Los muchos deberes pendientes del Barça antes de LaLiga: Nike, ventas, fair play...

El Barça está a sólo tres días de debutar en Mestalla y la lista de tareas pendientes sigue siendo casi tan grande como antes de iniciar la pretemporada. Las dudas de Flick con el once tras derrumbarse en el Gamper son lógicas, pero los vaivenes de la Junta Directiva dejan al descubierto la falta de planificación.

El primero es la falta de Fair Play, la migraña de este Barça. El equipo azulgrana sigue sin contar con espacio salarial a pesar del acuerdo con Aramark, que se hizo cargo de una parte de la deuda pendiente de Líbero. Las inscripciones siguen siendo prioritarias, aunque nada asegura que algunos de los fijos de Flick puedan ser de la partida.

También sigue pendiente de oficializarse el nuevo acuerdo con Nike. El pacto para prolongar y mejorar el contrato está ya perfilado desde hace meses pero algunos flecos pendientes no permiten que se haga oficial. Este acuerdo sería la llave para desbloquear la situación económica del conjunto azulgrana, ya que lo dotaría de mayores ingresos y permitiría ampliar el margen salarial.

La marcha de Julián Araujo al Bournemouth por diez millones es una gran noticia para el club. El mexicano costó apenas cuatro y se revalorizó jugando cedido en Las Palmas el último curso. Al liberar su ficha y dejar más dinero en caja del que costó, esto ayudará a la hora de poder inscribir a algunos de los jugadores que siguen esperando en la cola, aunque no sea suficiente.

El acuerdo con Aramark permite a los blaugranas volver a gastar lo mismo que se ahorren al dar salida a un jugador, pero sin salidas no hay espacio extra. Por ello la relevancia de la marcha de Araujo y de ahí la insistencia de la dirección deportiva en agilizar las operaciones de Lenglet, Vitor Roque y, por qué no, Raphinha. Este último, eso sí, no está por la labor de abandonar Barcelona.

En el medio están también los jugadores que aún no han sido inscritos. Olmo fichó sin tener certezas de poder jugar en Mestalla en la primera jornada y Pau Víctor sigue a la espera. Ni siquiera su bajo sueldo le ha permitido estar listo para debutar, aunque todavía hay algunos días de margen. También está el caso de Iñigo, uno de los pilares de Flick en pretemporada. El entrenador pidió a la cúpula que el vasco estuviera listo para jugar en Mestalla y a tres días del debut aún no está inscrito. Lo mismo sucede con Pablo Torre. Cuando llegó al Barça lo hizo con ficha del filial y luego se marchó cedido al Girona. Por ello al volver no figura inscrito como sí lo hacen Eric, Ansu o el propio Lenglet.

Tampoco lo está Vitor Roque, aunque su caso es muy distinto. El brasileño no cuenta para Flick y la dirección deportiva le está buscando una salida. Deco no tiene una labor fácil, ya que debe conseguir venderlo por, mínimo, lo mismo que pagó: 30 millones. El delantero apenas tuvo minutos en esta gira de pretemporada y no se prevé que el conjunto azulgrana lo inscriba para luego venderlo.

Además de Pau Víctor y Dani Olmo, el Barça siempre tuvo en mente realizar más incorporaciones. Tras dar casi por descartado a Nico Williams, entran en escena los planes B. El perfil es claro, un extremo izquierdo, aunque allí estén ya Ansu, Ferran, Raphinha y puede que el propio Olmo.

Llegado el ecuador del mes de agosto, y tras un mes y medio de mercado, en las oficinas blaugranas volverán a correr para cerrar las operaciones a final de la ventana de fichajes. Además del extremo, la posibilidad de incorporar a un pivote sigue existiendo. Si bien Flick afirmó tener cubierta la posición, las necesidades del equipo pueden llevar a un cambio de guión.