La nueva vida de Jorge Lorenzo como 'telonero' de la F1: "No quería volver a ser esclavo"
El cinco veces campeón del mundo de motociclismo reflexiona con Relevo sobre cómo ha cambiado su día a día, sus sueños y su pasado.

Sus duelos con Valentino Rossi, Casey Stoner y Dani Pedrosa marcaron a fuego a una generación de aficionados al deporte. Su carácter directo, agresivo y con un toque único de chulería generó filias y fobias. Pero lo que puso a todo el mundo de acuerdo fue su talento, trabajado con denuedo desde la infancia. Ahora, Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987) vive la vida a otra velocidad, como él quiere, sin presión, cuatro años después de su retirada del Mundial de MotoGP.
En el fin de semana del inicio de su nuevo reto -competir contra pilotos de máximo nivel en la Porsche Supercup (categoría monomarca con el modelo 911 GT3 Cup y telonera de la F1 durante siete fines de semana)- camina por el paddock de Mónaco con unas gafas de aviador y un traje beige, con camiseta blanca debajo. Es imposible que pase desapercibido. Pero él también disfruta con que los aficionados al Gran Circo le pidan selfies y autógrafos.
Horas antes, en el camión del equipo Huber Racing, fundado en 2016 en Alemania, sus ojos claros miran directos, firmes, y la coraza de competidor férreo se entreabre por momentos para dejar paso a un hombre joven de 36 años que ve la vida de otra manera. Es un apasionado de los libros, echa de menos la sensación de ganar en pista y, aun así, reconoce que ahora es "mucho más feliz" que cuando ganaba títulos en la cima del motociclismo mundial.
El año pasado decidiste volver otra vez a la competición, pero esta vez en cuatro ruedas, ¿por qué?
Bueno, es muy igual en muchas cosas y muy diferente en otras. Al final son ruedas, motores, gasolina, electrónica y el piloto maneja el aparato, como con la moto. Pero en muchos aspectos no tiene nada que ver. En la frenada es muy fácil bloquear las ruedas -con la moto no bloqueas nunca-, estás mucho más protegido y te sientes mucho más seguro que con la moto a nivel físico. A nivel económico es un deporte muy caro, pero digamos que me ofrece un poco la misma adrenalina. Me da la misma sensación de trabajo con el equipo, la adrenalina de la competición, el estar muy concentrado para conseguir el tiempo, ser muy constante en carrera, como lo era con la moto... En esas cosas es muy parecido, pero sin el riesgo y el sacrificio físico de entrenamiento de cinco a ocho horas diarias que tenía que hacer antes. Ahora puedo tener mi estilo de vida, que es muy divertido y hago lo que quiero, pero seguir sintiendo las sensaciones de competición que tenía antes.

