accidente que dejó parapléjico en mayo a su querido hijo Marc con 15 años. Si tampoco superaron al piloto de Ford los Dakares de África y Sudamérica, los de verdad, no lo va a hacer tampoco un fallo de motor ni un accidente frontal. Vaya edición está teniendo.
Se plantó en África, casi imberbe, con su moto y se lanzó al riesgo que era correr en aquella época. "No llevábamos ni teléfonos satélites ni nada. Pasamos por sitios donde la gente nace, vive y muere allí", confiesa a Relevo durante el día de descanso de su Dakar número 28. Ese elemento innato en los pilotos, el riesgo, ha vuelto a saltar a la palestra tras los abandonos de Carlos Sainz, Sebastien Loeb y Laia Sanz. Para Roma, "con riesgo cero, nadie haría las carreras". Tiene mucho que contar.
¿Cómo estás viviendo golpes como el accidente de hace dos días? Tú sabes encajarlos bien...
Bueno, pues aceptando la realidad y las situaciones. Al final, conocemos bien esta carrera. Como tú dices, llevo 28 Dakares y sabemos que no siempre todo va todo lo bien que uno espera, sobre todo con el trabajo y la energía que le hemos puesto a esto. Pero la vida es así. El motorsport es así, el Dakar es así y las carreras son así. Todos los problemas que tienen solución no son problemas.
Te tomas todo con mucha filosofía, como el cambio de motor el otro día. Otro hubiera hecho un drama de aquello...
Cuando tienes problemas reales, personales, la perspectiva te cambia en muchas cosas. Por tanto, cuando nos pasó el motor, cuando nos rompimos, evidentemente estábamos como enfadados, porque con toda la energía, con todas las horas que hemos puesto en este poquito que pasa... pero luego relativizas todo. Comparas con cosas de verdad importantes. Aquí, nos dedicamos a correr, trabajamos de esto, sabemos que esto puede pasar, y ya está, aceptarlo y mirar para adelante.
Nani, ¿molaba más el Dakar de antes?
Es que es diferente porque yo creo que siempre pensar en tiempos pasados mejores es un error. Yo creo que tenemos que pensar en tiempos pasados diferentes y pensar en lo afortunados que somos de haberlos podido vivir. Yo me quedo con haber tenido la suerte de poder vivir el Dakar en África, luego en Sudamérica y luego aquí. Todo esto es de lo que me siento afortunado. Decir qué era mejor o peor, qué me gustaba más, si tú me preguntas, sí, me gustaba más aquello.
A eso voy, Isidre Esteve me dijo que aquello era lo que tocaba antes, ¿estás de acuerdo?
Sí, claro, es lo que tocaba, porque no había tecnología, no había nada. Si tú me dices, ¿qué te gusta más, los Dakares de antes o ahora? Los de antes, pero también tenemos que saber adaptarnos. Al tiempo, a cada época. Lo que no puedo decir es, no, es que aquello era mejor. No, era diferente.
¿Se puede decir que tú te jugabas la vida con la moto y se miraba hacia otro lado?
Yo, si realmente hiciera algo que pensara que me jugaba la vida, a lo mejor no lo haría. Lo que pasa es que éramos superjóvenes, descubríamos, imagínate, yo con 23 años me presenté allí en África, un continente maravilloso, con una gente maravillosa. He tenido una fortuna enorme de haber podido vivir estas oportunidades. Yo creo que me ha ayudado mucho personalmente, te das cuenta de la suerte que tienes de haber nacido donde hemos nacido.
🚘 @NaniRoma knows that when the weather is this cold, it's not just the engine that needs warming up! 🔥#Dakar2025 #DakarInSaudi pic.twitter.com/A5obY7PmHD
— DAKAR RALLY (@dakar) January 8, 2025
Llegas tan joven a África con tu moto, ¿y qué?
Bueno, pues imagínate, llegas allí muy muy joven, 23 años, descubres un continente supervirgen, sin nada. No llevábamos ni teléfonos satélites ni nada. Imagínate. Pasamos por sitios donde la gente nace, vive y muere allí. Sin moverse, imagínate nosotros la suerte que tenemos. Y a valorar de qué coño nos quejamos siempre aquí. De todo. De todo. O sea, tenemos de todo y nos quejamos. Allí la gente no tiene nada y no se queja. Por tanto, los valores, la perspectiva de todo te cambia. Y esto creo que a mí me ha ayudado mucho en mi vida personal, humanamente, el haber tenido la suerte de vivir esos momentos.
