Rubi, a un partido de los 100 en el banquillo de un Almería que no reacciona
El proyecto de los indálicos, con el objetivo primordial de volver por la vía rápida a Primera, no termina de arrancar.
El Almería no arranca en esta nueva temporada de LALIGA Hypermotion. Una de las plantillas más potentes de la categoría, que conserva varios activos del proyecto de la pasada campaña en Primera, continúa con su racha negativa al finalizar la séptima jornada de la competición liguera. Los recién descendidos (incluyendo Cádiz y Granada) no carburan, pero es el cuadro indálico el que tiene más problemas de resultados, hasta el punto de ser tercero por la cola a estas alturas.
La llegada de Rubi, el talismán del último ascenso a Primera y posterior salvación agónica, renovaba la ilusión de un entorno que no esboza una sonrisa desde que el catalán dejara el club. Los andaluces intentaron consolidar el proyecto en la máxima categoría de la mano de Vicente Moreno la pasada temporada, pero terminaron aceptando un descenso anunciado muchos meses antes del final de Liga.
Con Rubi en el banquillo, en esta segunda etapa, no cambia la dinámica hasta el momento. El Almería es el equipo más goleado de la categoría (con 15 goles en contra), ocupa plaza de descenso a 1ª RFEF y solo ha sido capaz de vencer un partido. El dato sorprendente es que si contamos los últimos 48 partidos ligueros de los almerienses, donde solo han sido capaces lograr la victoria en cuatro de ellos. Unos números que dejan a las claras que algo no funciona en un proyecto hecho para crecer.
El club confía en Rubi
Mohamed El Assy, director general y director deportivo del Almería, confirmaba al míster mientras explicaba en rueda de prensa la situación actual del club. "Rubi tiene tres años para reorganizar, trabajar y conseguir el objetivo. Hemos afrontado que venimos de nuestro primer fracaso y no ha sido fácil. Es la temporada que más unidos estamos. Vamos a creer en Rubi, que tiene tres temporadas más para sacarnos de esta situación", comentaba el máximo responsable a nivel deportivo del club, recordando los tres años firmados por el míster.
El entrenador, consciente de la importancia de las palabras de Mohamed El Assy, respondía en la previa del último partido en el Ciutat de Valencia. "Esa responsabilidad, que ya me la pongo al 100%, aumenta. Está clarísimo que noto la confianza del cuerpo técnico y del club. En el día a día veo que estamos todos muy coordinados, a pesar de que luego con el tiempo las situaciones puedan ir cambiando", comentaba el técnico de Vilassar de Mar.
Rubi cumplía su partido número 99 como entrenador del Almería en la derrota ante el Levante (4-2), que hacía a los indálicos caer a puestos de descenso. El técnico catalán analizaba que "no podemos buscar prácticamente ningún tipo de lectura positiva, porque no la hay". La confianza en él va más allá de los resultados a corto plazo, pero la necesidad de dar un volantazo a la situación empieza a cobrar importancia.
¿Qué le pasa al Almería? ¿Llegará el momento de su reacción?
La temporada pasada también hubo una dificultad añadida para los equipos que descendían desde Primera. El Elche sumaba 8 puntos y Beccacece estaba en la cuerda floja; Valladolid, con 10, también dudaba de Pezzolano. Ambos entrenadores acabaron la temporada y los vallisoletanos fueron el primer equipo que selló el ascenso. Es cierto que verse en el fondo de la clasificación es comprometido para un Almería hecho para ascender directo, pero si mira al espejo de Cádiz y Granada verá una situación parecida. De hecho, ninguno de los tres ha ganado todavía en casa, lo que corrobora un inicio muy irregular.
Es muy pronto para hacer balances y Rubi lo sabe. "La Segunda son 42 jornadas, siempre hablamos que es una carrera de fondo y una maratón da la casualidad de que son 42 kilómetros. Nosotros estamos en el kilómetro 6 y si en ese momento uno de los etíopes o keniatas va en el grupo medio o bajo y ya está descartado para estar arriba, quizá hasta nos viene bien", explicaba el míster del Almería con ese paralelismo en el que apuntaba que el que va arriba y piensa que va a ascender a estas alturas igual también se le hace un poco largo.
La realidad es que la categoría de plata es para los que tienen paciencia y entienden que las dinámicas son importantes, pero no definitivas. En el kilómetro 7 del año pasado, el Zaragoza era líder y acabó 15º. Del mismo modo, el Oviedo era 21º con 3 puntos (los mismos que el colista) y terminó a un partido de ascender a Primera. El Almería tiene argumentos futbolísticos para creer y la hemeroteca puede ser un buen apoyo para encender la mecha de la reacción.
🤹🤪 Tenemos equipo ganador en el reto del entrenamiento de hoy pic.twitter.com/TKjfBCk5LR
— UD Almería (@U_D_Almeria) September 27, 2024
Uno de los motivos de la crisis almeriense podía estar fuera de lo deportivo, donde Rubi aclaró que "el vestuario ha detectado que uno de nuestros problemas era la unión y la fuerza del grupo. Ha interrelacionado muy poco en algunos momentos entre ellos y eso lo hemos detectado", añadiendo que el idioma tampoco ayudó. Según el míster, esta situación puede ser clave, porque "si en una categoría tan igualada y tan dura hay equipos que lo tienen y tú no lo tienes, ya vas por debajo. La calidad sola, sin unión, sin esfuerzo y sin colectivo, no te lleva al objetivo". El técnico catalán concretaba que eso ya estaba solucionado y daría frutos a medio plazo.
El Almería, que apostó por la continuidad en Segunda de Luis Maximiano, Sergio Arribas, Luis Suárez o Robertone, entre otros muchos, no pasa por su mejor momento. A su favor está el tiempo que queda por delante para encarrilar el camino de este transatlántico fuera de su trayectoria. Rubi ya lo hizo una vez y quiere volver a disfrazarse de amuleto para que el proyecto ganador del UD Almería Stadium retorne a su sitio. Lo más inmediato, el partido 100 del míster, el sábado ante el Burgos a las 18:30 h.