La agonía económica del Barça oculta a los verdaderos sufridores del mercado: Sevilla, Getafe, Levante y Cartagena
Excedidos en su límite de plantilla y con urgencias para renovar y aligerar los salarios de su plantilla: los otros 'sufridores'.
Mirar la página de inscripciones oficiales del Barcelona, ahora mismo, asusta un poco. En una temporada tan abarrotada de partidos, con más encuentros de Champions y con varias lesiones ya en el vestuario azulgrana, hay una cifra peligrosa: 23 jugadores de campo disponibles, contando entre ellos al menos a 7 jugadores recién ascendidos del filial... No va a ser un campaña fácil para los de Flick. Su mercado, un año más, ha sido tortuoso. Muy complicado por la venta fracasada de Barça Studios y por la falta de contundencia en las medidas de recuperación de la directiva de Laporta.
El no fichaje de Nico Williams, la extraña salida de Gundogan, la oportuna lesión de Christensen o los presuntos intereses por Rafa Leao o Bajcetic han servido de parapeto a otras situaciones supercomplicadas que han estado viviendo otros clubes de LaLiga, tanto en Primera como en Segunda.
Son cuatro los principales afectados. Dos en LaLiga EA Sports: Sevilla y Getafe, con límites de plantilla excedidos y muchas complicaciones para moverse en esta ventana de transferencias (en el caso del Sevilla, a pesar de la venta de En-Nesyri). Y dos en la Hypermotion: el Cartagena y sobre todo el Levante.
En Sevilla, en realidad, ambos clubes estaban fatal (en términos de control económico) al terminar la temporada. El Betis, sin embargo, ha concluido con éxito su ampliación de capital y ha manejado con mucho sentido sus salidas, quitándose fichas superelevadas como la de Fekir y entrando en la regla 1 a 1. De hecho, animó el mercado, entre el portazo del Madrid por Ceballos y el fichaje final de Lo Celso.
El Sevilla es que empezaba bastante peor que su vecino. Está viviendo la realidad que otras veces han sufrido clubes que crearon plantillas para competir en Champions pero que cayeron enseguida. Salir de ese pozo siempre es complicado y ellos lo están solventando (a pesar de las dificultades) mejor que muchos otros que pasaron por su misma situación y que descendieron o estuvieron a punto.
Llevan ya un tiempo renovando su plantilla y devolviendo la sensatez a los salarios de los jugadores. Han salido muchos (Gattoni, Mir, Januzaj, Ramos, Delaney, Dmitrovic, Augustinsson, Acuña, Óscar Rodríguez, Joan Jordán, además de Lamela y Óliver, que acababan contrato y Rakitic y Fernando, que se fueron en enero). Alguno por cantidades muy jugosas como En-Nesyri por 20 millones al Fenerbahçe. Sigue estando sobrepasado del límite salarial y las ha pasado canutas para inscribir a Valentín Barco, su último fichaje después de que se le cayera una venta de Montiel al PSV que llegó a tener muy avanzada. Eso les hizo tener que casi regalar a Acuña para inscribir a Iheanacho. Siguen teniendo salarios muy elevados de épocas pasadas (Nianzou, Marcao, Ocamos o Suso), pero cada vez menos.
Para el Getafe también han sido unas duras semanas. Pensaban vender lo que no han vendido y, claro, sin quitarse sueldos altos ha sido casi imposible moverse para conseguir fichajes de relumbrón. La cesión de Álvaro Rodríguez por parte del Real Madrid ha sentado como el gran éxito de este mes, después del jaleo por el viaje presuntamente no consentido de Ibrahim Adel desde Egipto. A Bordalás le espera otra temporada de tirar de recursos propios para ser, como siempre, un club competitivo de Primera.
También en Segunda
Los dos que peor lo han pasado para cuadrarse con el control económico en LaLiga Hypermotion han sido el Levante y el Cartagena. Los primeros tenían una de las plantillas más potentes y caras de la categoría el primer año tras descender (temporada 2021/22). Arrancó muy mal el Levante con Nafti y a partir de la llegada de Javi Calleja logró encontrar el tono hasta alcanzar la tercera plaza para jugar playoff y rozar el ascenso directo. Ahí cayó en el 129' con el gol de penalti de Asier Villalibre y el castillo de naipes se empezó a desmoronar. La pasada campaña ya se empezó a ver un Levante más low cost, con la salida de muchos activos importantes como Vicente Iborra (que esta temporada ha vuelto con los granotas).
