Sin ensayar, sin conocerse y en dos mañanas: así se grabó y cantó el himno del 125 aniversario del Barça

Para el 125 aniversario, el Barcelona decidió crear un nuevo himno. Abrió un proceso en el que podía participar todo aquel que quisiera y quedaron tres finalistas: L'Escut al pit, Del bressol a l'infinit y Un sentiment. A pesar de que se podía votar hasta el 29 de noviembre, el día de la gala en el Gran Teatre del Liceu, días antes el barcelonismo ya empezaba a dar pistas de cuál sería la ganadora. En el Palau Blaugrana, donde todo lo engulle las voces de los Dracs, el grupo de animación empezó a cantar L'Escut al pit.

Unos días antes de la fiesta, alguien llamó a Noemí, Xavier, Gemma y Iago. Todos ellos forman parte del Orfeó Català, aunque participaron a título individual. Les invitaron a ir a Vic. "Nos preguntaron si teníamos disponibilidad para ir la mañana siguiente. No sabíamos qué teníamos que hacer, sólo que era algo relacionado con el Barça", recuerda Xavier. Buscaban un cuarteto vocal. "Llegamos al estudio de Josep Montero, que estaba con Alizz. Ni ensayamos. Nos pasaron la letra por Whatsapp, no teníamos partitura. Escuchamos y cantamos encima de la música", cuenta Iago.

"Con Noe, Iago y Noemí hace tiempo que cantamos y nos entendemos bastante bien. Fue muy fácil. Grabamos L'Escut al pit y vimos que tenía mucho potencial, todos apostaban por ella. Al día siguiente, Un sentiment", explica Xavier. Su relación lo facilitó todo, trabajaron durante unas diez horas. En la gala interpretaron las tres. No ensayaron. Grabaron directamente, aunque participaron en el proceso creativo. "En L'escut al pit parece que se escuchen muchas voces pero es porque grabamos muchas pistas por encima, pero en realidad éramos cuatro", reconoce Noemí.

Este tema fue el claro ganador, con el 63% de los votos. Sufrió algunas modificaciones, igual que Un sentiment. Noemí, en cambio, era más de Del bressol a l'infinit. "Creo que no se entendió tanto, es el que menos cambió. Ni una corchera, estaba muy bien hecho. No se le sacó suficiente jugo. Se puso más énfasis a los otros himnos porque era más sencillos, daban más juego a producir y añadir cosas", expone.

El día del Liceu, algunos miembros de los Dracs salieron al escenario a cantar las canciones con los miembros del Orfeó. A nivel de escenografía, pensaron en separar a los cantantes de los aficionados, pero decidieron ponerse juntos. Ni siquiera practicaron, se conocieron aquel mismo día. Los cantantes llamaron a cuatro compañeros más. "Todos del Barça", apunta Iago. "Nunca había cantado en el escenario del Liceu, fue brutal. Además, son canciones muy emotivas", explica.

"La relación con los Dracs fue fantástica, le pusieron ilusión y energía. Son como niños cuando animan a su equipo. Nos lo pasamos muy bien, son muy transparentes, te contagian", comenta Xavier. Apenas fueron diez minutos sobre el escenario, pero son imágenes que quedaran colgadas en su memoria y también en la del barcelonismo. "Pisar el escenario del Liceu, por donde han pasado las mejores voces del mundo, a pesar de no ser muy mitómano, me hizo mucha ilusión ver la platea llena de jugadores y celebridades, ver lo que significa el Barça para la gente. Solo por eso ya valió la pena", añade el cantante.

"Fue realmente increíble, uno de esos días para enmarcar y decir: yo estuve allí, cantando en la gala del 125 aniversario del Barça. Y una de las canciones que grabé este año sonará en el estadio y la gente la recordará", subraya Xavi. Incluso Noemí, que reconoce no ser demasiado futbolera, reconoce que se acordará siempre de aquel día. "Fue un poco a la aventura. Somos unos privilegiados. Nos cayó del cielo, nos vinieron a buscar, no aplicamos a nada. Veíamos a todo el mundo del Barça. Cantabas, les veías y te estaban escuchando. Durará para siempre", cierra.