LAS PALMAS-REAL VALLADOLID

Nauzet Alemán, el hombre que salvó la vida a Las Palmas, augura un futuro delicado al Valladolid: "Renuncié más a Primera por la salud de mi padre"

"Pum Pum Alemán" habla de su nueva faceta como entrenador, se aproxima a su lado más íntimo y analiza el duelo liguero de este sábado entre la UD Las Palmas y el Real Valladolid (14.00 horas).

Nauzet Alemán saluda a su afición en el Estadio de Gran Canaria/UD Las Palmas
Nauzet Alemán saluda a su afición en el Estadio de Gran Canaria UD Las Palmas
Andrés Arencibia Almeida

Andrés Arencibia Almeida

El aura -un término muy de moda- en las botas de Nauzet Alemán Viera (Las Palmas de Gran Canaria, 1985) aún sobrevuela la portería de Mikel Saizar. El zarpazo en Anoeta del "7" de Las Mesas, ante la Real Sociedad B en 2006, fue la curva divina que salvó a una UD Las Palmas, por aquel entonces en Segunda B, del abismo institucional. "Si no marco ese gol, la vida del club habría cambiado radicalmente. Hubo un riesgo real de desaparecer para siempre. Luego pasamos a la final y tuve el honor de ser yo quien le brindase, al mítico delantero Marcos Márquez, la asistencia contra el Linares en Gran Canaria. Fue histórico", rememora "Pum Pum Alemán", apodado así desde ese gol en suelo vasco, en una entrevista para Relevo.

En total, Nauzet vistió la elástica amarilla en 273 partidos oficiales durante dos etapas: de 2002 a 2009 y de 2012 a 2017, aunque su último año en el club estuvo empañado por episodios de indisciplina que lo llevaron a ser apartado del equipo. "Todos cometemos errores. Mi vida nunca ha sido sencilla", confiesa. Entre ambas etapas con la UD Las Palmas, vivió una experiencia especial en el Real Valladolid, donde recaló como agente libre en 2009 -en Primera División- y se consolidó como pieza destacada durante tres temporadas, disputando 100 encuentros y logrando un nuevo ascenso a Primera División, en 2012, a los mandos del serbio Miroslav Djukic. En medio de la fiesta blanquivioleta, tomó una decisión que marcó su carrera. "Renuncié a disfrutar más de Primera justamente para volver a casa, a mi isla. Hay cosas más importantes que el fútbol, y la familia es una de ellas", explica.

Para Nauzet, la UD Las Palmas y el Real Valladolid son sus dos grandes amores futbolísticos. "Casi 400 partidos entre ambos son media vida", afirma . Su carrera profesional culminó con breves pasos por la UD Almería y el Arucas CF, de la Tercera RFEF canaria. A pesar de todo, reconoce que "me quedó la espinita esa de que podría haber competido a un nivel superior durante más tiempo", aunque asegura que repetiría cada momento "millones de veces".

Desde su nueva etapa como entrenador en la cadena de filiales amarilla "siempre prefiero mirar hacia adelante y les invito a los chicos a luchar". Sin pausa, analiza con jovialidad el panorama de la UD Las Palmas de Diego Martínez. "Es un equipo más sólido, más rudo y efectivo, que sabe aprovechar sus oportunidades", elogia. En contraste, se muestra más reservado al hablar del Real Valladolid, que atraviesa tiempos turbulentos bajo la presidencia de Ronaldo Nazário. "Es una situación complicada, les costará salir de la parte baja de la tabla, los fichajes no han aportado ese plus", se sincera, aunque no oculta su ilusión por el papel de su excompañero y amigo, Álvaro Rubio, quien asumirá, el sábado, el cargo de técnico interino tras la destitución de Paulo Pezzolano. "Álvaro es una persona sencilla, que ama el fútbol. Si logra trasladar las ideas que tenía como jugador, puede marcar una diferencia clave", asevera esperanzado.

Lo primero, tu actualidad, tu vida profesional. ¿Qué funciones desempeñas exactamente en la UD Las Palmas?

En estos momentos trabajo como asistente técnico del filial amarillo de Las Palmas Atlético. Actúo como segundo entrenador mientras continúo mi formación en esta faceta. La verdad es que lo disfruto. Es un rol completamente distinto al de ser futbolista pero me apasiona. El "bichito" del banquillo me está cautivando. Desde esta posición puedo apreciar perspectivas diversas, sistemas tácticos y estrategias. Aunque no es una labor sencilla, resulta tremendamente enriquecedora.