La planificación del club pasaba por volver a Primera por la vía rápida, pero el ascenso frustrado le hizo tener que replantear su estrategia. Llegaron futbolistas de nivel de la categoría como Sergio Lozano y Dela (Villarreal B), Oriol Rey (Mirandés) o Iván Romero (Tenerife). El objetivo seguía siendo mirar arriba, pero no le dio. A nivel económico y tras ese palo en el playoff, el Levante vendió a Marc Pubill al Almería por 5 millones y a Pepelu al Valencia por la misma cantidad, aunque en dos plazos (al final el club sí tuvo ingresos por venta, lo que hace menos entendible su situación a partir del ascenso frustrado).
Esta temporada ha sido sonada la vuelta de Morales e Iborra, pero al margen de ellos, el único fichaje importante ha sido el de Elgezabal (seguramente petición de Julián Calero, que lo tuvo en Burgos). Morales e Iborra, en sus presentaciones, hicieron referencia a que salieron del club para ayudarlo económicamente. La llegada de Julián Calero puede ir en la dirección de sacar máximo rendimiento a una plantilla algo más limitada, cosa que ya consiguió en Burgos, donde rozó el playoff, y en Cartagena, al que salvó de manera milagrosa tras hacer una primera vuelta de 15 puntos y pulverizar varios récords en la segunda.
Al Cartagena le ha podido pasar factura la inversión en el mercado invernal de la temporada 2021/22. Verse cerca del playoff le empujó a echar el resto por reforzar una plantilla que Luis Carrión tuvo entre los seis primeros puestos en 13 de las primeras 21 jornadas. Tras no alcanzar la sexta plaza, también tuvo que replantear su objetivo y ya lo pasó mal en el anterior mercado (estuvo sin fichar 32 días entre julio y agosto).
En una rueda de prensa muy viral de final de mercado de la temporada pasada (5 de septiembre de 2023), Manuel Sánchez Breis, director deportivo y mano derecha del presidente (Paco Belmonte), calificó el mercado como el peor verano desde que Paco y él están en el fútbol en Cartagena. Desde entonces, el club ha ido arrastrando esos problemas. Ese día, Belmonte alzaba la voz y pedía "dar pasos adelante en un proyecto que está totalmente consolidado en el fútbol profesional". "La anterior etapa en la que un proyecto estuvo consolidado en la Región en el fútbol profesional no sé de cuándo data y eso hay que valorarlo. Cartagena existe y lo tienen que ver en Cartagena y en la Región", dijo haciendo referencia a la falta de apoyos que notaba hacia el club.
Llamaba la atención que no se volcara ninguna institución como sí hacen en Burgos o Canarias, decía Belmonte. "Parte del déficit que se generó esta temporada viene por una situación que no se tenía que haber dado, que tenía que estar solucionada y sigue sin estarlo. No concibo que el club de fútbol de mayor categoría de la Región no lleve patrocinio. No están obligados a hacerlo, pero si yo estuviera allí pediría informes y eso son dar pasos hacia delante". Al Cartagena le redujo LaLiga el 40% al final del pasado mercado: "No es una cosa solo del Cartagena. LaLiga va cambiando y va apretando cada vez más. Estamos haciendo una liga muy sostenible económicamente, lo cual está provocando otras cosas, pero pertenecemos a LaLiga y hay que adaptarse. Hay que trabajar de aquí a diciembre para que no nos pase lo mismo".
Esta temporada ha cambiado el panorama. Talasur ha dejado de ser el patrocinador principal después de seis años y Salvador Bernal (dueño de la empresa, que llegó a ser vicepresidente del Cartagena) se ha alejado del club, dando entrada a un patrocinio del Ayuntamiento que dará visibilidad a la marca Cartagena en la camiseta desembolsando 60.000 euros por ello. Paco Belmonte comentó que estuvo cerca de cerrar un patrocinio muy importante y que es posible que en septiembre se active ese acuerdo y se convierta en patrocinador principal. Problema con las inscripciones: las dos primeras jornadas no pudo ser inscrito Toni Fuidias, uno de los dos porteros que se han incorporado esta temporada y que a día de hoy ya está disponible con ficha del filial. Paco Belmonte admitía que esta campaña no había ningún tipo de multa por parte de LaLiga.
El verano de la 24-25 no será recordado, ni mucho menos, por las alegrías del mercado de fichajes. Sí hay nombres que llaman la atención: Mbappé, Julián Alvarez o Dani Olmo... pero detrás de esos flashes sigue habiendo muchísimo jugador cedido, cuentas para poder cuadrar refuerzos a pesar de estar excedidos y oportunidades forzadas a jugadores de los filiales, porque no hay dinero para intentar otras cosas. La lógica dice que esta situación tiene que tender a revertirse, los jóvenes a revalorarse y la inercia del mercado a cambiar. A ver si en la 24-25...