¿Qué se movió dentro de ti?
Yo quería hacer algo en el que no fuese esclavo de mi profesión como lo era en MotoGP, que era realmente obsesivo, muy perfeccionista, siempre quería mejorar y estaba todo el día pensando en ello. Entonces, llega un punto que no era vida. Soy un afortunado porque por todo lo que he conseguido, he cumplido todos mis sueños: he sido campeón del mundo varias veces y puedo estar, entre comillas, jubilado los 30 y pico años, que eso muy poca gente lo puede hacer. Es una gran suerte. Lo que no quería era volver a ser esclavo de algo. Esto me permite, cuando no estoy en el circuito, hacer la vida que haría si no corriese en coches, exactamente igual, entonces tengo las dos cosas y eso me hace feliz. Si en el futuro el camino me lleva a campeonatos más difíciles o más profesionales, pues igual tendría que cambiar un poco mi estilo de vida. Pero, de momento, prácticamente no me afecta en el rendimiento en pista el hecho de no estar muy entrenado porque no es muy exigente ir en este tipo de coches.
Y este año decides dar el salto a la Porsche Supercup, una competición con muchísimo nivel. ¿Cómo surge la oportunidad?
Hace un par de años surgió un poco la posibilidad de correr en campeonatos de Porsche porque un amigo mío español, que vive en Lugano [Suiza] también se quería comprar un Porsche. Entonces fue a un concesionario de Porsche Milán, y hablando con el jefe del concesionario una cosa llevó a la otra y surgió esta posibilidad. El año pasado hice la Carrera Cup Italia, fui mejorando poco a poco, terminando octavo como mejor resultado. Pero quería dar otro paso más y enfrentarme a los mejores del mundo llevando Porsche. Y estos están en la Supercup. Este año haré los dos campeonatos, así que espero hacerlo cada vez mejor y que esta experiencia de la Supecup me ayude para ir más rápido en la italiana, que allí sí que puedo conseguir, yo creo, algunos top 5, incluso algún podio.
"Soy un afortunado porque puedo estar jubilado, entre comillas, a los 30 y pico años"
Cuatro veces campeón del mundo de motociclismo¿Cuánto ha cambiado tu vida desde aquel 2019 hasta hoy?
La verdad es que yo lo he llevado genial. Estoy encantado con la vida que tengo. He escuchado a muchos expilotos, exfutbolistas, decir que se deprimieron después del retiro, pero para mí ha sido lo contrario. Soy mucho más feliz porque puedo hacer las cosas que no podía hacer antes, puedo disfrutar de todos los placeres de la vida, teniendo un poco de disciplina, porque cada día intento entrenarme un poco. Pero estoy encantado, la vida es tan grande y se pueden hacer tantas cosas que no te la acabas.
¿Cómo es un día normal para ti ahora?
Siempre que puedo intento levantarme sin despertador, que me encanta dormir. Necesito muchas horas de sueño. El otro día cuando me tuve que levantar a las 6.30 para venir aquí al circuito y hacer el briefing de mirar que el casco, el mono y que todo esto esté bien, la verdad es que me amargué un poco. Pero son días ocasionales en los que me tengo que levantar un poco antes; se hace el sacrificio por lo bueno que te puede aportar el deporte. Pero ya te digo, levantarme tarde, entrenar un poco por la mañana y luego por la tarde más o menos libre. Me gusta mucho leer, aprender cosas, pero disfrutar sobre todo de la vida. 18 años de profesional con tantas lesiones y sacrificios son muchos años.
"Soy mucho más feliz ahora porque puedo disfrutar de todos los placeres de la vida"
Cinco veces campeón del mundo de motociclismo¿Has llegado a echar de menos alguna vez las sensaciones que tenías cuando competías en moto?
He echado de menos el ganar. El ganar un campeonato como MotoGP, aunque sea una carrera, es una sensación de felicidad... es un pico de felicidad tan grande que es difícil encontrarlo en otro sitio. Digamos que antes tenía picos de 110% de felicidad, pero luego los otros días de entrenamiento tan duro y con tanta disciplina igual era feliz al 40%. En cambio, ahora estoy siempre al 80%, entonces lo prefiero así.
¿Te habías llegado a imaginar conducir un coche como estos en Mónaco, en estas calles con tanta historia automovilística?
Es algo que solo tienen la oportunidad de hacerlo los pilotos de Formula 1 y los campeonatos que corren en el fin de semana de la F1. Nadie puede ponerse a correr con coche de carreras en estas calles, con lo cual me siento muy afortunado. Es una gran experiencia, pero también una gran responsabilidad. Yo creo que nunca he visto un circuito tan difícil como este y que te exige tanto a nivel de concentración y a nivel de que no puedes cometer ningún error. Porque en los circuitos normales te vas fuera de la pista al asfalto más sucio, después del piano, vuelves y no pasa nada. Aquí son miles de euros de daño y que no te pase nada físicamente tampoco.
¿Qué es lo más complicado que estás encontrando en esta nueva experiencia deportiva?
Me está costando llegar al nivel de los más rápidos, Mónaco aparte. Normalmente, por ejemplo, el otro día estaba a un segundo y siete décimas del holandés este que está ganando en la Supercup, que también corre ahora este año en Italia. Entonces estar a siete décimas en un circuito normal del más rápido, que lleva toda la vida corriendo en coches, pues no creo que esté tan mal. Aunque con lo competitivo que soy, hasta que esté a una décima o incluso con el mismo tiempo que el más rápido no estaré contento.

¿Cómo se prepara una aventura como esta?
Un poco de simulador y ya está. Miro los datos de mis compañeros de equipo, pero la verdad es que no me lo tomo tan en serio como cuando corría en MotoGP, porque si no, no tendría sentido para mí. Me guío más del instinto, por lo que siento en el coche, estudio los datos de telemetría, pero aparte de eso ni hago karting, ni hago un entrenamiento específico para ello.
Valentino Rossi lleva unas temporadas persiguiendo el objetivo de correr las 24 horas de Le Mans. ¿Te imaginas volver a tener duelos con él como los que teníais en dos ruedas?
Ahora estamos haciendo campeonatos muy diferentes. Él está en el GT World Challenge, que es un campeonato de resistencia que corren tres pilotos por vehículo, con coches más aerodinámicos, control de tracción y ABS. Son coches más sencillos de llevar sobre el papel que estos, por las ayudas que tienen. Aunque llevarlos al límite también debe ser complicado. Tendríamos que correr los dos con el mismo coche para poder comparar nuestros rendimientos. Si algún día en el futuro sucede, será curioso, será interesante.
¿Te gustaría que eso pasara?
Sí, sería divertido, porque yo creo que ya no tenemos la misma presión de las motos y podríamos hablar más y comentar más cosas de las carreras y de la vida, seguramente.
"Sería divertido, curioso, coincidir con Valentino en pista; ya no tenemos la misma presión que antes y podríamos hablar más"
Piloto de Huber Racing en la Porsche SupercupNo sé si la relación ha cambiado un poco desde que los dos ya estáis fuera...
Sí, fue mejorando a partir de que me fui a Ducati, de Yamaha, porque después de 2015 y en 2016 también siguió. Había mucha tensión por lo que sucedió en 2015, porque él pensaba esta teoría de que nos pusimos de acuerdo para que yo ganase el campeonato. Pero bueno, como dicen, el tiempo todo lo cura, ¿no? A Márquez seguramente todavía no le ha perdonado eso, pero conmigo sí que ha cambiado la cosa y hay respeto mutuo. Entonces, fui a visitarle a su hospitality, porque a un amigo mío que está en el paddock siempre le preguntaba "Oye, Jorge ¿qué tal? ¿Cómo está? ¿Venís a vernos?". Entonces cuando tuve un poco de tiempo fui a ver su hospitality, hablamos un poco, hicimos la foto... También me invitó el año pasado a la carrera de campeones en su rancho.
Este año vas a compartir siete citas con la Fórmula 1, ¿se te pasa por la cabeza volver a subirte a un monoplaza, como hiciste en 2016 con Mercedes?
Bueno, si me lo proponen no diría que no, pero tampoco es algo que me quite el sueño, es una experiencia que ya hice. No voy a tener un futuro en la Fórmula 1, así que tampoco pasa nada. Fue una cosa también por el sponsor que teníamos, que compartíamos, Monster Energy. Pero ya lo hice, ya puedo decir que piloté un Fórmula 1 y ahora lo que quiero es ir rápido con el Porsche.

