El Real Madrid echa de menos a Asencio: con Tchouameni recibe el doble de goles
Con el francés de titular como central se han encajado ocho tantos en seis partidos; con el canterano, cuatro en cinco (y también se dejó la portería a cero en sus 60' desde el banco contra Osasuna).
Raúl Asencio (21 años) vive en una nube. El central ha pasado de no contar ni como alternativa para el primer equipo, con Joan Martínez y Jacobo Ramón por delante, a asentarse a las órdenes de Ancelotti, recibir intereses de clubes y estudiar media decena de ofertas de marcas deportivas (antes ni tenía). Además de su extraordinario rendimiento desde que irrumpió contra Osasuna favorecido por una catarata de contratiempos, los números le respaldan: el Real Madrid recibe prácticamente el doble de goles desde que juega Tchouameni y no él.
Ancelotti apostó por Asencio como titular en cinco partidos. Y en ellos el equipo dejó la portería a cero contra Leganés (0-3), Getafe (2-0) y Minera (0-5) y encajó cuatro entre la visita a Liverpool (2-0) y Bilbao (2-1). En su debut no salió desde el principio, pero disputó 60' contra Osasuna y tampoco se encajó. Ese período, salvo los patinazos de Anfield y San Mamés, coincidió con una mejora general del Madrid a nivel defensivo. Antes venía de completar actuaciones desastrosas con Milan (le metió tres) y Barça (cuatro) y de naufragar en la primera mitad con el Dortmund (recibió dos). La reacción llegó con el canterano.
En cuanto Tchouameni se recuperó de su esguince en el pie izquierdo, Asencio volvió al banquillo. El francés ha disputado seis encuentros de inicio como central desde entonces… y el balance resulta bastante peor: sólo dos metas a cero (Girona y Pachuca) y ocho tantos encajados entre Atalanta (2-3), Rayo (3-3), Sevilla (4-2) y Valencia (1-2). En Bilbao actuó de pivote hasta que le cambiaron por Modric. Asencio también presenció desde el campo (coincidió con Tchouameni) uno de los goles del Sevilla, pero la comparación le deja bien parado.
En primer lugar, y sobre todo, porque los choques disputados por uno y otro parecen de un nivel de complejidad bastante similar. Asencio se topó con dos morlacos (Liverpool y Athletic) y Aurélien afrontó la difícil visita a Bérgamo o el match-ball de Montilivi. Las sensaciones también acompañan al zaguero todavía con ficha del Castilla: el Madrid viene de sufrir mucho en Mestalla (le salvó Courtois) y no acaba de reencontrarse con esa sensación de seguridad en la retaguardia que tanto busca Carletto.
Tchouameni es indiscutible
En cualquier caso, en el club no se duda de que Tchouameni seguirá en los onces. Ancelotti ve en su pareja con Rüdiger al dúo ideal para afrontar lo que queda de temporada y confía en las virtudes del francés, más experimentado y con condiciones (juego aéreo, salida de balón…) como para cumplir en una posición que no es la suya. Desde que volvió jugó 71' en Bilbao y 90' en los seis partidos siguientes. En Cartagena descansó… para volver a la alineación este jueves contra el Mallorca en la Supercopa (20:00).
A Asencio le tocará esperar su oportunidad. Ancelotti le ve como su tercer central, al menos hasta que vuelva Alaba, y su ascenso le ha conducido a una subida de estatus que pronto se traducirá en una renovación con mejora salarial. Con el austriaco de regreso pero lejos de su mejor versión y de acercarse a nivel de máxima competición, el canterano gozará de más oportunidades. Tras la Supercopa hay Copa y luego el carrusel de Liga, Champions…
El joven opta claramente a colarse en la próxima lista de la Selección Sub-21 y hubiese firmado estar donde está hace tres meses, lo que no quiere decir que se conforme con su rol. Peleará por volver a las alineaciones y por competir con un puesto con Aurélien. Rüdiger, si le respetan la rodilla y su artrosis prematura, es el claro líder.