Máxima presión para un Rubiales que se aferra a su Asamblea

Luis Rubiales cumple este miércoles 46 años. Ironías del destino, lo que debía ser uno de sus celebraciones más felices tras coronarse España como campeona del mundo y asentado como presidente de la Federación una vez superada la crisis de los audios, se ha convertido en una auténtica pesadilla. El presidente vivió este martes uno de los peores, si no el peor, día al mando y su futuro ya es toda una incógnita. Pese a que él hasta el momento no ha mostrado intención alguna de presentar su dimisión, ya está sobre la mesa la posibilidad de que el CSD intervenga o se pueda dar una inhabilitación para el mandatario vía TAD. De hecho, el CSD puede enviar un escrito para que abra expediente hasta el punto de estar suspendido temporalmente hasta la tramitación de este mismo. Este proceso se puede dar, incluso, en una semana. Víctor Francos ya matizó que decidiría de forma urgente, una vez llegue la resolución de la investigación federativa y se estudien las denuncias presentadas.

El propio mandatario, por el momento, se mantiene en silencio. Su última aparición pública fue a primera hora de la mañana en Moncloa, donde la Selección fue recibida por Pedro Sánchez, presidente en funciones. Desde entonces, se marchó a descansar y no estuvo presente en la rúa de las jugadoras en Ibiza, un viaje que él mismo había previsto cuando entró al vestuario tras el triunfo. Entonces, pronunció que en la isla se casaría con Jenni Hermoso, unas palabras que son parte del conglomerado de escándalos que le podrían costar el puesto. No obstante, pese a que se haya mantenido al margen durante horas, su nombre ha estado muy presente, incluso, para la clase política.

Él, mientras, recibe la confianza de su Asamblea, como se lo harán saber en una reunión de este viernes a partir de las 12:00 en Las Rozas. Allí, los presidentes de las territoriales le brindarán su apoyo y expondrán que es la persona idónea para continuar en el cargo. Aun así, no le servirá para aferrarse al cargo si el Consejo Superior de Deportes decide intervenir. Una insospechada víspera de cumpleaños, repleto de presión sobre su figura y sin apenas apoyos, más allá de su Asamblea...

En torno a las 9 de la mañana y con jugadoras y cuerpo técnico cansadas por la celebración del Mundial la noche anterior en Príncipe Pío, la Selección acudió a Moncloa para ser recibida por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones. El líder del PSOE se mostró muy cordial con todas las jugadoras, a las que dedicó una sonrisa, un apretón de manos y dos besos. Un semblante que cambió rotundamente cuando le tocó cruzarse con Luis Rubiales. Ambos intercambiaron un apretón de manos, pero Sánchez se mantuvo serio y no intercambió palabra con el mandatario federativo.

A posteriori, se efectuó la foto protocolaria en la que, de nuevo, Rubiales cayó a un segundo plano. El presidente fue alejado del centro de la escena, donde posó Pedro Sánchez con algunas futbolistas. El exfutbolista, por el contrario, se quedó en un lado, pasando inadvertido y con gesto serio...

Una vez concluida la celebración, más cargos públicos se pronunciaron en torno al tema. Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras, exigió su dimisión: "Le sobran ya minutos de ser presidente porque no se puede andar así por la vida. No puede ser presidente alguien con estas actitudes".

Más peso coge el discurso de Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados: "Lo que no está bien hecho siempre tiene que tener consecuencias, sobre todo, si ha indignado a todo un país y perjudica la buena imagen de España". Los dos partidos más votados de las pasadas elecciones se posicionan de la misma forma en torno al comportamiento de Rubiales... Feijóo no se pronunció, si bien su comparecencia estuvo destinada a informar sobre la reunión que había mantenido con Felipe VI.

Además, el conflicto ya tenía dimensión internacional y, por ejemplo, se pronunció Rummenigge con un discurso en el que hizo ver que estaba a favor de Rubiales con una desafortunada reflexión: "No hay que exagerar. Cuando te proclamas campeón del mundo, pues te emocionas. Lo que hizo estuvo, con todo respeto, absolutamente bien. Cuando ganamos la Champions, llegué a besar a hombres, no en la boca pero sí de alegría".

En torno a las 13:00, Relevo informó que Rubiales rogó a Jenni Hermoso que apareciese con él en el vídeo-comunicado de "disculpa". Se encontró con la negativa de la jugadora, que alegó que tenía que pedir perdón quien considerase que tenía que hacerlo y no ella. Una vez llegada a esta postura, Jorge Vilda se acercó a familiares de la campeona del mundo, tratando de que la convencieran de que 'recapacitase' en su postura. También con el mismo resultado.

Horas antes, la Federación había compartido con las agencias, que posteriormente distribuyeron esa información a los medios de comunicación, unas supuestas palabras de Jenni Hermoso, en las que resta importancia a lo ocurrido con Rubiales. Según ha podido conocer este medio, ese discurso ni lo pronunció ni lo escribió la jugadora, sino el propio departamento de comunicación de la Federación. Una información que tuvo una enorme repercusión dentro del fútbol español, que se posicionó en masa contra el comportamiento del organismo.

Hasta el momento, la única intervención pública del presidente del Gobierno sobre la crisis de Luis Rubiales era su lenguaje no verbal en la recepción al presidente de la Federación. Ya a mediodía, compareció, y se mostró contrario a lo ocurrido: "Lo que vimos fue un gesto inaceptable; las disculpas son insuficientes e inadecuadas. En primer lugar, las jugadoras lo han hecho todo para ganar. Es verdad que ha habido comportamientos como el del señor Rubiales que demuestran que en el país nos queda un largo camino que recorrer. Tiene que seguir dando pasos el señor Rubiales".