¿Qué recuerdas de aquel día?
¡Ah! Fue brutal, porque además lo tomamos bastante en serio. Fuimos a un circuito de Snetterton, creo, en Inglaterra, a pasar una jornada con un Fórmula 2. Después, al segundo día estuve en su sede en el simulador, y luego al tercero estuve en Silverstone con ese cochazo [el Mercedes F1 W05 de 2014]. Impresionante, son naves espaciales con prestaciones alucinantes. Al final, una persona normal se alucina, no llega ni a sacarle un 10% de partido. Yo fui bastante rápido, porque la moto al final te ayuda, pero claro, fui más o menos rápido una vuelta. A la segunda o tercera vuelta ya el cuello no me daba.
"Ahora hay 10 o 12 pilotos que pueden ganar en MotoGP, pero no tienen personalidades tan marcadas y huyen de la confrontación"
Cinco veces campeón del mundo de motociclismoTambién te hemos visto estos últimos años en algunos programas de televisión, ¿qué te han aportado cada uno de ellos y por qué te animaste a participar?
Bueno, por varias razones seguramente. Yo creo que tuvimos la suerte, los deportistas de mi generación, Pedrosa, incluso Márquez, aunque llegó un poco más tarde, yo mismo, Fernando Alonso también, que nuestros deportes estaban en abierto. Entonces, en España me conocía el 95% de las personas, si no el 99%, ¿no? Pero ahora a los Álex Rins, Maverick Viñales, Joan Mir... los conoce poca gente porque hace cinco o seis años se empezó a dar por televisión por pago, y pasamos de los tres, cuatro o cinco millones a los 300.000, 500.000, un millón de espectadores como máximo. Entonces, solo lo siguen los verdaderamente apasionados al motociclismo y que están dispuestos a pagar esa cuota.

Mask Singer me gustaba porque siempre me ha gustado cantar. Cuando iba a Asia, Japón, Malasia, siempre iba a los karaoke con los amigos y tal, y creo que lo podía hacer bastante bien. Tengo una voz, no de cantante seguramente, pero un poco mejor que la media. Entonces me gustaba. Y el otro, siempre me han gustado los desafíos, intentar hacer en poco tiempo algo que no sé hacer. Y luego eran dos programas que tenían mucha audiencia y que estaban en abierto. En El Desafío, por ejemplo, conocí a un montón de amigos, muy buena gente, que lo pasamos genial, nos divertimos muchísimo, y aprendí muchas habilidades. Hice 3:33 debajo del agua, que eso nunca pensé que podía llegar a hacerlo. Hacer más de un minuto y medio era la hostia. Fueron una serie de factores y creo que vino bien por muchos aspectos.
Contigo, con Rossi, Pedrosa, Stoner se vivió una época dorada en MotoGP, ¿qué crees que le hace falta al Mundial ahora?
Creo que son tres factores. El que no sea en abierto; el que antes había esos cuatro o cinco pilotos que siempre ganaban, entonces eran como los dominadores y la gente quiere tener una referencia clara, ahora hay como 10 o 12 pilotos. Y luego, también la personalidad, que ahora no tienen personalidades tan marcadas y que huyen un poco de la confrontación. No sé si serán las redes sociales, que provocan el que siempre te lleves bien, el que te comentes, el que te muevas likes... O que realmente falta alguien con verdadero carisma. Yo creo que, por ejemplo, Pedro Acosta es alguien muy espontáneo, y que cuando suba a MotoGP será popular. La pena es que seguirán siendo las carreras de pago y no lo podrá ver la gran audiencia. Pero bueno, el deporte ha evolucionado así. Ahora los deportes, si quieres verlos, los tienes que pagar.
Si tuvieras que explicarle a alguien que nunca ha visto una carrera de motos quién es Jorge Lorenzo, ¿cómo lo harías?
¿Quién fue Jorge Lorenzo en las motos? (risas) No sé, alguien... diferente, ¿no? Alguien al que le gustaba hacer todo a su manera hasta el final. He cambiado mucho, pero la base no la cambiaba, ni por nada ni por nadie. Y eso me hacía especial, fuera de la pista y en la pista.