Entradas para la final del Mundial de Catar: caos, precios disparados y hasta detenciones

"Queremos que gane Francia, así habrá más entradas", decían los aficionados de Argentina el martes, después de ganar a Croacia en semifinales y antes de que se disputara el encuentro entre Marruecos y Francia. El motivo es que la afición marroquí es una de las más numerosas en Catar y una final ante ellos habría puesto, aún más difícil, la posibilidad de conseguir una entrada para la final del Mundial de Catar entre Argentina y Francia.

Confiaban los argentinos que ante los franceses sería más sencillo, aunque sus deseos no se han cumplido, porque conseguir entradas es una misión imposible estos días en Doha. Esto ha provocado que los hinchas se manifiesten delante del hotel donde están alojados los dirigentes de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), creando un caos que llegó a ocasionar alguna detención. Los seguidores se quejan de que no han sacado a la venta las entradas que les dio FIFA, al menos no al precio oficial. La gran mayoría han ido directas a la reventa para obtener aún más beneficio, algo que está provocando que los aficionados sin un alto nivel adquisitivo no puedan adquirir una localidad.

Más problemas: desde hace días corre el rumor de que FIFA va a sacar 10.000 nuevas entradas en su portal oficial, pero pasan las horas y eso nunca se produce. Son muchos los bulos que circulan en estas horas previas a la final, intentando jugar con las ilusiones de unos aficionados en los que crece la desesperación a medida que se acerca el partido.

La única opción, ahora mismo, es la reventa. Pero a precios prohibitivos: las localidades más baratas están ya a 2.700 euros. La Policía está atenta para evitar fraudes y abusos de personas que tienen en su poder localidades con las que hacer negocios y ya han detenido a varias personas por este motivo.

El estadio de Lusail tiene una capacidad para 90.000 aficionados, aunque parece que no van a ser suficientes para acoger a todos los aficionados que quieren acceder. De acuerdo con las últimas cifras proporcionadas por la embajada de Argentina en Doha, hay alrededor de 30.000 argentinos en Catar y varios de ellos no tienen entradas. Un caos que se alargará hasta los instantes previos al encuentro, porque la estrategia de algunos en otros partidos ha sido esperar hasta el final para que los reventas que no han logrado vender las entradas acaben aceptando un precio menor.