JJOO | TENIS

La sensación más extraña se apodera de Alcaraz y un mensaje de Nadal trae la calma: "En otro torneo seguiría jodido"

El español tuvo que interrumpir una entrevista con Corretja nada más perder la final olímpica con Djokovic. Sin embargo, acabó el día feliz y contento.

Carlos Alcaraz se fotografía con aficionados en la puerta de la Casa España tras colgarse la medalla de plata en París. /COE
Carlos Alcaraz se fotografía con aficionados en la puerta de la Casa España tras colgarse la medalla de plata en París. COE
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Abrumado y sin poder contener las lágrimas, Carlos Alcaraz interrumpe su entrevista con Álex Corretja en Eurosport nada más perder la final olímpica ante Novak Djokovic. "Tómate tu tiempo, Carlitos", le decía el exjugador en ese momento, dándole unas palmadas en la espalda mientras Alcaraz se rompe por dentro y saca afuera todas las emociones que lleva conteniendo estas dos semanas en París.

Cuatro horas más tarde, ya duchado y con la cabeza fría, vestido con el traje de podio y con la medalla colgada del cuello, Alcaraz se encuentra de nuevo con Corretja por los pasillos de la Casa de España en París y se dan un abrazo. Ya no hay lágrimas. Hay alegría y Carlitos luce una sonrisa que no se le borra. "Me han dicho que en la medalla hay un trocito de la Torre Eiffel", dice orgulloso el chico de 21 años.

Difícilmente olvidará Alcaraz un día como este domingo 4 de agosto de 2024. Y es que ha tenido la sensación más extraña de su corta carrera: ser feliz después de perder, sonreír y celebrar tras caer ante Novak Djokovic en la pista central de Roland Garros. Para alguien tan competitivo como él, para un deportista que vive por y para ganar y que además está tremendamente acostumbrado a ello, no es nada sencillo lidiar con esos sentimientos encontrados.

"Ahora mismo estoy muy contento y estoy disfrutando del momento de llevar de la medalla de plata colgada del cuello. Es una sensación única. Para mí era un sueño conseguir una medalla. Me voy un poco con una sensación agridulce, de querer el oro y de tenerlo tan cerca, pero este es un momento maravilloso en mi vida", decía el domingo por la noche en los micrófonos de Onda Cero, donde explicó a la perfección lo extraño de la situación.

El mensaje de ánimo de Nadal: "Valora una medalla"

Y es que cuando un tenista pierde una gran final, la rutina postpartido es totalmente diferente a la que tuvo Alcaraz en la tarde noche del domingo. Normalmente, el derrotado da una rueda de prensa y abandona el estadio triste, sin dar entrevistas, digiriendo la derrota. ¿Recuerdan a algún subcampeón de Grand Slam sonriendo y luciendo con inmenso orgullo el trofeo que le entregan? Y cuando se debate quién es el mejor tenista de todos los tiempos, lo primero que se coge es la clasificación de más títulos de Grand Slam. Nadie usa el número de finales disputadas, porque el nombre de los subcampeones, de los que pierden las finales, se diluye.

"Una vez me han dado la medalla en el podio, he empezado a pensar que tenía que valorarlo y disfrutarlo. No sabes si vas a volver a estar en esa situación"

Carlos Alcaraz

Pero en unos Juegos Olímpicos todo es diferente, porque el que pierde una final se lleva una plata que vale mucho más que cualquier subcampeonato. "Al final en nuestro deporte está muy bien llegar a la final, pero el que cuenta es el ganador. El subcampeón es como se ha quedado a las puertas", señalaba Carlitos en la mencionada entrevista. "En las Olimpiadas está la opción de llevarte la medalla de plata a tu país y es una sensación maravillosa, por lo cual ahora mismo estoy supercontento. En otro torneo aún seguiría jodido".

Alcaraz empezó a comprender la importancia de la plata cuando se la entregaron en el podio. Y también le ayudó a calmar los nervios mensajes como el que recibió de Rafael Nadal. "Carlos, aunque sé que hoy es un día difícil, valora una medalla que es muy importante para todo el país y verás, con el tiempo, que para ti también. Gracias por esta semana increíble y por una medalla que nos regalas al deporte español. Un abrazo", fueron las palabras que eligió Nadal para felicitar al que había sido su compañero de dobles en los Juegos de París.

Alcaraz leyó el mensaje de Nadal y le ayudó a valorar lo que tenía colgado del cuello. "Ahora estoy mejor", le confesó a Corretja en el set de Eurosport de la Casa España. "Lo valoro mucho y sé lo difícil que es. Ahora me veo bien con la medalla de plata y disfrutando de llevarla. Al salir de pista me ha costado por lo ambicioso que soy, porque siempre quiero lo máximo, siempre quiero ganar, pero hay que poner en perspectiva todo y pensar lo complicado que es ganar una medalla olímpica. Una vez me han dado la medalla en el podio, he empezado a pensar que tenía que valorarlo y disfrutarlo. No sabes si vas a volver a estar en esa situación".

Así que lo que empezó con un llanto en directo en toda España, acabó con una sonrisa perenne. Alcaraz se marchó de la Casa España con una sonrisa de oreja a oreja, haciéndose fotos con todo el mundo y se fue a celebrarlo con su equipo. El día más extraño, un día triste, un día feliz.