Si bien no pronuncia en momento alguno la palabra dimisión, Pedro Sánchez exige al máximo mandatario de la RFEF a "seguir dando pasos", lo que se podría traducir precisamente en dejar el cargo o en mostrar un discurso más limpio y claro sobre su postura actual. También quiso matizar, tal y como marcan la ley o los estatutos, que él como presidente no tiene potestad para destituir a Rubiales. Esto corresponde al CSD y, en segunda instancia, al TAD.

A lo largo del día, decenas de cargos públicos ofrecieron su visión sobre la situación. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, pidió su dimisión, cargando duramente contra él: "Es tan surrealista ver al energúmeno este actuar... Me cuesta trabajo pensar que un ejemplar de estas características pueda tener la responsabilidad que tiene en la FEF. Lo mejor que podía hacer por el fútbol español es irse". Mientras, una concejala del PSOE en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez, inició una recogida de firmas en Change.org, que alcanzó en pocas horas las 8.400 firmas.

El Sindicato AFE denunció el comportamiento de Rubiales con Hermoso y pidió su dimisión. En caso contrario, exigió la aplicación de la nueva Ley del Deporte contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y anunció el envío de un escrito al CSD para instarle a actuar. Más problemas para el presidente de la RFEF con la petición de Irene Lozano, expresidenta del Consejo Superior de Deportes, al organismo que presidió sobre tomar cartas directas en el asunto o con la denuncia de Estrada Fernández.

A lo largo del día, dos jugadoras se pronunciaron abiertamente sobre lo ocurrido. Ambas, aunque con matices, coincidieron en la necesidad de dejar de hablar del tema y de centrarse en la celebración como campeonas del mundo. La primera fue Ivana Andrés, en Telecinco: "Estos dos meses se ha portado muy bien con nosotras. El gesto es un error y él ya ha pedido perdón. Esto no tiene que empañar nuestro Mundial y el ser campeonas del mundo".

A posteriori, en una entrevista en ABC, le tocó a Irene Paredes: "Está claro que fue desafortunado, pero, como te decía, nosotras estamos muy felices por lo que hemos conseguido y no queremos que se empañe todo esto, sino que se valores y que lo disfrutemos mucho".

Por el contrario, las diez jugadoras que viajaron a Ibiza para tomarse unos días de vacaciones y subirse a un nuevo autobús para el paseo triunfal por las calles de la ciudad no tomaron partido. Ellas se centraron en seguir disfrutando del histórico éxito del fútbol español en una localidad a la que no acudió el propio Rubiales.

Yolanda Díaz ya había pedido públicamente la dimisión de Luis Rubiales, pero los acontecimientos sucedidos a lo largo del martes le llevaron a reafirmarse en su idea. A media tarde, la presidenta de Sumar reaccionó a la información de Relevo en los siguientes términos: "Esto es un jefe presionando a una trabajadora para que encubra el abuso que ha sufrido. Es gravísimo y denigra al deporte español. Debe dimitir de inmediato".

La política, horas más tarde, confirmó una información de Eldiario.es, que anunciaba la denuncia de su formación a Rubiales ante el CSD: "Desde Sumar hemos denunciado lo sucedido con el Señor Rubiales ante el Consejo Superior de Deportes por infracción grave. Las Federaciones deportivas están sometidas a Ley del Deporte y el CSD debe actuar para que el machismo no quede impune".

Tamara Ramos fue una de las primeras personas en denunciar la actitud de Luis Rubiales. Ambos coincidieron en la AFE, cuando él era presidente y ella ejercía como directora de marketing. "He sufrido humillaciones, golpes, palabras que no puedo repetir por el horario en el que estamos... ha sido una barbaridad durante mucho tiempo", afirma en declaraciones a El programa del verano de Telecinco. Además, la cofundadora de Futbolistas ON añadió que en alguna ocasión el todavía presidente de la RFEF le preguntó por el color de su ropa interior.

Una de las opciones para que Rubiales tenga que abandonar de inmediato el puesto federativo es que sea sometido a una moción de censura por parte de su propia Asamblea. Algo que, salvo sorpresa, no sucederá. El presidente tiene una gran relación con sus homólogos de las territoriales, que se reunieron de urgencia con el fin de emitir un comunicado conjunto respaldando su figura. Sin embargo, como informó Cope, no hubo unanimidad.

Se ha abogado entonces por la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria, programada para este viernes 25 de agosto a las 12:00 en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Esta reunión no tendrá consecuencias para Rubiales. Más bien le reforzará su figura al frente de la RFEF.

Eso sí, la propia Federación ha informado de sus protocolos a seguir en el comunicado: "En base a los últimos hechos acontecidos durante la ceremonia de premiación del Mundial femenino conquistado por la Selección Española el pasado domingo en Sídney, se quiere informar de que están abiertas las diligencias internas de la Federación referentes a asuntos de Integridad, así como el resto de los protocolos aplicables". Así se lo había reclamado Víctor Francos, tal y como desveló a posteriori en las radios. Una vez concluya la investigación, de forma "muy urgente", el CSD tomará la decisión de ascender el tema al TAD o no.

Aferrarse a su Asamblea es lo que le queda al presidente de la Federación, que vive este miércoles su cumpleaños más amargo. Los asambleístas y los presidentes de las territoriales consideran que es la persona idónea para dirigir la RFEF y así se lo harán saber el próximo viernes. Mientras, el Gobierno, la clase política, el Consejo Superior de Deportes y el TAD podrían acabar de forma prematura con su mandato. Máxima presión para un Rubiales contra las cuerdas...