JJOO | ATLETISMO

La soberbia de Lyles y un relevo mal entregado explotan en la cara de EEUU en su fracaso en el 4x100

El atleta ridiculizó el nivel de Canadá en mayo y en los Juegos su equipo acabó descalificado, mientras los canadienses se llevaban el oro.

Canadá celebra el oro olímpico./EP
Canadá celebra el oro olímpico. EP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Estados Unidos ha caído derrotado en una final del 4x100 masculino en la que partían un año más como grandes favoritos para llevarse la medalla de oro. El equipo finalizó en séptima posición y a posteriori fue eliminado por un testigo mal entregado y la invasión de la calle de los rivales, con su consecuente molestia. Una decisión protestada por los estadounidenses, un reclamo inconsistente a todas luces, ya que habían quedado lejísimos de las medallas. Es cierto que no estaba Noah Lyles por el COVID, pero, aun así, se esperaba que estuvieran peleando por las tres primeras posiciones. Una mancha en el historial de estos Juegos, mientras las mujeres conquistaban al mundo y lideraban la carrera, capitaneadas con Sha'Carri Richardson.

Mientras tanto, el oro se lo llevó Canadá (Aaron Brown, Jerome Blake, Brendon Rodney y Andre de Grasse), algo que hirió todavía más el orgullo de Estados Unidos. Ahora, la hemeroteca les pasa factura. Noah Lyles, en los pasados mundiales de relevos en Bahamas, celebrados el pasado mes de mayo, descalificó de forma contundente a los que ahora han tocado la gloria olímpica. El periodista preguntó a la gran estrella si le preocupaba la mejoría de Canadá de cara al relevo del 4x100, a lo que este respondió: "¿Quién?".

No es que no lo hubiera entendido y ya se notaba en su tono. Aun así, el profesional de la información insistió y le matizó que se refería a Canadá. El campeón olímpico de los 100 metros replicó: "¿Quién?". Por supuesto, esto se trataba de una burla, de una forma de plasmar que el indestructible equipo estadounidense estaba por encima de Canadá, por encima del bien y por encima del mal.

Unas imágenes que ahora le estallan en la cara, tanto a él como al resto de sus compañeros. Ya de por sí no iban dominando la prueba, pero fallaron en el asunto más básico que entrenar en un relevo: la entrega del testigo. Bednarek y Coleman no se entendieron y las consecuencias fueron fatales. Un golpe a sus opciones y a su orgullo, casi tan valioso en una amplia delegación que siempre ha buscado liderar el medallero y que mantendrá hasta el último día una lucha encarnizada con China por el primer puesto de esta prestigiosa clasificación.

Además, para Estados Unidos el gran objetivo es lograr oros y el 4x100 era precisamente uno de los equipos que partía con una mayor presunta ventaja para lograrlo. Cabe recordar que lo único que cuenta a la hora de jerarquizar a un país sobre otro es el número total de primeros puestos.

Los estadounidenses, pese a todo, han conseguido ponerse en cabeza de la clasificación, al ganar en la noche de este viernes su metal dorado número 33. China se mantiene firme con otras 33 preseas de oro, aunque cae a la segunda posición por tener muchas menos medallas totales que su principal rival. De hecho, nadie tose a Estados Unidos en este casillero: 111 en general.

Precisamente eso es lo que más ha trabajado China para batirles. El objetivo no es tanto sumar por sumar, sino especializar a sus deportistas hasta el punto de que dominen como nadie sus disciplinas. A la vista está que los resultados han llegado: 29 metales menos, pero los mismos de oro. Estados Unidos, mientras tanto, sigue peleando por todo con su habitual grandeza, pero también su soberbia. Lyles descalificó a Canadá con sus palabras y tres meses después los descalificados son ellos.