El encaje de las piezas del puzle 'Pedro Acosta' para MotoGP 2024: consecuencias y opciones
El murciano ha confirmado que va a saltar sí o sí a la clase reina el año que viene y KTM ha activado la opción que tiene sobre él.
El Mundial de Motociclismo está sumido en varios debates. El que más atrae es, sin duda, el del futuro de Marc Márquez. Hay otro con peso, el de la crisis de las marcas japonesas en MotoGP, sobre todo por Honda. El tercero, las consecuencias que está teniendo el nuevo formato en el estado físico de los pilotos. Y un cuarto afecta a Moto2: cómo se va a encajar el futuro de Pedro Acosta en MotoGP, porque el salto es un hecho que nada puede parar.
A Acosta se le considera la gran estrella de futuro del campeonato. "Ha traído un nuevo estilo de pilotaje, que es bueno para ir rápido en esta categoría e incluso mejor para motos más grandes, así que creo que en MotoGP lo hará bien muy pronto", apuntaba Johann Zarco en Assen. El murciano ganó a la primera el campeonato de Moto3, brilló en 2022 en Moto2, aunque no cumplió con muchos pronósticos que le daban como campeón a la primera, y en este 2023 es el que más ha ganado en la clase intermedia (cuatro de ocho carreras), aunque aún tiene por delante en la clasificación, a ocho puntos, a Tony Arbolino.
"Desde que llegué al Mundial, y en esa época no tenía muchos recursos, me dieron motos para entrenar sin la necesidad de hacerlo y sin que estuviera escrito en ningún papel. Me han apoyado y, siempre que he necesitado algo, si no lo he tenido hoy, lo he tenido mañana. Creo que se están jugando el culo por mí y yo creo que me lo tengo que jugar por ellos", sentenciaba Acosta en referencia a KTM, fábrica que ya le ha confirmado que va a ejercer la opción que tiene de mantenerle en MotoGP. Aunque es un encaje que tiene sus incógnitas.
Porque KTM (o Pierer Mobility, el nombre del grupo al completo) cuenta ahora con cuatro pilotos: Brad Binder y Jack Miller, enrolados en el Red Bull KTM Factory Racing, los dos con contrato hasta el final de 2024; y Pol Espargaró y Augusto Fernández, que fue el que el año pasado se llevó ese título de Moto2 que muchos imaginaron que terminaría en las manos del murciano, los dos en GasGas. Espargaró, que tiene previsto regresar a la competición en el próximo Gran Premio de Gran Bretaña, también tiene firmado su acuerdo hasta el año que viene incluido, siendo Fernández el único que no está en esa situación.
"Supongo que sí, pero tampoco me han dicho que no sigo", contestaba este domingo este último sobre si se sentía en peligro, después de completar el pleno de carreras (en domingo) en los puestos de puntos. "Están intentando que todos tengamos sitio, porque estamos contentas las dos partes y está yendo bien todo. Ojalá que lo podamos saber pronto. Yo quiero seguir con ellos otro año igual y no estoy mirando otras cosas. Podría ser bueno en cuanto a crecimiento otro año juntos, conociendo la categoría y la moto. Me gustaría quedarme aquí", añadió. En cualquier caso, antes de llegar a Inglaterra, Fernández debería de tener una respuesta.
¿Puede KTM poner más motos en la parrilla?
Las especulaciones apuntaban a una más, gestionada por Aki Ajo, propietario de la estructura con la que Acosta compite en Moto2 y con la que ganó el título (es sabido que el finlandés quiere estar en MotoGP). Las ensoñaciones elevan el número de motos a dos, para ver si así hay un sitio para Márquez fuera de Honda.
Aunque la realidad es que sólo hay una manera de que haya más motos en la clase reina: que entre una nueva fábrica (muchos señalaban a Husqvarna, otra marca de Pierer Mobility, pero al final las motos serían KTM y, como ocurre con GasGas, esto no se considera como un constructor), como marca el contrato entre los constructores y Dorna.
La segunda vía sería la de que Pierer Mobility captase a algún equipo privado y, en ese sentido, el único posible sería Gresini Racing, aunque desde Ducati se han apresurado a asegurar la continuidad de su relación con la estructura italiana, con la que continuará compitiendo en 2024 Álex Márquez (algo confirmado por la gerencia de Ducati). Es decir, que las vías para solucionar este entuerto son cada vez más escasas, y más lejana quedaría la posibilidad de que todo el mundo termine satisfecho.