FC BARCELONA

Deco ya sabe la receta para convertir una desilusión en una Champions: consolidar a los jóvenes y fichar lo necesario

Deco, como líder del Barça de Rijkaard, ya vivió algo parecido en 2005, justo un año antes de alzar el título europeo.

Deco, con Bojan, en la grada de Montjuïc en una imagen reciente. /GETTY
Deco, con Bojan, en la grada de Montjuïc en una imagen reciente. GETTY
Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

A pesar de la eliminación en semifinales de la Champions League contra el Inter de Milán, el FC Barcelona se encuentra en un contexto lleno de motivos para aferrarse a la ilusión. La derrota ante el Inter, aunque fue dolorosa, debe verse como una oportunidad para reforzar la base del proyecto. Hansi Flick dispone con un equipo repleto de jóvenes y que han sabido competir a un alto nivel en los momentos más importantes de la temporada. Hablamos de Lamine Yamal y Pau Cubarsí, que hoy en día ya son líderes indiscutibles en el vestuario azulgrana y que rindieron a un nivel espectacular en el Giuseppe Meazza. La directiva sabe que tiene una gran base de jóvenes y las herramientas para regresar con fuerza a lo más alto de Europa.

Una situación que, además, no es nueva para el director deportivo, Deco, el arquitecto de la plantilla. Como jugador, en el Barça construido por Frank Rijkaard y Txiki Begiristain, ya vivió algo parecido en la 2004-05.

Esa campaña fue una de las que se quedan grabadas en la memoria colectiva del club. Fue la segunda temporada de Frank Rijkaard al frente del equipo, y aunque la liga fue conquistada con autoridad, la Champions se le resistió al Barça. En los octavos de final, el conjunto culé se enfrentó al Chelsea, un equipo que en ese entonces era una de las grandes potencias de Europa, con Frank Lampard, Arjen Robben, Didier Drogba, etc. La eliminatoria fue durísima y, aunque los blaugranas estuvieron muy cerca de eliminar a los londinenses, finalmente cayeron eliminados (2-1 en Barcelona y 4-2 en la vuelta en Londres).

Quien jugaba un papel fundamental en el Barça de esa época era Deco, que entendió que el equipo estaba en pleno proceso de transformación, y el camino hacia la conquista de la Champions estaba más cerca de lo que muchos pensaban. Fue en esos momentos de frustración donde el actual director deportivo del Barça vio como el club, de la mano de Txiki Begiristain, decidió no hacer cambios radicales, sino en consolidar la base de jugadores, darles continuidad y reforzar el equipo solo donde fuera realmente necesario. La baja de Edmilson ese curso por lesión también lastró, pero el brasileño fue clave al curso siguiente.

Rijkaard comenzó a darle mayor protagonismo a jugadores como Leo Messi o Andrés Iniesta, quienes, a pesar de su corta trayectoria, ya mostraban un nivel impresionante. El equipo comenzó a ser más versátil, y con el tiempo, la mezcla de veteranía y juventud sería una de las grandes fortalezas que llevaría al Barcelona a la cima de Europa y ganar la Champions en París 2006. Además, el club entendió que los fichajes no debían ser masivos ni desmesurados. Solo llegaron dos en el mercado de verano: Santi Ezquerro, quien llegaba para aportar experiencia al ataque, y Mark van Bommel, quien con su experiencia y físico se ganó rápidamente la confianza de Rijkaard. Van Bommel se convirtió en una pieza clave en el centro del campo

Aprender de los errores y construir un equipo para competir en Europa

La filosofía del Barça era clara: no se trataba de fichar por fichar, sino de encontrar jugadores que aportaran lo necesario. Además de Lamine Yamal y Pau Cubarsí, que darán un paso al frente, Marc Casadó o Marc Bernal ganarán peso en el proyecto de Deco, que ya sabe lo que es caer eliminado y conquistar Europa al año siguiente. Por eso busca un extremo y un lateral, aunque todo dependerá de la economía y de alguna venta.