Otro enfado del Bayern con el Barça un año después: "No entiendo que flirteen ofensivamente con Kimmich"

Nuevo lío entre el Barcelona y el Bayern de Múnich. Heiner, presidente de la entidad alemana, ha realizado unas declaraciones cargando contra la actitud que han tomado desde la Ciudad Condal con respecto al posible fichaje de Joshua Kimmich. En las oficinas del Camp Nou valoran como una opción la llegada del jugador alemán para suplir a Sergio Busquets y así lo han manifestado en alguna comparecencia. Sin embargo, desde el Allianz Arena no tienen en mente venderlo y al máximo mandatario no le ha hecho especial gracia ese coqueteo.

"Lo primero de todo, Xavi fue un excelente jugador y tengo un gran respeto por él y por el Barcelona. Pero no entiendo por qué están flirteando abierta y ofensivamente con nuestro jugador. Joshua Kimmich es una piedra angular absolutamente para nosotros. Joshua es un líder, ha ganado muchos títulos con nosotros y también seguirá haciéndolo en el futuro. Está firmemente en nuestro planes y es uno de los jugadores alrededor del cual construir el equipo", expresa en Sky Sports.

Así se pronunció el entrenador del Barcelona sobre la posible llegada del alemán: "Coincidimos en un actor de Catar. Hablamos mucho, pero él tiene contrato. Depende mucho de su decisión, de su deseo. Mira Robert. Son perfiles muy buenos". Desde luego, una declaración de intenciones que deja la pelota en el tejado del jugador y en su voluntad de vestir la camiseta del Barcelona o continuar defendiendo los colores del Bayern de Múnich.

Kimmich, en su día, ya manifestó su predilección por el estilo de Xavi Hernández: "Ha sido siempre mi modelo a seguir". En ese momento, el técnico apenas tenía experiencia en los banquillos y no había llegado al Barcelona, pero no deja de ser significativo. Ahora, el mediocentro tiene la oportunidad de ser entrenado por su ídolo, pero tiene contrato y media una operación de enorme dificultad.

El Bayern ya ha anunciado que hará una gran inversión en el primer equipo en busca de volver a pelear la Champions y no sufrir tanto en la Bundesliga como en la campaña recién finalizada. Por tanto, no necesita vender y menos a un jugador capital que es de los ejes sobre los que "construir el equipo".

A diferencia del caso de Robert Lewandowski, en el que pesó su edad y la enorme voluntad del jugador por cambiar de aires, a Kimmich no le bastará con solo querer ni tampoco al Barcelona con realizar una oferta leve. Más bien, deberá realizar una fuerte inversión y esperar a que el futbolista fuerce la máquina en exceso.

Por el momento, no parece que vaya a suceder. Al menos, las palabras de Heiner así lo dejan entrever. Es más, la actitud de Xavi y del Barcelona de "flirteo" ha enfadado profundamente al mandatario, tal y como sucediera la pasada campaña precisamente con el delantero polaco.

Salihamidzic, director deportivo, se pronunció así tan solo unas semanas antes del anuncio oficial: "Que Lewandowski se vaya este verano no es una opción. Tiene contrato hasta 2023. Tendremos algunas charlas pronto y veremos cómo se desarrollan y cómo actuar después. Queremos que se quede". Le preguntaron por qué haría si llegaba una oferta de 50 millones del Barcelona y respondió tajante: "No lo aceptaría".

Aquella respuesta envejeció mal, aunque son casos diferentes. Sin ir más lejos, Kimmich aún tiene contrato hasta el año 2025 y un prometedor futuro por delante, mientras que el ahora delantero blaugrana ya había cumplido un ciclo y contaba con la firme intención de salir rumbo al Camp Nou.

A posteriori, Salihamidzic se mostró muy enfadado con la actitud que habían adoptado tanto el Barcelona como el propio Robert Lewandowski a la hora de gestionar el fichaje: "Con Laporta ya hablaré cuando nos veamos la próxima vez. Al jugador no le comprendo. Mi padre me enseñó que cuando uno se va nunca cierra la puerta con el trasero. Robert va camino precisamente de hacer esto".

Se refiere a palabras de Lewandowski, una vez llegó a la Ciudad Condal: "Siento que estoy en la posición correcta y en el sitio correcto. Lo que pasó en las últimas semanas antes de que saliera del Bayern también fue política. El club intentó buscar una pelea para justificar mi venta porque a lo mejor era difícil de explicar a los aficionados. Yo tengo que aceptar esto incluso si hubo muchas mentiras sobre mí".

Pese a que aquel episodio fuera más con el propio Lewandowski que con el Barcelona, tampoco se vio al Bayern especialmente cómodo con el comportamiento del club. Un año después, la historia se repite: el Bayern vuelve a cargar públicamente contra el Barça. Esta vez, por Kimmich. En aquel entonces, también se insistió en que era "imposible". Como ahora. ¿Tendrán la misma conclusión?