La seguridad ahora se ha refinado hasta el punto de eliminar a pilotos por milímetros (Carlos Sainz, Sebastien Loeb y Laia Sanz quedaron descalificados por romper mínimamente las barras antivuelco de sus coches, un elemento de seguridad), ¿cómo se le explica esto a la gente?
Bueno, es que los reglamentos están. Luego, la complejidad de seguirlos, ¿cómo lo haces? O sea, o eres estricto o no eres estricto. Si el reglamento dice que si se mueve la caja un milímetro o dos, lo único que hay discutible en el caso de Carlos es que, a diferente de Laia, es que M-Sport (Ford) es un constructor y tiene licencia para certificar que tu jaula es segura. Por tanto, si aquí hay trabajadores que te hacen un certificado que es seguro, yo creo que aquí está la diferencia. Pero los reglamentos, como las leyes, hay que interpretarlos también. La interpretación de cada cosa es muy importante.
¿Hay que cambiar algo?
Es que es muy complejo. O sea, yo puedo tener mi opinión, pero es muy complejo, la realidad de todo esto, el cambiar cosas. Pero sí que yo creo que está claro el hecho de ser un constructor que fabrica el chasis y tiene el certificado de la FIA. Usted fabrica chasis y le da el certificado, porque sé que usted los hace bien. Por tanto, aquí la modificación que había era esto. ¿Consideraron que no? Pues es una lástima. Porque Carlos, yo como decía antes aquí, que yo creo que este año, tanto Carlos como yo, era una muy buena carrera. Porque la entendemos, la sabemos hacer. Pero, ¿sabes qué pasa? Que ayer es pasado. El tiempo es pasado ya. Ayer es pasado. Hoy estamos aquí y miramos para mañana. Claro. ¿Qué digo yo? Que con mis dos últimos años de experiencia, vive al día.
Se ha avanzado muchísimo en seguridad desde hace 20 años pero todavía hay fallecimientos, como un crío de siete años hace unos días...
Es que es muy difícil, porque yo creo que se está trabajando mucho en seguridad, se está trabajando mucho en mejorar todos los materiales, todo. La respuesta es difícil, ¿sabes? Es muy difícil. Yo he visto cómo se ha evolucionado la seguridad mucho desde hace 20 años. No sabes lo que ahora mismo llevamos, nosotros tenemos un accidente y en diez minutos está el helicóptero allí.
"A lo mejor, con riesgo cero no nos gustaría correr. Nadie haría las carreras".
¿Y antes?
¿Antes? ¿Cómo era? Bueno, yo me había caído y estaba allí con algo roto y 40 minutos no llegaba nadie. Piensas allí que te vas a matar, ¿sabes? Por tanto, ahora la seguridad, pero en todo, en los circuitos de MotoGT, los coches de World Rally Car, lo que pasa que, claro, se va rápido y no olvidemos, estamos haciendo carreras. Lo que no podemos es olvidarlo. Carreras para los carros. Claro, es que no podemos, es que vivimos en un mundo de que queremos hacer carreras, queremos correr mucho, queremos hacerlo todo y que no pase nada. O sea, hoy en día los coches de las carreteras, que la gente se sigue teniendo accidentes y, por desgracia, matando en carreteras, los coches se han mejorado muchísimo, pero es que riesgo cero no hay.
También os subís al coche porque hay algo de riesgo...
No, es que el motorsport es riesgo. Claro, es que si no... Si no, ¿aquí qué hacemos? ¿Qué vamos a hacer? ¿Limitar las velocidades? No, si nos dejan correr a 170. Yo en moto había ido a 200 y se mataba gente. Y ahora a 140 se mata gente. Pero, ¿me entiendes? O sea, estamos intentando, todo el mundo pensando, porque es lo normal, las federaciones, todo, pum, seguridad, seguridad, seguridad, pero el riesgo cero es imposible. Porque es que, a lo mejor, con riesgo cero, no nos gustaría correr. Pues nadie haría las carreras.