MUNDIAL DE CATAR

Argentina - Francia, final del Mundial: Diego, ¿estás ahí? Juegan Messi y Mbappé

Franceses y argentinos se enfrentan en Lusail (16:00) por su tercera corona, con dos frentes: el legado de Messi contra la realidad de Mbappé.

Messi y Mbappé, en 2018./AFP
Messi y Mbappé, en 2018. AFP
Samuel Subiela
Jonás Pérez
Fran Martínez

Samuel Subiela, Jonás Pérez y Fran Martínez

Dicen que el fútbol son 22 personas dando patadas a un balón. Ilustres ignorantes. El planeta está paralizado. Ya no quedan fuerzas. La voz flaquea. Este mes ha llevado a todos al límite. Pero este domingo tienen ante sí a la historia. Perdón, cabe matizar. A la historia del fútbol no, a la historia. La imagen de Leo Messi o de Mbappé con la copa pasará de generación en generación, será un icono. Francia o Argentina (16:00, Lusail, La 1 y Gol Mundial). Solo puede quedar uno. Si aún no das la importancia suficiente a lo que pasará en Lusail, frena en seco y reflexiona: ¿recordarás en los últimos días de tu vida este partido?

La previa de la final entre Argentina y Francia.

El fútbol está siempre por encima de los jugadores, aunque el '10' argentino nos haga dudar. Este 'simple' deporte representa el 1,37% del PIB en España. Se puede hacer una correlación relativa en el resto del planeta. Su valor es incalculable. Miles y miles de personas arrebatan Catar para acompañar a sus selecciones. Una hermosa acepción del concepto bandera.

La narrativa tiene un valor incalculable. Cómo acompaña el relato, eh. El Messi más canchero gana el Mundial tras arrojar carácter y rendir al mejor nivel de su carrera. 35 años, que se dice pronto. Por fin lo que le distanciaba de Maradona. Lo que tanto le pedían en su tierra. Tras abandonar la selección. Tras perder en 2014. Y la foto con Roberto Cejas, el hombre que aupó a Maradona al cielo en el 86. Nuestro compañero Marcos Durán pensaba que era imposible. Hoy está en Catar y cree. Como todo el pueblo argentino. Llevar su nombre a la cima. Volver a rezar, interiorizar lo sobrenatural, a su Messi.

Mbappé es la nueva era. Vence su segundo Mundial consecutivo con 23 años y 363 días. A ver quién lo para. Y quién le niega que el relevo ya está aquí. Imparable. Un avión. Un chut biónico. ¿Un Balón de Oro? Francia se confirma como la gran potencia. Ha podido con todo y contra todos. Contra viento y marea. Frente a la gripe. Sin Pogba, Kanté, Kimpembe, Lucas, Nkunku y Benzema por lesión. Ay si a cualquier otra selección le quitan a futbolistas de esa talla. Sería imposible. El nuevo dios del fútbol habla francés. Como se puede apreciar, siempre hay que hacer caso a ABBA: the winner takes it all (el ganador se lo lleva todo).

Ellos

El bolígrafo que escribirá este capítulo único es redondo y estará controlado por Deschamps, Scaloni y más de 50 jugadores de élite mundial. El seleccionador argentino guarda silencio con el once. Podría repetir con De Paul, Enzo, Mac Allister y Paredes en el medio o confiar en Ángel Di María. Arriba, Julián Álvarez se ha consagrado como una de las revelaciones del Mundial y tiene asegurado su hueco. De hecho, Lautaro llega con problemas físicos. Atrás, Dibu Martínez, Cuti Romero, Otamendi y Nahuel Molina tienen el sitio. Parte con ventaja Acuña sobre Tagliafico. Otra variable es que el técnico apueste por tres centrales, dando entrada a Lisandro Martínez y sacrificando a Paredes en la medular. No entrarán, seguro, ni el Kun Agüero ni Gio Lo Celso, aunque estén con el grupo, como dos más, apelando al espíritu de equipo por el que ha abogado el seleccionador. Este sábado no hizo charla previa al entreno, fue al acabar. Tiró del lado emotivo, apelando a lo que han vivido en estos cuatro años.

Deschamps cantaría el once de carrerilla si no hubiera gripe de por medio. A priori, todos los jugadores estarán disponibles. Por lo que... Lloris, Kounde, Varane, Upamecano, Theo Hernández; Rabiot, Tchouameni; Dembélé, Griezmann, Mbappé; Giroud. En las últimas horas, eso sí, la prensa francesa desliza una variante: la posible entrada de Marcus Thuram. Los buenos minutos del atacante del Borussia Monchengladbach en semifinales le abren la puerta. En ese caso, caería sobre el costado izquierdo, dejando a Mbappé en la punta del ataque y a Giroud en el banquillo. Esta fórmula asegura más velocidad en el contragolpe a cambio de perder la figura del rematador, representada por el que es ya máximo goleador histórico de su selección. El '9' está tocado, con molestias en la rodilla.

