MOTOGP

Honda: un pozo cada día más profundo

Alemania y Países Bajos han escenificado el peor momento de HRC, con el calvario de Márquez y las ausencias de Rins y Mir.

Marc Márquez y Joan Mir, en la presentación de la moto en febrero. /AFP
Marc Márquez y Joan Mir, en la presentación de la moto en febrero. AFP
Borja González

Borja González

Circuito de Assen (Países Bajos)-. Honda, el fabricante de motos número 1 del mundo, la marca más laureada del Mundial de Motociclismo, la que cuenta con el piloto mejor considerado de la parrilla actual y la que más recursos tiene está llenando muchas más páginas en los últimos meses por sus fracasos que por sus pocos éxitos. En este 2023, con Marc Márquez retornado en plena forma tras su calvario físico, ha olido posiciones delanteras gracias al genio de Cervera y descorchado una botella de espumoso en lo más alto de un podio gracias a un sorprendente Álex Rins.

Aunque justo en el gran premio que siguió a ese celebrado en Austin (Estados Unidos), pasaron del cielo al infierno, con otra desastrosa actuación de Joan Mir, un campeón del mundo (el último español en MotoGP) que está viviendo una temporada crítica, y con una versión opuesta a la de Texas de Rins. Una situación que se ha agravado aún más, porque Rins se destrozó la pierna en Mugello y es baja desde entonces, sin un parte médico que informe sobre una lesión que sospecha bastante grave; porque Mir se lesionó también en Italia y desde entonces no se sabe nada sobre él; y porque Márquez desde hace diez días en Alemania se ha metido en un agujero.  

"Puedo decir la situación que sabemos nosotros: él tuvo la caída en Mugello, se hizo daño en la mano y luego no se vio con fuerza para correr en Assen, porque es un circuito rápido, y pensó que aquí podía tener problemas", explicaba este domingo Alberto Puig, team principal del Repsol Honda, sobre Mir. "Respetamos su decisión. Si no está y nos lo dice no puedes forzar a un piloto a correr. Cuando venga a Inglaterra veremos cuál es su situación y cómo se encuentra, pero no puedo decir más porque es lo que sé". Una respuesta a una pregunta que llevaba implícito uno de los muchos rumores que rodean a Honda en estos días.

Mil debates sobre si Márquez va a aprovechar este verano para pensar qué hacer en su futuro, si cumplir su contrato que termina al final de 2024, si buscar una salida antes, si buscar una salida para el siguiente ciclo de dos años (2025-2026, en un movimiento que podría ser muy duro para Honda, y para el campeonato por la importancia de esta marca). También sobre si Mir va a aguantar este desafío, con quién existe la posibilidad de moverse a otra fábrica en crisis como Yamaha, que busca un compañero para Fabio Quartararo toda vez que Franco Morbidelli termina su contrato este año. Habladurías que aparecen cuando las cosas van mal.

"Ahora estamos hablando de errores porque estamos en la mierda", confesaba Puig, 'in the shit', dicho con una medio sonrisa. Una situación que no es nueva. Porque lo sufrió Dani Pedrosa en su último periodo en Honda, Jorge Lorenzo en su único año en el Repsol Honda (se bajó antes de iniciar el segundo año de vínculo), Álex Márquez y también Pol Espargaró, que no se cansó de repetir desde muy pronto, y sobre todo en su segundo curso, algo que ahora se repite continuamente: falta velocidad de reacción, falta capacidad de arriesgar si se compara a Honda con las casas europeas, actuales dominadoras de la categoría.

Porque Honda sigue mostrándose reacia a buscar talento fuera, sobre todo de las fronteras de Japón (una marca como KTM, por ejemplo, ha basado su éxito en lanzarse a por los talentos técnicos que trabajaban para la competencia). Para tomar la decisión de fiarse de la alemana Kalex, que les ha diseñado un chasis, tardaron seis meses. Incluso al nuevo jefe técnico, Ken Kawauchi, proveniente de Suzuki, le está costando romper las rigideces internas. Es más, el discurso de Puig de este domingo estaba plagado de mensajes a su propia casa.

"Yo solo puedo responder del trabajo que hacemos aquí, no sé qué hacen en la fábrica ni lo que piensan. No es fácil que toda la información llegue a Japón como es realmente, pero ese ya no es trabajo nuestro, es trabajo de los japoneses intentar explicar la situación real y, al final, los que hacen la moto son ellos. Solucionarlo de aquí a dos meses, siendo franco, no va a ser algo fácil de lograr". Sentencias que ejemplifican cuál es el estado de las cosas. Y eso de los dos meses no es un decir por decir.

En septiembre, después de la prueba de Misano (el fin de semana del 10), pilotos y equipos de MotoGP tendrán un importante entrenamiento, porque probarán ideas para 2024. Y ahí los pilotos Honda, y sobre todo (el hundido moralmente) Márquez, empezarán a entender si hay una luz al final del túnel. O si, por el contrario, no se ve la salida.

El propio Márquez quiso tirar balones fuera este domingo cuando se le cuestionó por su futuro, sin concretar nada. Aunque sí que reconoció que va a usar estas semanas de parón veraniego para descansar, recuperarse y pensar. En su fábrica no les tocará otra que emplear este tiempo para trabajar. Porque de ello puede depender su futuro.