ESPANYOL

La lesión de Puado reabre un viejo y peligroso debate en el Espanyol de la época de Tamudo

El capitán y 'pichichi' puede estar de baja al menos un mes por su esguince mientras al equipo le ha falta gol en los últimos partidos.

Javi Puado, manos a la cara, después de fallar una ocasión esta temporada. /GETTY
Javi Puado, manos a la cara, después de fallar una ocasión esta temporada. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

El esguince que sufre Javi Puado en la rodilla izquierda, que lo podría mantener de baja al menos un mes a la espera de la evolución, es la peor noticia para un Espanyol que ha encontrado en el capitán un futbolista determinante en ataque, el más fiable dentro de la nómina de delanteros de la temporada, que por el momento han conseguido solamente un tanto, el que materializó Alejo Véliz ante el Rayo Vallecano. El lateral Carlos Romero, el extremo Jofre Carreras y el 'hat-trick' de Javi Puado ante el Alavés son los otros que contabilizan, al margen del tanto en propia meta de Thibaut Courtois ante el Real Madrid que fue inocuo (4-1). Siete goles, pero una sensación generalizada de que esta temporada no hay un goleador, un hombre al que aferrarse en caso de necesidad. Y menos sin Puado sobre el verde.

El debate es viejo, de la época de Raúl Tamudo, quien de 1998 a 2010 anotó 129 goles en la Liga. Su marcha dejó un vacío que empezaron a aprovechar otros fichajes, pero el debate sobre el goleador siempre existió por la ascendencia del de Santa Coloma, salvador en temporadas aciagas con sus goles, ninguna como la segunda vuelta de la campaña 2003-04. Pasaron Dani Osvaldo, Sergio García, Gerard Moreno, Borja Iglesias, Raúl de Tomás, Joselu Mato y Martin Braithwaite, pero ahora el Espanyol adolece de una figura tan determinante más allá de Puado.

Sin apenas recursos (solo 400.000 euros de inversión en la cesión de Irvine Cardona), Fran Garagarza ha tirado de la base de datos que ha ido creando la secretaría técnica del Espanyol durante años y de las oportunidades de mercado para hacer dos apuestas arriesgadas. Más que nunca, el Espanyol es un colectivo más que un grupo con un delantero de primer nivel.

Alejo Véliz, de 21 años, es una joven promesa con un corto recorrido en el fútbol profesional. Debutó en Rosario Central, en Argentina, donde anotó 17 goles en 53 partidos, lo que le valió para irse traspasado al Tottenham. Pero la campaña anterior, la de su adaptación, apenas jugó 45 minutos en la Premier y 31 en el Sevilla. "Ya dijo Véliz que la insistencia de Manolo fue clave. Era un jugador que teníamos muy marcado y vimos que se podía pelear. El míster hizo un trabajo brutal para que viniera", explicó el director deportivo, Fran Garagarza, en la valoración del mercado.

Otro perfil con más experiencia pero aún sin poder consolidarse

Con más experiencia, pero también con un rendimiento irregular, llegó después el ítalo-marroquí Walid Cheddira. La temporada 2022-23, en la Serie B, logró 23 tantos en el Bari, lo que le ayudó a llegar a la Serie A, al Nápoles, aunque lo cedieron al Frosinone, donde anotó siete tantos el curso pasado. Los números en el Calcio no son tan pomposos. "Es el perfil que a nosotros nos gusta, el de ir a los espacios, apretar alto y el de poder incluso con uno, no solamente con dos. Esto nos parecía importante junto a la experiencia que tiene a pesar de ser joven", explicó Garagarza.

La baja de Puado, que podría perderse tres partidos, es la gran prueba del algodón para dos delanteros que, al margen de aportar en otros apartados, están obligados a responder con goles... y con el atrevimiento que les pide Manolo González: "Creo que nos falta un poco de confianza y el valor de arriesgar, incluso si eso significa perder. Necesitamos intentar buscar situaciones de uno contra uno y ser atrevidos. Tuvimos algunas oportunidades, pero no pudimos igualar".

El baúl de Tamudo siempre se desempolva, ahora con aquellos debates de antaño que adquieren vigencia. Y se probarán este periodo sin Puado, el heredero.