El Atlético quiere convencer a Simeone con un contrato hasta 2027

El Atlético quiere quedarse con Diego Pablo Simeone a toda costa y por eso pretende atarle con un contrato hasta junio de 2027. Ésa es la propuesta que Gil Marín presentará a su hermana, Natalia Simeone -la mujer que convirtió al Cholo en el técnico mejor pagado del mundo-, con el objetivo de que las actuales negociaciones lleguen a buen puerto y que incluso se puedan cerrar en el próximo parón de Liga. El objetivo es rubricar el acuerdo antes de que avance más el calendario y no supeditar la decisión a los resultados que vayan consiguiéndose en Champions o en LaLiga.

Según pudo saber Relevo, los emolumentos del argentino ascienden en la actualidad a los 45 millones de euros brutos en este último año de vinculación, donde se incluyen bonos de todo el contrato, ficha y demás variables. La ampliación, en un principio, se pensó por dos temporadas pero en estos momentos la estrategia pasa por ofrecerle tres más, reduciendo su salario por campaña entre el 45-55%. Así que la propuesta consiste en cobrar lo que le resta de la 2023-24 (45 millones) más lo que le ofrece por las tres siguientes para que el Cholo ingrese en total más de cien millones.

Simeone contribuiría así a que las arcas del Atlético de Madrid, en una situación delicada desde la crisis de la pandemia, respiren un poco aunque él no vería con malos ojos firmar sólo hasta 2026. Jugadores de la talla de Griezmann (y otros) ya se han rebajado el sueldo para seguir en el club rojiblanco, así que la intención de los dirigentes pasa ahora por ahorrarse este año con el entrenador argentino unos 19 millones de euros y así ajustar todavía más el límite salarial de la plantilla.

El Atlético y Simeone llegan al momento clave que han ido postergando desde el pasado mes de enero, cuando el Real Madrid eliminó de la Copa y dejó al equipo rojiblanco con el único objetivo de clasificarse para la actual Champions: "Hablaremos sobre lo que nos conviene a todos". El técnico sembró la duda sobre futuro porque desde la propia planta noble del Metropolitano se había puesto en duda su figura antes del Mundial de Catar y porque, por primera vez en 12 años, acude a la negociación para renovar su contrato en inferioridad de condiciones.

Por el medio, incluso, un homenaje por parte de la entidad, en el pasado mes de marzo, cuando se convirtió en el entrenador de la historia del Atlético de Madrid con más partidos una vez superado los 612 encuentro de Luis Aragonés, y donde no se sugirió, ni mucho menos oficializó, que la relación contractual iba a extenderse más allá del 30 de junio de 2024. Al revés, hasta el propio Diego Pablo Simeone reconocía en las conferencias de Prensa que su vinculación hasta 2024 dependía de que el equipo se metiera en Champions. Esas sensaciones han cambiado.

Ese 11º billete para la máxima competición continental se certificó matemáticamente el 21 de mayo, después del 3-0 ante Osasuna, pero lo máximo que llegaba a decir Simeone sobre su futuro era: "Estoy en paz, en el lugar que quiero". El técnico argentino dibujó junto a Andrea Berta y Miguel Ángel Gil Marín la plantilla de la 2023-24 antes de marcharse de vacaciones y nada más arrancar la pretemporada, en Los Ángeles de San Rafael, mantuvo un cónclave en Segovia para acordar, entre otras cuestiones, su futuro en el Atlético de Madrid.

Arrancó el curso y el comentario por ambas partes que hacía en privado era el mismo: "No va a haber problema". Miguel Ángel Gil Marín entiende que Simeone supo dar la vuelta a la situación comprometida que atravesó el Atlético antes del Mundial y que, además, ha sido el técnico que ha cambiado la historia reciente de la entidad. No quiere ser él, ni mucho menos, quien decida no continuar con el Cholo.

El entrenador, por su parte, ha encontrado en estos últimos meses el respaldo que ha ido demandando. Por ejemplo, los comunicados de Gil Marín (dos oficiales y uno encubierto) contra los arbitrajes sufridos contra el Real Madrid. Asimismo, siempre ha sentido el apoyo mayoritario de la grada. De ahí su discurso de las cuatro patas: "Debemos estar unidos jugadores, cuerpo técnico, afición y directivos". Además, en el aspecto social, el propio Gil Marín ha aplacado los ánimos entre su propia masa social desde que aceptara ese referéndum para cambiar el escudo de la entidad a partir de la 2024-25.

Ya en 2016, tras la final de Milán, Simeone se redujo la duración de su contrato (de 2020 a 2018) por las dudas que sintió por parte de la entidad en aquel momento (aunque con una mejora de emolumentos incluida). Simeone ha disfrutado de cinco renovaciones de contrato y todas ellas vinieron, al menos, con 17 meses de antelación, a excepción de la última, en julio de 2021, con sólo un año de antelación, cuando coincidió la pandemia y justo después de levantar el título liguero.

Ahora Simeone sellaría su renovación con menos de ocho meses de antelación y después de que el Atlético se haya embolsado desde 2014 alrededor de 700 millones de euros sólo por ingresos directos de las competiciones UEFA. A falta del reparto monetario oficial de la 2022-23, donde el Atlético cayó en fase de grupos, el club rojiblanco acumula 643,13 millones de euros, según los datos que aporta la propia entidad a través de sus balances económicos.

El Atlético pone sobre la mesa al Cholo más de 100 millones de euros a cobrar en cuatro temporadas. Ahora bien, quedaría por definir otros aspectos importantes dentro de la organización, como el futuro del Profe Ortega, que a diferencia del resto del cuerpo técnico, su contrato no va vinculado al de Diego Pablo Simeone…