Pol Espargaró relata su calvario: "Esto es la letra pequeña de MotoGP, la que nadie quiere leer"
El catalán ha reaparecido este sábado en el paddock de Assen tras su incidente en Portimao.
Circuito de Assen (Países Bajos)-. Suele decirse que los deportistas están hechos de otra pasta. El caso de Pol Espargaró no es más que un ejemplo de que cuando la pasión sigue intacta, lo demás no importa. Tres meses después de su terrible accidente en Portimao, donde acabó con múltiples fracturas, Polyccio ha reaparecido en un circuito. No como desearía, subido a una moto. Pero lo ha hecho para dejar claro que su vuelta está más cerca que nunca.
El próximo lunes se cumplen tres meses del incidente que hizo que Espargaró llegase a perder 10 kilos. "Me siento increíble estando aquí en casa", comienza Pol Espargaró. El catalán ha vivido un auténtico calvario, en lo que a dolores se refiere, desde aquel 26 de marzo en el que se fue al suelo durante la segunda práctica libre del viernes en Portimao.
"Al principio me dolía todo. Estaba en una nube porque llevaba tantos antiinflamatorios y medicinas que no sentía dolor, y cuando lo sentía, hablando en plata, me drogaban. Pero cuando llegué a casa, el primer mes dormía prácticamente 1 hora o menos. Muchas de las noches me las pasé llorando como un niño pequeño de dolor, e incluso pensé en algún momento volver al hospital porque el dolor era muy grande", recuerda.
El resultado de una caída que podía haber acabado en tragedia fue una fractura de mandíbula, varias vértebras rotas y una contusión pulmonar. Sin embargo, uno de los puntos más negativos del proceso para Polyccio fue la pérdida de peso como consecuencia de la fractura de mandíbula.
"No podía comer nada, solo bebía. Adelgazaba 2 kilos y medio por semana, durante estas cuatro semanas y eso me destrozó. Todo el mundo sabe el esfuerzo que hay que tener para poner un cuerpo a punto y perder tanto peso en tan poco tiempo era algo increíble", reconoce.
Aunque este no ha sido el único lastre con el que el hermano menor de los Espargaró ha tenido que lidiar durante estos meses. Una afectación en algunos nervios cervicales han complicado un proceso que prometía alargarse durante seis u ocho meses. "Creo que ha sido la peor lesión de todas porque se afectaron todos los nervios de la zona cervical y hacía algunas cosas raras. Creo que es uno de los peores dolores o lesiones que se pueden tener", expresa.
"Son esos momentos que te ponen en duda cualquier situación, ya no solo volver a subirme a una moto, tener una vida normal. Pero esa es la letra pequeña del contrato cuando firmas venir a MotoGP, la letra pequeña que nadie quiere leer, pero que está ahí y que cuando pasa, te das cuenta que esa letra pequeña existe".
¿Cómo se encuentra la motivación después de algo así? "Nosotros sí, tenemos mucho, pero no sabemos hacer otra cosa que ir en moto. Es así, es duro decirlo pero hay que ser humilde. Como es lo único que se hacer y lo único que me llena es ir moto, es en lo único que estoy pensando", es la respuesta de Pol Espargaró. "Mi mujer hacía una reflexión que admiro porque ver sufrir a una persona que quieres es muy duro: que me conoció yendo en moto, así que no tiene el derecho a pedirme que lo deje".
La parte positiva de una situación así, como en todo, es la parte humana. "Si me llegan a preguntar antes de la lesión cómo se comportarían (el equipo NdR) en una lesión nunca lo hubiera dicho. Me he sentido muy querido, muy arropado. Han hecho cosas que no habéis visto y que son increíbles", concluye.