Acosta: "Creo que KTM se está jugando el culo por mí y creo que yo me lo tengo que jugar por ellos"
El murciano domina el fin de semana de Moto2 en Alemania a menos de dos semanas de que se conozca su futuro en MotoGP.
Circuito de Sachsenring (Alemania).- Pedro Acosta va lanzado, ahora que el Mundial de Motociclismo se asoma a su parada veraniega. Lanzado en resultados, con cuatro triunfos en las siete carreras disputadas, los dos últimos consecutivos. Y lanzado en sensaciones, las que tiene y las que transmite. Todo a la vez que se acerca un momento fundamental en su carrera deportiva: el de saber cómo va a subir a MotoGP, porque el murciano tiene claro que ese tiene que ser su siguiente paso.
"Si no hay moto para Pedro Acosta, no hay moto y no se puede hacer magia. Confío en KTM. Ellos sabrán lo mejor para mí y lo que hay que hacer. Pongo todo en sus manos". Porque ese es el plan A en estos momentos, seguir vinculado a la casa austriaca, con la que corrió la Red Bull Rookies Cup, con la que debutó a lo grande en Moto3 en el Mundial (en Ajo Motorsport, uno de los equipos punteros, donde sigue compitiendo), y con la que busca repetir título, esta vez en Moto2.
La semana que viene el campeonato visitará el mítico Circuito de Assen (el TT Assen), y después de ese gran premio llegará la fecha en la que se decida qué va a pasar con Acosta en 2024. En una ecuación con ciertas complicaciones: KTM cuenta con cuatro motos, y en tres de ellas tienen pilotos que no terminan sus contratos hasta final de ese 2024 (Brad Binder, Jack Miller y Pol Espargaró); y es la de Augusto Fernández en GasGas la que se quedaría libre, aunque los austriacos insisten en querer mantenerle.
Y esto deja tres posibilidades: una, no cumplir con esta idea de dar otra oportunidad a Fernández, que en Sachsenring fue undécimo y que ha puntuado en todas las carreras del año; dos, conseguir que el organizador acepte una KTM más en la parrilla; y, tres, perder a la quizás sea la mayor joya de las categorías pequeñas, con un único destino posible en estos momentos si pensamos en la competitividad, Ducati, que tiene opción de encajarle en Gresini Racing.
"Confío en ellos, confío en KTM", repetía tras ganar Acosta. "Tienen muchísimas personas alrededor mirando por, entre comillas, el proyecto Pedro Acosta, con mucha gente apoyando y viendo qué es lo mejor para nuestra carrera conjunta. Antes del 30 de junio seguro que sabremos algo", confirmaba. Esto tras un gran premio del que salió con la pole, la vuelta rápida de carrera y la victoria, más una mejoría sustancial en su punto débil, el pilotaje en lluvia, elementos que aumentan aún más su valor como piloto.
"Sé que me lo he currado incluso más este invierno que en otros, creo que estoy algo más mentalizado de los errores que puedo y no puedo cometer. Creo que toda la experiencia del año pasado de haber cometido tantos errores me está ayudando en equis situaciones, como la de hoy; el Pedro de hace dos años si hubiese visto que tenía dos segundos hubiera empujado para ver si llegaba a cinco. Hoy, al final, cuando he visto que quedaban cinco vueltas, y tenía tres segundos, he dicho: 'Va a ser muy difícil que nos quiten la carrera'. Y mi idea ha sido dar un pasito menos, acabar la carrera y llevar la moto al box", apuntaba sobre su salto en 2023 con respecto a 2022.
En cualquier caso, y pese a cómo se le está planteando la situación, Acosta no se casa de repetir que se ve de naranja el año que viene, o de rojo GasGas. "Me he sentido muy querido siempre por todo KTM, tanto por el equipo de MotoGP, como por los jefes de arriba o cualquier persona. Desde que llegué al Mundial, y en esa época no tenía muchos recursos, me dieron motos para entrenar sin la necesidad de hacerlo y sin que estuviera escrito en ningún papel. Me han apoyado y, siempre que he necesitado algo, si no lo he tenido hoy, lo he tenido mañana. Creo que se están jugando el culo por mí y yo creo que me lo tengo que jugar por ellos". Ahora es a la fábrica austriaca a la que le toca hacer su movimiento, uno muy importante para el futuro de MotoGP.