Así reaccionó el Barcelona cuando Hacienda exigió los pagos a Negreira: "No tenemos contrato..."
desvela que el club descubrió que la relación contractual con el vicepresidente de los árbitros no estaba amparada documentalmente.
El Barcelona no había firmado un contrato con la empresa de Enríquez Negreira, tal y como desvela en exclusiva El Mundo. La ONIF solicitó en 2021 al club toda la documentación que acreditara los pagos que habían realizado al vicepresidente de los árbitros a lo largo de los años.Algo que sorprendió a los directivos, que se percataron de que no existía un contrato. Así se lo hizo saber el jefe de Administración al resto de sus compañeros: "Contrato escrito no hay".
Algo que puede resultar chocante, al haber percibido durante 17 años una cantidad cercana a los siete millones de euros, con la existencia de pagos con una periodicidad constante. De hecho, Ángel Rocamora, jefe de Administración del club, contrató a unos abogados externos para tratar el tema.Se dirigió a ellos en los siguientes términos, en relación a la inexistencia del contrato: "No sé si preferís decirlo explícitamente o hacernos el loco".
Enríquez Negreira llegó a facturar incluso 90.000 euros mensuales sin que existiese un contrato que respaldara esos pagos recurrentes. Ángel Rocamora, ajeno a la existencia de esta relación contractual, se dirigió entonces al despacho Centell-Folch Abogados de Barcelona para abordar el envío de la documentación a la Oficina Nacional de Investigación del Fraude.
"Las facturas son todas iguales y son un montón. Solo cambia el mes", expuso entonces el jefe de Administración del Barcelona al despacho. Les remitió, tal y como se lo había reclamado la ONIF, toda la documentación y facturas relativas a los pagos a Dasnil 95, empresa de Enríquez Negreira, y también a Tresep 2014, propiedad de Josep Contreras, para entonces directivo del club.
Esta última relación también sorprendió a Rocamora, al comprobar que, de nuevo, no existía un contrato que formalizara los pagos que se produjeron de forma periódica durante años. Siempre según la información de El Mundo, el Barcelona finalmente apostó por una estrategia basada en trasladar la responsabilidad a las empresas, basándose en el argumento de que los detalles de cómo se llevaron a cabo los servicios eran "información privada". Yuste, tras el partido ante el Cádiz, pidió calma a los socios: "Deben estar tranquilos, daremos toda la máxima transparencia porque, a través del departamento de Compliance, el club se ha puesto en manos de abogados para que se investigue".
La entidad trasladó a las autoridades competentes todos los datos de facturación de las diferentes sociedades, si bien no pudo acompañarlas de un contrato, ya que este, como desvela El Mundo, ni siquiera existía. Un capítulo más de un episodio que sigue a la orden del día tras revelar la SER en Cataluña que el Barcelona tuvo a sueldo al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros por presuntas labores de asesoramiento.