La emoción

"Intento no emocionarme. Es muy difícil. Creo que estoy en el lugar soñado para cualquier argentino", pronunciaba con la voz resquebrajada Scaloni. Francia, más mecánica, lleva otro discurso. Al menos, Giroud: "En el pasado hemos demostrado ya saber tener esa mentalidad luchadora y fuerte". Reacciona el seleccionador de la 'Albiceleste': "Todos actuarían de la manera en la que actúo yo. Cuando juegas con tu selección y representas a tu país, es imposible no hacer lo que hacen estos chicos".

Una batalla encarnizada. "Tenemos que estar preparados en todos los aspectos, para cualquier cosa, para sufrir, para hacer esfuerzos. En los momentos difíciles, la gente estaba con nosotros. Sentimos el apoyo de la gente, todos somos hinchas". El entrecomillado hace referencia a las palabras de varios de los protagonistas. Porque el discurso, en definitiva, es igual. Tras ellos, las lágrimas de millones de ciudadanos, una creencia ciega en que la moneda caerá de su lado. Desde la emoción, desde la fuerza, desde el fútbol.

La sede

Lusail. El templo argentino. Cuántos minutos de sufrimiento ha pasado la hinchada entre sus paredes. La 'Albiceleste' disputó la primera y segunda jornada en el estadio de la final. Para aquel entonces, las porras temblaban ante la posibilidad de que Argentina se fuera a casa a las primeras de cambio. Regresaron a casa para los cuartos, también para las semis. El colorido no engaña: siempre hubo dominio de los devotos de la cuadrilla de Messi.

El estadio fue inaugurado en 2021. Qué paradoja que un feudo con tan poca historia pueda mostrar al '10' levantando la Copa del Mundo. De hecho, su nombre oficial es "Estadio Icónico de Lusail". "Icónico". Tiene capacidad para 88.966 espectadores y presentará un lleno hasta la bandera. Miles de ilustres estarán presentes en sus gradas. Se ha colgado ya el cartel de no hay billetes, pero la reventa continúa imparable. El precio se va hasta los 2.700 euros, en los mejores casos. La policía anda detrás de este negocio y varias personas ya han sido detenidas por ello. ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por ver a tu país ganar un Mundial?

Precedentes

Nunca se ha dado un Argentina-Francia en una final de un Mundial. Será inédito, otra señal para que sea un partido inolvidable. Aunque sí se han visto la cara hasta en tres ocasiones en una Copa del Mundo: los argentinos ganaron en 1930 y en 1978; mientras que Deschamps consiguió batir a la 'Albiceleste' en octavos de final del pasado campeonato por cuatro goles a tres. En total, se han medido en doce ocasiones con mejor balance para los sudamericanos: seis triunfos contra tres franceses y otros tres empates.

Ambos persiguen su tercera corona. Argentina ha ganado dos de las cuatro finales que ha disputado. Venció en 1978 a Países Bajos (3-1) y a Alemania Federal en 1986 (3-2). En 1930, Uruguay les tumbó 4-2. Más reciente es el de 2014, con aquel tanto de Gotze que tanto daño hizo en el pueblo argentino.

Francia tiene un mejor índice de éxito. Solo ha perdido la final de 2006 en la tanda de penaltis ante Italia. Fue el partido del cabezazo de Zidane. En el 98, arrollaron a Brasil (3-0). Los de Deschamps vienen de ser campeones en la edición de 2018, ante la revelación Croacia (4-2).

Datos

No existe gran historia sin dato que la avale. Y, pase lo que pase con el resultado, habrá otra serie de registros a los que no perder ojo. Messi superará a Lothar Matthaus como el jugador con más partidos en la historia de los Mundiales (26). El argentino se enfrentará a Mbappé, en la disputa por la Bota de Oro: ambos llevan cinco goles, pero el ex del Barcelona lleva una asistencia más (3-2).

Griezmann y el mencionado Mbappé, además, se convertirán en los primeros jugadores de la historia de Francia que disputan siete encuentros en dos Mundiales seguidos. Como Deschamps, aunque él lo vive desde el banquillo. Si vence, será el segundo entrenador de siempre que consigue ganar dos Copas del Mundo tras Vittorio Pozzo (Italia, 1934 y 1938).

Quien gane, se colocará con tres Mundiales. Solo tendrá por delante a Italia (4), Alemania (4) y Brasil (5). Y Argentina, si pierde, empatará con los germanos con cuatro finales con fracaso: 4.

Recuerden: el ganador se lo lleva todo. Prepárense para una guerra sin cuartel. A tumba abierta. Detrás de una simple copa hay todo un país detrás. Con sus costumbres, tradiciones, cultura, valores y alma. Es un grito roto, al cielo de Lusail. Retumbar los cimientos del planeta. Llevar una bandera a lo más alto, con todo el planeta de testigo. En cada rincón. Es el sueño de tantos niños y niñas, que golpean una lata, una piedra, pensando en que, algún día, ellos y ellas estarán ahí. Hoy están Argentina y Francia. Durante 90 minutos, el mundo parará. Y ahí se encontrarán, en el Mundial de Catar, 22 personas dando patadas a una pelota. Los tiempos cambian, el romanticismo permanece. El balón nunca engaña.