MOTOGP

Marc Márquez eleva la presión sobre Honda tras un fin de semana de caídas

El del Repsol Honda terminó muy contrariado en Italia, en un gran premio desastroso para la fábrica japonesa.

Marc Márquez, este fin de semana en Mugello. /EFE
Marc Márquez, este fin de semana en Mugello. EFE
Borja González

Borja González

Circuito de Mugello (Italia).- Decir que la situación en Honda es difícil sería quedarse corto. Que es crítica podría sonar exagerado. Pero está claro que, una vez más, un fin de semana ha desnudado las carencias de la fábrica japonesa, que arrastra esta tendencia desde hace varios años. Ya Dani Pedrosa sufrió en su último curso. Y Jorge Lorenzo no pudo con el reto, y se retiró. Después desesperó a dos pilotos, Alex Márquez y Pol Espargaró, que se pasaron el final de su último año de contrato, el 2022, lamentándose por el abandono de su fábrica una vez que ya eran conocedores de que no iban a seguir allí en 2023 y viendo cómo se desoían sus ofrecimientos de ayudar en el intento de mejora de su prototipo.

Honda lleva tiempo aferrándose a Marc Márquez, a Marc Márquez y a sus milagros. Unos milagros que no se hacen solos y que requieren de una combinación de maestría y de coraje, una cualidad que a veces se mezcla con la inconsciencia o con la falta de sentido del riesgo. Ese es el método con el que el astro español ha crecido, el mismo que le ha provocado varias lesiones serias, muchas de ellas tan seguidas como para dejarle en fuera de juego o en juego pero en baja forma.

Y a Honda sin su buque enseña y sin su clavo ardiendo. Ahora, con Márquez ya en forma, el problema de la moto está revelándose de una manera mucho más clara. Con otros dos pilotos damnificados, los nuevos, Alex Rins y Joan Mir, los dos lesionados este fin de semana en Italia, el primero de gravedad, el segundo, muy golpeado también psicológicamente, sin un pronóstico claro.

"Rins y Mir eran de los más fiables de la parrilla, no se caían. Mir en una temporada se había caído 12 veces, y ya lleva 12 este año…", explicaba Márquez tras su caída en Mugello, la tercera en las tres carreras que ha podido disputar en este curso. "Es que Márquez se cae mucho'. Evidentemente, todos los pilotos Honda nos caemos mucho, y eso es lo realmente preocupante, lo que tenemos que intentar cambiar de cara a un futuro. Porque con estas motos se va rápido, y cuantas más caídas más posibilidades de lesión hay. Pero yo sigo con la misma mentalidad y ya me conocéis: en Alemania saldré y otra vez a cuchillo, a ver qué puedo sacar, y a exprimir la naranja al máximo".

Un discurso, el de 'la filosofía Márquez', que el piloto español insiste en mantener, pero que combina también con otro: va a cumplir su contrato con Honda, que termina a finales de 2024, pero a partir de ahí va a tener que valorar qué hacer en su futuro. "Mi compromiso es máximo, tengo todo este año y el que viene para intentar trabajar, para intentar seguir evolucionando y dar la vuelta a la situación". 

Algo que repite, el dejar claro que su actual marca es el plan A, pero cuando lo define con una A quiere decir que abre la puerta a un plan B, o C. "Sigo teniendo contrato con Honda todo este año y el que viene. Sigo con la misma mentalidad, pero también es cierto que si veo que no se puede y que seguimos en la misma línea pues tocará dar un paso atrás y, en vez de fijarse en los cinco primeros, fijarse en los diez primeros".

Marc Márquez, durante el GP de Italia en Mugello.  AFP
Marc Márquez, durante el GP de Italia en Mugello. AFP

En la carrera, Márquez volvió a sufrir un problema del que se quejó el sábado y que le hizo salir mal. Salvó como pudo los primeros giros y se puso a pelear por el tercer puesto con Luca Marini. Hasta que se cayó.

"Iba súper mentalizado de que mi posición era sexto o séptimo y lo estaba haciendo mejor de lo esperado, pero estamos siempre con lo mismo. Al mínimo error, la moto te traiciona y te caes. Ha sido un error en la frenada previa. Se me ha bloqueado la rueda delantera, tipo a lo que me pasó en la primera vuelta en la curva 10, que se bloquea y no entiendes muy bien por qué. Me ha pasado ahí y en la zona sucia no he inclinado más, pero me he caído, así que el resultado ha sido el mismo. Tenemos que coger más riesgos que los demás para estar ahí y eso es lo que nos perjudica a todos los pilotos Honda, en general, y por eso tenemos tantas caídas".

Esta vez, el 93 decidió no ir a su box tras caerse y encerrarse en su oficina para respirar dos veces, y evitar sobre reaccionar. "Va bien como piloto respirar. También he respirado antes de hablar con las teles. Y a seguir trabajando", reconocía, otra señal de cómo es el momento al que se enfrenta.

El mercado de pilotos top va a empezar a moverse cuando termine este año. Es el margen que tiene Honda para demostrar que puede revertir esta situación. Si no, habrá que ver si el resto de fábricas están dispuestas a moverse para cazar al mejor piloto de la parrilla, porque con el nivel de las motos actuales ya no parece una condición indispensable tenerle de tu lado, sobre todo mientras la fábrica donde esté no funcione. Que es lo que pasa en estos momentos.