La soledad de Jenni Hermoso frente al aluvión de supuestos aliados que aparecieron ante los focos
La futbolista declara mañana como víctima de un presunto delito de agresión sexual y coacciones en el inicio del juicio por el 'Caso Rubiales'.

20 de agosto de 2023. España tocó el cielo en Sidney y consiguió el mayor hito deportivo de su historia: el primer título Mundial de fútbol femenino al ganar a Inglaterra (1-0) en la que era, tan sólo, su tercera participación tras Canadá (2015) y Francia (2019). Lo hicieron, además, después del año más duro para la Selección por el conflicto que Luis Rubiales y Jorge Vilda mantuvieron con 'Las 15 + 3' futbolistas, que dejó a doce de ellas sin poder participar en la cita mundialista.
La alegría por el triunfo deportivo duró poco cuando todo el planeta presenció el beso que, en la entrega de medallas institucional, Luis Rubiales propinó en la boca a Jenni Hermoso sin su consentimiento. Fue después de que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) agarrara sus genitales en el palco de autoridades al lado de la Reina Letizia y la Infanta Sofía, en señal de complicidad con Jorge Vilda que le sonreía desde el terreno de juego.
Aquello abrió la lata de unas coacciones —desveladas por este medio— en el viaje de vuelta y los días posteriores para convencer a la jugadora de que se pronunciara, públicamente, para restar importancia a lo ocurrido y evitar así problemas para el que fuera presidente de la RFEF. Unos hechos que mañana, junto con el beso, juzgará el magistrado José Manuel Clemente en la sede de San Fernando de Henares de la Audiencia Nacional.
Tibieza inicial y una 'Asamblea de la vergüenza“ determinante
Al Gobierno, inicialmente, le costó mostrar contundencia sobre lo ocurrido y fue finalmente FIFA quien dio el paso días después —el 26 de agosto— para suspender provisionalmente a Luis Rubiales como presidente del fútbol español. Lo hizo tras la 'Asamblea de la vergüenza', en la que el ahora expresidente de la RFEF acusó a Jenni Hermoso de mentir y estar manipulada, mensaje que plasmaron también en un comunicado que la institución colgó en su página web y distribuyó.
La situación de Rubiales era ya insostenible y sus palabras ante los asambleístas fueron determinantes para que seis días después, Víctor Francos, por entonces presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) y con quien había compartido juergas en Australia, se mostrara más contundente: "El CSD ha elevado una denuncia al TAD con celeridad por lo que consideramos "una falta grave de incumplimiento de la ley del deporte".
Mientras, Albert Luque y Rubén Rivera, tal y como hizo Jorge Vilda en el vuelo que traía de vuelta a Madrid a las campeonas del mundo —imputados también por un delito de coacciones—, siguieron intentado que Jenni Hermoso, en Ibiza con algunas jugadoras para celebrar el título, se manifestara a favor del expresidente de la RFEF, a pesar de que la jugadora había trasladado en varias ocasiones que quería mantenerse al margen de este asunto.
Aluvión de críticas y denuncias ante el CSD
La presión iba en aumento y la política comenzó a manifestarse. Ante la tibieza del Gobierno, que esperaba, para acabar con todo el jaleo, unas disculpas públicas de Rubiales más contundentes que las que grabó en la escala de Doha, Cuca Gamarra, portavoz del Partido Popular en el Congreso y secretaria general del partido, aseguró que "Lo que no está bien hecho tiene que tener consecuencias, porque ha indignado a todo un país".
La respuesta de la jugadora no se hizo esperar. Lo hizo a través de un comunicado que lanzó su sindicato, FUTPRO, en el que aseguraba que se sintió "vulnerable y víctima de una agresión". Sumar, con Yolanda Díaz a la cabeza, anunció que su partido presentaría también una denuncia ante el CSD por lo ocurrido.
