Bezzecchi confirma su dominio en Assen en un gris sprint para Jorge Martín

Circuito de Assen (Países Bajos).- Decía Pecco Bagnaia tras perder su preciosa batalla con Jorge Martín en Alemania que para él uno de los favoritos para la prueba de los Países Bajos era Marco Bezzecchi, que ese domingo no había brillado como en otros, aunque finalmente pudo hacerse con un buen cuarto puesto. Un vaticinio que se está cumpliendo, porque el pupilo de Valentino Rossi fue primero en la práctica 1, primero en la práctica 2, primero en el libre del sábado y firmó la pole, y terminó el segundo día en Assen con el triunfo en el sprint.

Esto en una prueba en el que dominio de las Ducati no ha sido tan apabullante como hace una semana, con hasta tres 'intrusos' en las primeras posiciones. Por una parte, Fabio Quartararo, que por fin pudo sonreír con su tercer puesto, en uno de esos trazados que siempre han encajado a las mil maravillas con la Yamaha. Después, Aleix Espargaró, que en 2022 había terminado como el protagonista en este escenario pese a terminar cuarto, todo por una remontada de ensueño. Y, por último, Brad Binder, que pese a cruzar la meta tercero, vio cómo su KTM era relegada al quinto puesto por una sanción por exceder los límites de la pista.

Esto en un sábado en el que Marc Márquez corroboró que a Assen ha venido a otra cosa, pero no a competir. Es difícil que el del Repsol Honda sea capaz de contenerse, de frenar su hambre, aunque en esta ocasión no ha tenido más remedio que aceptarlo, mermado física y mentalmente. Aunque parece que es incapaz de no ser protagonista, como se demostró con su caída en la Q1, en un choque absurdo con Enea Bastianini en el que se golpeó otra vez en la costilla dañada.

Pregunta: "¿Es este el momento más difícil de tu carrera deportiva?". Respuesta de Marc Márquez: "Sí. Quitando la lesión, sí". Un resumen del momento que atraviesa el piloto español, tras la implosión de Alemania. Con la moral baja, mermado físicamente, con la sensación de que le persigue la mala fortuna ("llueve sobre mojado", dijo sobre su caída en la Q1 al comerse la moto de Enea Bastianini), y tirando de una versión conservadora, casi diría que madura, que no me imaginaba que iba a ver en alguien que siempre ha destacado por su arrojo.

No por ser el ganador, si no por ser capaz de llevarse el sprint sin que le pesase el rol de máximo favorito que se le colocó desde el inicio del fin de semana. No aprovechó la pole en la arrancada, pero tras hacerse con el récord en carrera en la vuelta 3, superó a Pecco Bagnaia tras un breve mano a mano sostenido, y se quedó con la primera posición para no perderla hasta el final. Y vencer siendo aún tan inexperto en la categoría, aguantando la presión de saberse el más rápido, tiene un valor doble.

Hay días en el que las cosas no salen como uno espera que salgan. Y, por suerte, esto te ha tocado en un sprint, el de Assen, y con pocos puntos en juego (has perdido sólo cinco con respecto al líder, Bagnaia). Parecía que ibas a salvar en la prueba tu regular posición en parrilla, pero al final un problema de neumáticos (presión delante y vibración en el de atrás) te dejó sin más opciones que terminar sexto. Que no está mal, pero confiamos en ti y en que nos sigas haciendo soñar con que puedes luchar por el título hasta el final.

Contra la tiranía de Ducati, el resto de marcas (no podemos contar con Marc Márquez, no podemos contar con Honda) reaccionaron. Sí, no de una espectacular, pero por lo menos en la prueba corta les vimos aparecer. A Aprilia con sus dos pilotos oficiales, Aleix Espargaró y Maverick Viñales, los dos prometiendo más para el domingo. A KTM con Brad Binder, que ya lo intentó en Alemania, aunque volvió a perder un tercer puesto (allí por una caída, en Assen por una sanción por exceder los límites de la pista). Y Yamaha, con el campeón Fabio Quartararo, que se sobrepuso a una fractura importante en un dedo de su pie izquierdo, y que fue capaz de terminar tercero, un soplo de aire para el decaído box nipón.