Cristina Gutiérrez es mochilera en el Dakar... por orden de su equipo y con la ayuda de 'MacGyver'
La burgalesa, en su primer año en una marca oficial como Dacia, aprende de Nasser Al-Attiyah y Sebastien Loeb.
Hail (Arabia Saudí).- Cristina Gutiérrez está viviendo un sueño. Es la única mujer que pilota en una marca oficial en el Dakar. Lo hace, por darle más épica a la historia, al lado de dos gigantes del automovilismo: la leyenda francesa Sebastien Loeb, que ha tenido que abandonar ya esta edición, y el pentacampeón Nasser Al-Attiyah, gran favorito ahora, son los buques insignia de Dacia, aspirante al título.
La situación de la burgalesa es envidiable. Más todavía si se recuerda que en 2020 estuvo a punto de tirar la toalla, cuando los patrocinadores asfixiaban. Terminó coronándose con el Dakar en la categoría Challenger el año pasado y ahora ya juega en Champions pero con restricciones. Nunca terminará delante de sus compañeros.
Cristina Gutiérrez es mochilera. Una mochilera de élite, todo sea dicho. La Real Academia Española define este término como 'persona que servía en el Ejército llevando las mochilas'. No anda tan desencaminada su acepción aplicada al Dakar, que otorga al piloto un rol de ayudante y actor secundario de sus compañeros. La española atraviesa su primer año en Dacia y el equipo le ha encargado ese papel. Más que comprensible. La expresión que más repite es "trabajo en equipo", consciente de lo que le toca.
🚘 That's teamwork! @crisgutierrez and @morenohuete have stopped to help @AlAttiyahN and Edouard Boulanger repair their @DaciaSandriders 🛠
— DAKAR RALLY (@dakar) January 8, 2025
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El proceso natural marca que Loeb y Al-Attiyah sean los referentes que peleen por el Touareg. El francés quedó descalificado tras su accidente en la etapa tres mientras el catarí sigue siendo un serio contendiente al título. Ambos tienen un caché gigante y un palmarés envidiable. El año de debut de la burgalesa sirve como año de aprendizaje tras su salto, es tiempo de rodearse de los mejores y de echar una mano donde haga falta. Lo sabe y está cumpliendo con sus tareas, aunque a veces no sean del todo agradables.
Si termina delante de sus compañeros, como ocurrió con su brillante quinto puesto en la primera etapa, sea como sea, la relegarán hacia atrás. No la dejan correr ni la dejan estar delante. Si en la etapa de 48 horas partió con ventaja, no tardó en dejarse caer según órdenes del equipo para situarse al lado de sus compañeros y hacer de mochilera. Como estaban lejos, tuvo que perder mucho tiempo y arruinó su etapa.
🚗 @crisgutierrez is hitting the track strong with her @DaciaSandriders #Dakar2025 #DakarInSaudi pic.twitter.com/Nia9w0LSF4
— DAKAR RALLY (@dakar) January 4, 2025
Tiene que seguir de cerca el rastro de sus compañeros para proporcionar recambios y ayudar a reparar sus Dacias en caso de pinchazos, como se ha hartado de hacer en este Dakar. La imagen más repetida es ella y su copiloto Pablo Moreno agachados reparando algún neumático o parte afectada de los vehículos de Loeb y Al-Attiyah. Les siguen el ritmo para estar a su lado en momento como la etapa de ayer, donde, Gutiérrez y Moreno salvaron el pellejo del catarí cuando este pinchó. Evitó el desastre ahorrándole mucho tiempo.
Ella, incluso, llega a bromear con las impresionantes habilidades de mecánico de su copiloto: "'Seb' (Loeb) venía con problemas, nos hemos parado, y por suerte tenemos en el equipo a Pablo, que es un MacGyver de la vida y ha reparado". Por enésima vez, trabajo en equipo con la burgalesa sacrificándose. No tiene mucho margen para lucirse en su estreno con Dacia. A ver si en el futuro la dejan desmelenarse.