A la del Gobierno y Sumar, se sumó la denuncia de Miguel Ángel Galán, presidente de la Asociación Democracia y Transparencia en el Deporte; la de Xavier Estrada Fernández, exárbitro de fútbol y concejal de ERC en Lleida; y la de Liga F, que en palabras de su presidenta, Beatriz Álvarez, consideraba el comportamiento de Rubiales "inadecuado" y una "infracción muy grave según la Ley del Deporte".
El TAD se pronunció finalmente el 1 de septiembre y consideró que el comportamiento de Luis Rubiales, tanto en el palco como con la jugadora, suponía dos infracciones graves contra el "decoro", lo que impedía suspender provisionalmente a Luis Rubiales, algo que sí hizo FIFA sin dudar. Si hubieran considerado el voto de su presidente, Francisco Pajuelo, que lo calificó de "abuso de autoridad", el entonces presidente de la RFEF hubiera sido inhabilitado. Fue en noviembre cuando el TAD se pronunció en su resolución definitiva por la que suspendía a Luis Rubiales durante tres años.
La “soledad” de Jenni Hermoso en el juicio
Mañana 3 de febrero Jenni Hermoso acudirá a declarar a la sede de la Audiencia Nacional únicamente acompañada de sus abogados —el bufete Senn, Ferrero, Asociados Sports & Entertainment—. Lo hará como víctima de un presunto delito de agresión sexual y otro de coacciones por el que la Fiscalía solicita dos años y medio de prisión para el expresidente, y una condena de año y medio de cárcel para el resto de acusados, Albert Luque, Jorge Vilda y Rubén Rivera.
Como acusación popular tan sólo estará la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) que, tras la denuncia de la Fiscalía a la que se unió la propia jugadora, dio un paso adelante para velar por los derechos de la futbolista. En su escrito de acusación se adhiere a la petición de la Fiscalía y solicita el mismo castigo para los cuatro investigados.
Las denuncias presentadas en el CSD, en cambio, no tuvieron sus equivalentes en la Audiencia Nacional. La reacciones del Gobierno, la RFEF, Sumar, Partido Popular e incluso su propio sindicato, FUTPRO, se limitaron a solicitar, ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), la inhabilitación del presidente. Pero lejos de lo que pudiera parecer, nadie arropó más allá a la víctima.
Es más, según ha podido saber Relevo, en la primera Junta Directiva que presidió Rafael Louzán hace unas semanas tras proclamarse presidente, se abordó este tema. Fue Irene Aguiar, abogada de Liga F y una de las mujeres con las que contó el gallego para alcanzar el "histórico 50%" de igualdad en la dirección federativa, quien aseguró que la RFEF no podía personarse al no ser los perjudicados directos y tratarse de un delito personal.
El seguro de la RFEF pagó la fianza de Rubiales, Vilda, Luque y Rivera
Cuando el juez ordenó el pasado mes de mayo la apertura del juicio oral, fijó también una fianza de 65.000 euros a Luis Rubiales por el beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso y otros 65.000 de forma conjunta con Luque, Rivera y Vilda por las coacciones posteriores. Según avanzó este medio, fue la póliza contratada por la RFEF de Responsabilidad Civil de Administradores y Directivos quien prestó la mencionada fianza en el tribunal por importe de 130.000 euros: 81.250 euros de Luis Rubiales y 48.750 de los otros tres acusados (16.250 cada uno). Hermoso, en cambio, asumirá el coste de los servicios prestados por sus abogados.
Ante los focos y una semana después de la final, partidos políticos e instituciones se aliaron con Jenni Hermoso, denunciaron ante el CSD y reclamaron la inhabilitación de Luis Rubiales. Sin embargo, a la hora de apoyar a la víctima en su carrera judicial, cuando lo ocurrido sucedió mientras ella vestía la camiseta de la Selección española, ninguna institución salvo el sindicato mayoritario de futbolistas dio el paso. Ni siquiera la RFEF activó el protocolo de acoso sexual ni recibió denuncia alguna por lo sucedido a través del buzón —que no funcionó durante meses— incluido en él. Toca reflexionar.