¿La cantera actual del equipo canario goza de buena salud?

Es un semillero de talentos. A 6 de diciembre de 2024, te subrayo que hay una enorme cantidad de futbolistas con potencial para llegar muy lejos. Prefiero no destacar nombres, pero sí debo mencionar a Juanma Herzog, quien ya se ha consolidado como un habitual en las convocatorias del primer equipo y que ha llegado a sonar para el Atlético de Madrid. Es un jugador excepcionalmente maduro, combativo, y con plena consciencia de que su momento llegará. Creo que nuestra cantera tiene todos los recursos necesarios para formar más jugadores como Juanma. No descubro mucho si digo que Canarias cuenta con futbolistas de altísimo nivel, y los que quedan por disfrutar.

¿Qué consejos les sueles ofrecer a tus chicos, a los jóvenes talentos?

Siempre les insisto en que cuanto antes asimilen los conceptos del fútbol profesional y comprendan lo que implica, más sencillo será su camino. Lo agradecerán en el futuro. Además, les animo a disfrutar del proceso, porque será una travesía llena de altibajos, con momentos de gloria, pero también desafíos duros y muy duros. La fortaleza mental es clave. Si se mantienen firmes y luchan con constancia, alcanzarán sus objetivos. Tenemos ejemplos muy buenos, como el Athletic Club, que cede a sus canteranos a equipos como el Amorebieta o el Barakaldo, para después reincorporarlos en Primera. En Canarias esto no ocurre con la misma frecuencia, en parte por el nivel de las competiciones locales, aunque los jóvenes hoy día están mucho mejor preparados y conscientes de dónde están y a dónde pueden llegar.

Comparado con tu época, ahora vemos pocos futbolistas canarios en el primer equipo de la UD Las Palmas.

Es cierto que en 2015 contábamos con 16 futbolistas canarios en la plantilla profesional del primer equipo, mientras que ahora predominan los jugadores extranjeros. Pero no considero que sea un problema, simplemente son tiempos distintos. Los futbolistas que han llegado desde fuera han sabido responder a las exigencias y han aportado mucho al equipo. Lo importante es aprovechar las oportunidades cuando se presentan, porque quienes lo hacen tienen la posibilidad de convertirse en auténticos ídolos en Gran Canaria. Desde mi perspectiva, la dirección deportiva está realizando un excelente trabajo en este sentido.

¿Y qué opinión te merece la labor de Diego Martínez?

Luis Carrión ya venía haciendo un trabajo más que decente, aunque los resultados no lo respaldaron en su momento. La llegada de Diego Martínez ha sido un punto de inflexión, porque ha construido un equipo mucho más sólido en defensa, eficaz al capitalizar las ocasiones. Jugadores como Fábio Silva, Moleiro y Sandro están marcando diferencias. Aportan muchísimo al colectivo. Además, el compromiso de todo el grupo es admirable. Incluso los futbolistas menos habituales, como demostraron esta semana, en el partido de Copa, han dado un paso al frente, compitiendo con orgullo y demostrando que tienen calidad suficiente para tener mayor protagonismo.

Tu otro equipo del alma, el Real Valladolid, atraviesa una etapa compleja. ¿Qué radiografía haces de su situación actual?

Están en un momento complicado. Los fichajes recientes no han proporcionado el impulso necesario, y la situación con Ronaldo como propietario veo que genera tensiones. Será un equipo que sufrirá para mantenerse en una posición cómoda en la tabla. Sin embargo, confío en Álvaro Rubio, un antiguo compañero mío que ahora está al frente. Es una persona que vive el fútbol con pasión y sencillez. Si logra trasladar a su equipo las ideas que tenía como jugador, estoy seguro de que contará con argumentos sólidos para salir adelante. Es un tío con una templanza admirable.

La felicidad de Nauzet en el Real Valladolid Real Valladolid
La felicidad de Nauzet en el Real Valladolid Real Valladolid

El sábado, con el corazón dividido.

Será un partido muy especial para mí y sumamente disputado. Ambos equipos son conscientes de que están compitiendo "en la misma liga". Una derrota tendrá un peso considerable, sobre todo pensando en el futuro, en el goalaverage y en esos puntos que luego tanto se lamentan. No será un simple duelo por tres puntos, sino un enfrentamiento entre rivales directos..

