El insostenible Valencia de Peter Lim: menos gasto en fichajes que Depor, Zaragoza o Elche

Un mercado más de fichajes cerró y una vez más el Valencia Club de Fútbol termina como uno de los clubes de LaLiga que menos dinero ha invertido, pese a que ha vendido por valor de 30/35 millones de euros. La palabra 'insostenible' es el antónimo a esa ''sostenibilidad'' que desde la entidad de Mestalla aluden que el proyecto de Peter Lim se basa. O dicho de otra forma, como se justifica que el máximo accionista haya invertido 36 millones de euros desde 2020, pese a haber ingresado más de 200 millones desde dicha fecha. Pero lo cierto es que, con el camino que lleva Lim, un día derrapará, se resbalará, se equivocará y, entonces, el equipo, tras años coqueteando con ello, bajará a Segunda División.

El Valencia CF no solo ha sido el club de LaLiga que menos ha invertido en fichajes (los escasos 1,3M en Luis Rioja), sino que clubes como el Elche, el Deportivo de la Coruña o el Real Zaragoza han gastado más. Y el futuro, bajo la premisa que marca Lim, no parece muy halagüeño: la entidad es deficitaria en 20 millones de euros anuales y lo será así durante los próximos 2-3 años. La única solución que, hasta la fecha, pone Lim es que esos 20 millones se palíen cada año con una venta de un jugador. De modo que, spoiler, sí, el año que viene el Valencia tendrá que vender también por 20 millones sí o sí, mientras que Lim no decida 'tapar' ese agujero de otra forma.

Es cierto que, datos objetivos en la mano, la plantilla del conjunto che tiene más herramientas este año que el curso pasado, pues ha retenido a sus mejores jugadores y ha traído al delantero que tanto pretendía Baraja (Rafa Mir) y al extremo por el que desde hacía tres años que suspiraban (Luis Rioja). Baraja lo reconoció en sala de prensa: "Este año tenemos más competencia y una plantilla bien estructurada"; Marcelino lo confirmó tras visitar Mestalla: "Han retenido a sus mejores jugadores y han apuntalado varias posiciones, soy optimista dentro de su situación", explicó.

Pero ver solo eso es no ver la foto completa. El Valencia ha perdido activos: Mamardashvili se ha quedado gracias a una larga negociación, pero ya no es propiedad del club, Rafa Mir ha llegado, pero no es propiedad del Valencia, y quién sabe si Lim autorizará en 2025 a ejercer los 5 millones de su opción de compra, lo mismo con Dani Gómez y Caufriez en el caso de que les vaya bien, quién sabe si Lim querrá pagar sus opciones de compra. Por no hablar de que Enzo Barrenechea es una cesión a pelo. Luis Rioja, Germán Valera y Dimitrievski sí han llegado en propiedad. 7 altas con solo 1,5 millones de euros. Una locura.

Evidentemente, el conjunto che sigue teniendo una plantilla tremendamente lejana a lo que su propia historia le exige y, bajo esa realidad, el propio vestuario es consciente de que un año más "será una temporada muy difícil", como el propio Giorgi Mamardashvili comentó en sus redes sociales cuando se hizo oficial su salida al Liverpool. El club ha subsistido los últimos años tirando de cantera y con operaciones que, afortunadamente, han salido bien, como el caso Pepelu, pero no siempre van a salir chavales de abajo con el mismo talento que Yarek, Mosquera, Diego López y compañía. O no siempre el portero que un día costó 850.000 eurosacabará valiendo 35M. Y el día que no pase eso, la entidad que rige Peter Lim tendrá un grave problema, uno más.

Lo de luchar por entrar en Champions queda ya lejos, como también luchar por entrar en Europa. El descenso y la incógnita de si será este año el equipo che el que caiga o no es la mayor motivación que tienen los aficionados para ir al estadio a tratar de apoyar a los suyos. El Valencia ha arrancado con un peligroso bagaje de 1/12 puntos y, sin embargo, desde la llegada de Rubén Baraja, Mestalla ha recuperado el amor propio que Peter Lim buscó arrebatarle.

El Pipo no esconde la realidad: "El club lo sustentan los jugadores"; "Sin inversión poco más podemos hacer"; "Esta es la realidad que tenemos". Pero, entre lo que es su leyenda, y como en el verde se ve que en muchos partidos si su equipo cae, cae por calidad de plantilla y no por falta de ganas, Mestalla, que hace ya años se puso de espaldas contra Lim, todavía está de cara hacia el equipo.

Ante el Villarreal CF hubo 44.000 aficionados, ante el Barça 46.000 y raro sería que ante el Girona no se superen esos 40.000 espectadores. Mestalla y Baraja es lo único que le queda al valencianismo y la permanencia un año más pasará por ahí. Pero, con este camino, el Valencia de Lim un día derrapará.