FÚTBOL

Un saludo militar y un "eres malísima" estropean la paz arbitral por Navidad

La última jornada del año fue más tranquila de lo habitual, con muchas expulsiones y prácticamente ningún insulto.

Una jugada de monitor en Liga./ARCHIVO
Una jugada de monitor en Liga. ARCHIVO
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Es la última jornada del fútbol español antes de las Navidades. A partir de aquí solo se jugará en los barrios, con los niños de vacaciones, esos partidillos en las reuniones familiares. Ese es el deporte que parece no existir en el profesionalismo, donde se ha contaminado la esencia con episodios lamentables que lamentar un fin de semana tras otro. Por supuesto que son excepción en mitad de cientos de campos en los que se va a disfrutar y a respetar. El asunto es que entre todos deberíamos trabajar para que ni siquiera existiesen esos rincones bélicos, esa tensión desmedida. Ya lo dijo Julián Calero, que defendió a su futbolista Elgezabal tras enfrentarse a un seguidor que hizo llorar a dos niños por su agresividad: "El que insulta es a él al que se le aparta, que se marche, que nos deje en paz, a quien sea, que se retire de nuestro lado. Da gusto ir a un partido de baloncesto y ver cómo se comporta el público. Da gusto ir a un partido de voleibol. Y todavía en el fútbol tenemos mucho que aprender".

El discurso de Calero bien se podría aplicar cada fin de semana en tantos lugares alrededor del país… Lo cierto, eso sí, es que en esta última cita antes del parón se ha contagiado el espíritu navideño y no ha habido ningún episodio especialmente grave que reseñar. Afortunadamente. Parece mentira que esta sea la novedad. Incluso hubo un momento en el que este artículo se iba a titular "el fútbol español se pone de acuerdo por Navidad en el primer fin de semana sin insultos", pero escarbar por Segunda Federación arruinó las intenciones. Bueno, siempre hay que andarse con ojo.

En el fútbol profesional el asunto sigue calmado. Mención especial para De Burgos Bengoetxea en el gran partido entre Barcelona y Atlético de Madrid. El árbitro no fue noticia en absoluto. Esto conviene aclararlo, ya que si hubiera cometido el más mínimo error o no hubiera controlado bien la tensión de un duelo de esta magnitud abriría múltiples cabeceras. Como lo hizo fantástico, nadie se acuerda de él. El reconocimiento también es merecido cuando la actuación está a la altura.

En Segunda División sí hubo algún rezagado. En el Real Oviedo-Córdoba, en el minuto 78 un espectador lanzó una botella de plástico, cerrada y con tapón, sin llegar a golpear a nadie. Eso sí, se aplicó el protocolo de objetos y no se volvió a repetir. Cabe recordar que si hubiera sucedido de nuevo se hubiera tenido que parar el encuentro diez minutos para apaciguar los ánimos. Lo más normal es que se quede simplemente en un aviso.

Un aviso que precisamente ya tuvieron Real Zaragoza y Racing de Ferrol tras una primera tangana. Aun así decidieron repetirla. David Navarro, entrenador local, fue expulsado por dar una bofetada al técnico rival, después de que este (Cristóbal Parralo) le propinara un cabezazo. Un comportamiento vergonzoso del que no se sabe mucho más porque los protagonistas no quisieron dar más detalles. Palencia Caballero no pudo verlo en primer plano, pero su audacia le permitió apreciar lo ocurrido lo suficientemente bien como para sentenciar con cartulina roja para ambos y para tranquilizar un caldeado ambiente, con ayuda policial, antes de poner rumbo a los vestuarios.

El derbi sevillano siempre es tenso, aunque sea de filiales

Ya en la tercera categoría, también se nota el ambiente navideño. A veces por el clima. El Ponferradina-Tarazona tuvo que retrasarse once minutos por la niebla. Lo más curioso es leer los motivos en el acta de Bárcenas Torres: "Debido a la falta de visibilidad que impedía la correcta labor arbitral". En el Barakaldo-Osasuna Promesas, el colegiado sí pudo apreciar en primer plano como el jugador rojillo Roberto Arroyo entró al terreno de juego desde el banquillo, gritando y tras ser sustituido. No dejó a su equipo con diez, pero sufrirá el castigo del partido de sanción como si hubiera visto la roja mientras estaba en el campo. Así se lo buscó y quizás mereció un castigo como el que sufrieron todos los protagonistas del Unionistas-Nàstic. Se estropeó la caldera en el Reina Sofía y no hubo agua caliente. En Salamanca no es para nada recomendable ducharse con fría en estas fechas.

El Grupo II comenzó con un derbi sevillano entre los filiales de Betis y Sevilla, que tuvo la expulsión de Sergio Arribas por agarrar del cuello a un adversario. El partido tuvo doce amarillas y una roja y estuvo dirigido por Tárraga Lájara. Era un duelo de Primera Federación, pero con una tensión de absoluta élite. Merece un reconocimiento como tal. Como también ir a arbitrar al siempre caliente campo del Ceuta. En esta ocasión, Diego Torrón se excedió en las protestas desde el área técnica y fue expulsado. Como Diego Nogales, técnico del Fuenlabrada, por el mismo motivo. Una curiosidad para terminar. El Recreativo-Marbella tuvo que pararse hasta en dos ocasiones en la primera mitad por un fallo en el sistema de iluminación del estadio. Una papeleta siempre difícil de gestionar para un colegiado, que debe gestionar en una situación de estrés una circunstancia anómala y de la que no tiene por qué tener conocimiento alguno.

