Se alarga la resaca en el Real Madrid: discordia con los fichajes y el reproche privado del vestuario a Ancelotti
En Valdebebas tratan de explicar por qué el conjunto blanco no acaba de encontrar el camino y encuentran diferentes culpables.

Cuando parecía que el Real Madrid encontraba el camino para volver a ser regular y competitivo, el Barcelona se encargó de bajarlo a la tierra y devolverle al bajón de los primeros meses de temporada. En Valdebebas, donde siempre relativizan, no sentó nada bien la goleada. Silencio y caras largas tras un jarro de agua fría que si bien no hace tambalear el proyecto sí que vuelve a descubrir las grietas del mismo. Se buscan motivos, aunque muchos llevan sobre la mesa un tiempo y, según donde preguntes, los puntos de vista cambian.
El más señalado desde la prensa y la afición ha sido Carlo Ancelotti. En la Casa Blanca tratan de escudar a su técnico mandando un mensaje de tranquilidad. Allí, el debate existe pero es mucho menor de lo que quiere pensar la gente. Esto no quita que una derrota así hace tambalear la silla de cualquiera. Porque el italiano sabe que el club le guarda respeto, pero también conoce cómo funciona el juego y que dentro hay altos cargos que no comparten su manera de trabajar. La poca presencia de canteranos o su empeño en cambiar a jugadores de posición han hastiado a más de uno.
El italiano, que piensa morir con sus ideas, trata de aislarse con los suyos. Su cuerpo técnico y unos jugadores a los que intenta motivar para que arrimen el hombro, pero que le están dejando tirado. Especialmente en grandes citas, donde el de Reggiolo naufraga. Le goleó el Milan y el Barcelona, en dos ocasiones, además de perder contra el Liverpool. De los cinco primeros clasificados de LaLiga, sólo han podido ganarle al Villarreal. En la caseta asumen su culpa en esta realidad y ya piensan en maneras de solucionarlo en el futuro.
Entre los futbolista ha florecido desde hace tiempo cierta contrariedad con su entrenador. Algunas de sus decisiones, las mismas que no gustan al club, tampoco caen bien en la plantilla. Tampoco es de recibo que no saque el carácter con algunos futbolistas mientras que a otros les recrimina más de la cuenta. Ha llegado a pedir perdón esta temporada de forma personal a pupilos a los que ha regañado delante del resto, síntoma de que ha vivido esta etapa más nervioso de lo normal.
Hay más. Como el aspecto físico de una plantilla que, según relatan fuentes internas, está más cansada de la cuenta. Las plaga de lesiones da un respiro pero ahora nace otro problema, muy evidente contra el Barcelona: el equipo vuelve a flojear en lo físico. Suele ser común en la preparación de Pintus que enero y febrero se hagan cuesta arriba, pero para combatirlo piden más rotaciones.
Florentino y un proyecto con grietas
Pero ni mucho menos Ancelotti es el único señalado. Desde algunas secciones del club achacan que falta autocrítica para reconducir la situación. Que muchas de las cuestiones deberían poder solucionarse con cierta facilidad en un equipo que vive atado a su política de trabajo, más centrada en lo económico que en lo deportivo en los últimos tiempos.
Bajo esta premisa, hay quien prefiere mirar al palco. Florentino Pérez ha recibido más críticas de lo habitual, también de puertas para dentro, por su inmovilismo en el mercado a pesar de las lesiones. Esto no ha caído bien entre aquellos cuyo trabajo se juzga con los méritos deportivos. Ni siquiera en una plantilla que ve como crecen los agujeros y se tapan con parches. Principalmente en una línea defensiva que no da la talla. Lo ven dentro y también el resto de grandes clubes de Europa.
Más allá de los deportivo, el presidente, que vive respaldado por gran parte de la masa social, ha encontrado cierta oposición tras algunos de sus gestos. El no mojarse en el caso Olmo, su compadreo con Laporta, las risas con Lewandowski después de perder la Supercopa y otras actitudes han sido criticadas entre aficionados, que esperan una reacción más dura ante lo sucedido recientemente entre ambas entidades, principalmente tras salir a la luz los pagos a Negreira. Él prefiere pasar y poner por delante el negocio.
Los futbolistas tampoco se salvan. El club y el cuerpo técnico ve como sus estrellas rinden muy por debajo del nivel esperado. Pero lo más preocupante es que hay varios de ellos de los que dudan si realmente pueden llegar al nivel que pide el Madrid. Tchouameni y Lucas fueron los más señalados, pero no los únicos. Hay quien se acordó mucho de Kroos...
Un caldo de cultivo que ha tensado el ambiente en Valdebebas. Todos tratan de achicar aguas y exculparse de un bajón con muchos acusados. Las próximas semanas volverán a ser claves para Ancelotti y para un proyecto que necesita refuerzos, aunque el club no esté por la labor de traerlos este invierno. Empezando por el Celta el próximo jueves.