La interminable lista negra de Peter Lim que engorda con el 7-1: récords negativos, engaños, despidos...
El Valencia de Lim sumó ayer en Barcelona otro capítulo negro, el enésimo de sus 10 años en el club.
La noche del Valencia CF en Montjuic pasará al museo de la historia negra del club, un museo que ya existía antes de la llegada de Peter Lim (pues evidentemente la entidad había vivido noches tristes o un descenso como en 1986) pero que desde que el asiático se hizo con el club se ha ampliado en un tiempo récord con derrotas, sucesos o movimientos que han hundido progresivamente a la entidad.
Porque el 7-1 que encajó el Valencia CF no fue solo la peor derrota en LaLiga desde 1955, también fue la repetición de algo que ya se había vivido en el club regido por Lim en 2016, cuando se encajó un 7-0 en Copa del Rey en Barcelona. Evidentemente, en su día Gary Neville demostró en Barcelona ser un pésimo intento de entrenador puesto a dedo por Lim, de la misma forma que es innegable que en Montjuic Corberán erró en su planteamiento. Aunque eso no puede desviar el tiro.
Rachas históricas... Negativas
Más allá de esos dos resultados, la lista negra del Valencia de Lim se agranda con las diferentes rachas que se han cosechado desde su llegada en 2014. Por ejemplo, son 1784 días los que el conjunto che lleva sin jugar un partido de Europa, lo que supone la tercera peor racha en la historia del club sin pisar una competición continental.
Luego hay otros registros infames que también se han superado con el asiático a los mandos. Sin ir más lejos, el Valencia CF cuajó este año su peor arranque en LaLiga en toda la historia con diez puntos en las primeras 14 jornadas. En 2016 el conjunto de Mestalla también encadenó hasta 7 derrotas consecutivas, lo que supuso también su peor racha en LaLiga en toda la historia.
Fichajes que se recordarán... por su nulo rendimiento
Nadie nunca acierta de pleno con los fichajes, ni siquiera clubes a la altura del Real Madrid o directores deportivos del nivel de Braulio Vázquez. Sin embargo, el Valencia de Lim dejará para la historia movimientos extraños, ya sea por su relación inicial con Jorge Mendes, o fallidos derivados de la nula apuesta económica que el mandatario ha dejado hacer.
Por ejemplo, en una época de mayor bonanza económica, la entidad fichó a Aderlán Santos, un jugador del que Pablo Piatti dijo en Relevo que alucinó con su bajo nivel pero que "en esa época solo llegaban jugadores de Mendes". Y esta temporada, la que el Valencia CF ha invertido menos que clubes como Elche o Deportivo de la Coruña, el club ha firmado jugadores como Caufriez o Dani Gómez, que apenas han jugado. Uno ya ha salido y al otro se le busca salida.
Decisiones que dejaron en evidencia el 'método Lim'
En ese museo oscuro de Peter Lim, como es evidente, hay dos piezas que relucen por encima de todos: Marcelino García Toral y Mateu Alemany. No solo porque el máximo accionista 'cortara' las cabezas de sus dos empleados que le llevaron a ganar una Copa del Rey y a meter al club en Champions League dos años seguidos, sino porque lo hizo sin dar razones a uno y a otro y tras haberles dicho lo contrario a la cara en una reunión en Singapur.
Algo muy parecido vivió Lay Hoon Chan, quien pactó con el propio Lim que no venderían a Paco Alcácer al FC Barcelona y mientras ella comunicaba esa decisión en la Asamblea de las Peñas valencianista Peter Lim cerraba en la ciudad condal con Laporta y Mendes la llegada de Paco al club blaugrana a sus espaldas.
Una indiferencia traducida en su ausencia
La grada de Mestalla ha tumbado a dirigentes y la presión ha provocado decisiones radicales. Todo el mundo recuerda el despido de Mauricio Pellegrino cuando su Valencia marchaba bien en Champions, aunque algo irregular en liga (pese a ello estaba cerca de los puestos europeos), y Manuel Llorente lo echó al escuchar cánticos pidiendo su dimisión.
Peter Lim, sin embargo, no ha vivido esa presión porque desde 2019 no ha pisado Valencia una ausencia que ya no es noticia pero que sigue mostrando su indiferencia hacia la entidad. Lim mantiene el Valencia con el objetivo de que se quede en Primera División y el día que así lo desee (más pronto que tarde), pueda venderlo.