Cabezazos y protestas desmedidas

El Grupo II de Segunda Federación se dio un respiro y cerró la jornada sin ni un solo incidente. Para compensar, el Grupo I sumó más partidos con lío que sin él. En el Laredo-Langreo, Ignacio López vio la roja en el 90' por levantar los brazos de manera insistente protestando. Normal, empataban a cero en un partido de alto voltaje. En el Gimnástica de Torrelavega-Deportivo Fabril, el equipo local vio nueve amarillas y una roja, mientras que el rival solo dos amonestaciones. Quizás esa desigualdad desesperó a Víctor Gómez que abandonó el área técnica una y otra vez por protestar.

@relevo_deportes 🗣️ Calero, sobre el incidente de Elgezabal con un aficionado.  El técnico del Levante habló sobre lo ocurrido en el partido contra el Albacete y destacó que los violentos tienen que estar fuera del fútbol.  #deportesentiktok #tiktokdeportes #tiktokfootballacademy #levante #calero #albacete #laligahypermotion ♬ sonido original - Relevo

¿Cómo gestiona un árbitro una tensión así? Gargantilla Fernández lidió en el Real Ávila-Pontevedra con la expulsión del local Casio Da Silva por encararse y propinar un cabezazo al portero sin estar el balón en juego. Hasta le tuvieron que sujetar sus compañeros y se lo llevaron mientras se resistía a abandonar el campo. Una tensión nada comparada a la pillería de Francisco Torices, delegado del Valladolid Promesas, que tiró de ingenio para ganar tiempo y frustrar al rival lanzando un balón al terreno de juego. Algo sacaría mientras su equipo se llevaba el triunfo por un gol a cero. Cierra este tenso grupo Oriol Lozano, del Rayo Cantabria, expulsado por gritar protestando. Un clásico.

“Eres malísima” y el saludo militar para vacilar

¿Veis? Resulta que hay expulsiones como es normal, pero no hay insultos y no pasa absolutamente nada. El Grupo III de Segunda RFEF lo vino a estropear. Fue en el Lleida-Andratx, donde pitó Elisabeth Calvo Valentín, una colegiada que en las últimas semanas ha dirigido varios partidos con tensión desmedida. Un asunto a estudiar. En esta ocasión, el jugador Alberto Sastre vio la roja por dirigirse a la árbitra en los siguientes términos: "Es que eres malísima". Óscar Navarro, segundo entrenador del Andratx, también perdió los papeles y criticó la actuación arbitral ante el asistente en los siguientes términos: "Vale ya, vale ya". El caso es que los colegiados trataron de calmarlo y este vaciló llevándose la mano a la frente, realizando un gesto que imitaba un saludo militar de forma sarcástica. Vamos, un "a sus órdenes mi general" de toda la vida. El expulsado aplaudió la decisión cuando vio la roja y de nuevo realizó el saludo militar. También se excedió Gustavo Lionel Siviero, técnico del Mallorca B, por gritar al asistente con un "¡lleváis un partido que da vergüenza!".

Demasiado bien iba el asunto. Al menos fue algo mejor en el Grupo IV, donde David Sánchez, técnico del Xerez Deportivo, vio la roja por salir del área técnica gritando. Era el minuto 24 de un partido en el que, por cierto, no hubo spray porque "están perdidos". José Luis Ibáñez Mancebo, del Recreativo Granada, estaba calentando hasta que decidió que era mejor salir de esa zona y criticar enérgicamente la actuación del colegiado. Una curiosidad en el Linares-Xerez para calmar los ánimos: en el campo había otras líneas blancas por un torneo de fútbol base, pero no se podían borrar porque son "de tipo vegetal y desaparecen solas con el tiempo". Las cosas del fútbol modesto.

En el Colonia Moscardó-Guadalajara, sin Poves, ya se encargó de armar revuelo el equipo contrario. Jaime Rebollo vio la roja por calentar con los jugadores siendo el encargado de material. No lo tenía permitido, como bien le indicó el árbitro, pero decidió no hacerle caso. Tampoco cuando le mandó al vestuario y decidió quedarse en la grada dando instrucciones a los futbolistas. Una rebelión en toda regla, que queda por ver el castigo que tiene. Cierra la jornada la expulsión de Juan Pedro Martín, del Coria, por protestar a gritos.

Y sí, cierra la jornada porque en el fútbol más modesto (creemos) no ha ocurrido nada. Así se dio la jornada arbitral en las cuatro principales categorías del fútbol español. Desde Relevo, no hemos detectado más episodios de especial gravedad en Tercera Federación o fútbol base, lo que no quiere decir que no existan. En caso de que conozcas alguno, háznoslo saber a través de nuestras redes sociales.