Asciendes a Primera con el Real Valladolid, pero decides renunciar y regresar a tu isla.

Mi carrera estuvo marcada por momentos críticos, especialmente en el ámbito familiar. Mi último año de blanquivioleta fue brillante, probablemente mi mejor temporada, con cifras destacadas y un rendimiento sobresaliente. El club, con Djukic al frente, estaba decidido a renovarme. Sin embargo, circunstancias personales me llevaron a tomar una decisión diferente. En aquel momento, a mi padre le quedaba muy poco tiempo de vida, y entendí que mi lugar estaba en Gran Canaria, donde podía acompañarlo y disfrutar de mi familia en esos instantes tan valiosos. Por otro lado, Miguel Ángel Ramírez contactó conmigo y me presentó un proyecto ilusionante para devolver a la UD Las Palmas a Primera División. No lo dudé y me quedé en mi tierra, donde por fortuna pude disfrutar tanto en lo personal como en lo deportivo.

Te aprecian mucho.

Lo agradezco infinitamente. Es que llevar la camiseta de ambos clubes fue un honor indescriptible. Jugar en Primera División, enfrentándome a los mejores futbolistas del mundo, fue un sueño hecho realidad. Recuerdo especialmente una fotografía icónica en el Santiago Bernabéu, con Cristiano Ronaldo como protagonista de aquel encuentro. Por cierto, tras el partido le pedí su camiseta, pero ya la había prometido a otro jugador. Me aseguró que me la daría en el partido de vuelta, pero desafortunadamente no llegó a jugar ese encuentro. Aun así, Cristiano es un auténtico caballero, un diez como persona.

La conversación de Nauzet con Cristiano Ronaldo
La conversación de Nauzet con Cristiano Ronaldo

Los años más inolvidables son en tu isla, todo sea dicho.

Y muy intensos. En mi regreso a la isla, el primer año disputamos el PlayOff de ascenso a Primera División, aunque caímos derrotados frente a la UD Almería, que terminó ascendiendo. En la siguiente temporada vivimos el amargo "Cordobazo", sin duda el momento más doloroso de mi carrera deportiva. Fue una experiencia durísima. Ya en la 2014-2015, el equipo se superó y logramos el ansiado ascenso, venciendo al Real Zaragoza en la final del PlayOff con el mítico gol de Sergio Araujo. Aquel año contribuí con 12 goles, pero lamentablemente, una fractura de clavícula a tres meses del final de la temporada me dejó fuera de los partidos decisivos. Aun así, siento un inmenso orgullo por haber formado parte de aquel equipo. Para cualquier chico nacido en Gran Canaria, el mayor sueño es triunfar en su tierra, y yo tuve la suerte de conseguirlo. Ahora, espero que ambos equipos, Las Palmas y Valladolid, puedan mantenerse muchos años en Primera División. Además, tengo la ilusión de ver el Mundial de 2030, con el estadio de Gran Canaria renovado como escenario de esa gran fiesta del fútbol.

En 2006, tu gol en Anoeta fue crucial para la historia de la UD Las Palmas. Hoy, sin ese tanto, prácticamente no habría 75 aniversario.

Sin duda, aquel gol en Anoeta fue un momento trascendental. Si no hubiera marcado, quién sabe qué habría pasado. Siempre recordaré ese instante como una intervención divina, sentí que Dios quiso que el balón cruzara la red para que Las Palmas tuviera la oportunidad de jugar la final del PlayOff contra el Linares y, finalmente, lograra el ascenso. Fue un orgullo inmenso sentir que fui el elegido para un momento tan importante en la historia del club. Sin ese gol, la situación habría sido mucho más complicada, mucho más oscura.

Siempre te mantienes humilde, honesto y orgulloso.

Por supuesto, y así me quedaré. Crecí en Las Mesas, un barrio humilde, donde siempre se me inculcaron valores esenciales: el trabajo, el esfuerzo y el compromiso con uno mismo. Esos principios me han acompañado siempre. Camino con la cabeza alta porque todo lo que hice en mi carrera lo volvería a hacer sin dudarlo un millón de veces. Por supuesto, me queda la inquietud de pensar que podría haber competido a un nivel superior durante más tiempo, pero esa es una incógnita que nunca resolveré. Al final, me quedo con lo vivido, con mis aciertos y también con mis errores, porque todos los tenemos. La clave está en ser honesto y humilde, siempre fiel a uno mismo.