FC BARCELONA

Los últimos 180 minutos en Montjuïc cuestionan las soluciones de la carpeta negra de Flick: "Hay que aceptar partidos así"

El Barça se vio sorprendido primero ante Las Palmas y Leganés, y después evidenció sus problemas de tener un plan B.

Flick, durante un partido de esta temporada. /GETTY
Flick, durante un partido de esta temporada. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Una vez acabó el Barça-Leganés, todos los jugadores abandonaron el césped, los aficionados desfilaron cabizbajos montaña abajo por cosechar la segunda derrota en casa y apenas quedaban operarios y periodistas por el césped de Montjuïc. Hansi Flick cruzó con su carpeta negra y su familia en dirección al párking del Estadi Olímpic para abandonar el recinto. Todavía no había hablado Marcus Sorg y el técnico se iba ciertamente preocupado por una nueva derrota, esta ante el Leganés (0-1), después del subidón del miércoles en Dortmund, pero su Barcelona se ha instalado en la irregularidad que se alarga tras el "shit november", como lo bautizó el técnico. Cinco puntos de 18 en LaLiga y Real Madrid y Atlético ya a la misma altura. El Barça da una de cal y otra de arena.

Marcus Sorg sobre el bache que atraviesa el equipo.

Al margen de los resultados, hay algunos síntomas en este mes y medio que cuestionan esa carpeta negra de Flick, especialmente las soluciones que se toman para reconducir partidos que se complican de inicio, porque como dice el propio Pedri "hay que salir a comérnos al rival como en la Champions". Pero el Barça no cuenta con ese sello, especialmente en los últimos 180 minutos en Montjuïc ante Las Palmas y Leganés. Dos rivales modestos que pelean por mantenerse que han desnudado a los azulgrana y les han hecho mostrar todas sus carencias. "Hay que aceptar partidos así", insiste Marcus Sorg, el segundo entrenador que hizo las veces de primero por la sanción de Flick.

Ante Las Palmas y Leganés, el Barcelona se enfrentó a dos problemas similares. Un equipo con la capacidad de adelantarse en el marcador, ya sea gracias al balón parado o a romper la línea adelantada azulgrana, y que después se encerró en su campo, defendiendo con dos líneas muy juntas con nueve jugadores, eliminado los espacios por dentro, y evitando que los azulgrana recuperaran gracias a su presión. El Barça, ante los canarios, tuvo un 70% de posesión y lanzó 27 veces, solamente ocho de ellas entre los tres postes. Se encontró con un inspirado Cillessen pero, más allá de la puntería, los cambios de Flick no le dieron fuelle al ataque.

Reapareció Lamine Yamal tras perderse dos encuentros, salió Ferran Torres y Frenkie de Jong. Incluso en los costados surgieron dos canteranos como Gerard Martín y Héctor Fort, pero el equipo no fue capaz de al menos igualar el partido, atrapado en la telaraña de Diego Martínez, exagerando los centros y con Lewandowski seco, tirando más de garra y coraje que de juego. No se evidenció un plan B para romper esas defensas en situaciones límite.

Dos semanas después frente al Leganés, y obsesionado Flick con dosificar a sus futbolistas para evitar situaciones de riesgo en los partidos que puedan provocar lesiones, tres pesos pesados como Lamine Yamal, Lewandowski y Dani Olmo salieron del campo por Ferran, Pau Víctor y Fermín cuando el resultado era de 0-1. El equipo se atragantó de nuevo en centros equívocos y en acciones por dentro sin espacios, y las ocasiones de las que dispuso se marcharon fuera. Los azulgrana lanzaron 20 veces, pero solo cuatro a portería, y tuvieron un 80% del balón, aunque sin ser demasiado clarividentes. De hecho, es curioso como el equipo logró unos goles esperados del 2,64 cuando ante Real Madrid hizo 2,6, y acabó 0-4, y ante el Bayern también ganó 4-1 con un 2,2.

El Barça acabó atacando desordenado con Fermín, Gavi y Pau Víctor, que no destacan por su altura, y centrando balones desde los costados; de hecho, las sorpresas de Koundé fueron las más peligrosas. De hecho, después de las remontadas iniciales en la jornada 1 y 3 ante Valencia y Rayo Vallecano, el cuadro azulgrana no ha podido repetir en LaLiga: Osasuna, Las Palmas y Leganés se adelantaron y fueron incapaces de al menos igualar.

El estado de forma de algunos jugadores, de Lewandowski a Olmo

Los partidos también evidencian los baches de algunos jugadores trascendentales que pasan por un tramo de la temporada en el que se han pagado. Uno de ellos es Lewandowski, señalado ante Las Palmas, suplente en Mallorca, goleador en el Villamarín, pero quien ha reducido su presencia en el juego y su efectividad en el área. Otro es Dani Olmo, en los últimos encuentros, apagado en situaciones en las que antes encontraba luz, sin un diente en Sevilla y sin esa precisión técnica que le hace diferencial jugando en la mediapunta.

A falta de medirse al Atlético de Madrid el sábado, los primeros cuatro meses de Flick como entrenador del Barcelona pasan ahora por un momento de mayores dudas por paradójicamente que parezca: el equipo es líder en LaLiga y segundo en la Champions. Pero se han detectado problemas que ya venía advirtiendo el técnico y que no solo tiene que ver con la falta de concentración o de ejecución de los jugadores. En LaLiga, territorio donde no suele haber sospechas, al Barça le han ido tomando la matrícula y el entrenador no ha logrado, de momento, dar con la tecla.