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El Barça esquiva a la derrota con Dani Olmo como su amuleto

Los números del jugador de Terrasa con la casaca culé refuerzan cada día más la apuesta por su fichaje.

El Barcelona no ha perdido ningún partido con Dani Olmo partiendo de titular. /EP
El Barcelona no ha perdido ningún partido con Dani Olmo partiendo de titular. EP
Mateo López de Prado

Mateo López de Prado

Un amuleto es un protector ante la mala suerte. Te mantiene a salvo de los reveses o accidentes. Su función es debatida por multitud de personas. Para algunos, su utilidad es real y para otros, es una creencia mística. Pero hasta la fecha parece ser que desde el último mercado de fichajes, el FC Barcelona contrató los servicios de uno: Dani Olmo. Hansi Flick, cuando alinea de titular al mediapunta catalán, nunca sale derrotado. Su presencia en el once inicial espanta a los cuervos y alimenta los brotes verdes.

El Barça no conoce la derrota en los 12 partidos que ha participado Dani Olmo sin ponerse previamente el peto de suplente: Rayo Vallecano, Real Valladolid, Girona, Bayern de Múnich, Real Madrid, Espanyol, Estrella Roja, Real Sociedad, Celta de Vigo, Brest, Real Mallorca, Real Betis y Borussia Dortmund. Y hay que destacar que el atacante se perdió seis choques al poco de comenzar su andadura con los catalanes por una lesión en el bíceps femoral de su muslo derecho. Faltó a lo largo de un mes de competición y en esa media docena de partidos disputados sus compañeros cedieron en dos. Primero ante el Mónaco y, luego, ante el Osasuna.

El de Terrasa hizo las maletas para abandonar el RB Leipzig y recalar en la Ciudad Condal con la etiqueta de campeón de Europa. Emigró desde la cantera blaugrana en 2014 hacia Croacia (Dinamo de Zagreb) para buscar un futuro lejos de casa y ha vuelto con las pilas cargadas, curtido en mil batallas y como pieza clave del proyecto liderado por Hansi Flick. La madurez de su fútbol está en su plenitud. Prueba de ello, fue su gran actuación ante la solidez del muro amarillo del Borussia Dortmund. Su picardía para ocupar espacios entre líneas generó un desconcierto constante. Recibió, se giró, encaró y sumó su primera asistencia como culé para que definiera Raphinha a placer.

El máximo goleador de la Eurocopa 2024 se hizo de rogar para verle vestido de corto con los colores blaugranas por los problemas financieros, que impidieron su inscripción inmediata. No pudo formar parte de los primeros partidos de la temporada como el Valencia o el Athletic Club. La situación estaba enquistada, pero la lesión de Christensen (tendinopatía en el Aquiles izquierdo), que aún lo mantiene alejado de los terrenos de juego, permitió desbloquear la ficha del español temporalmente.

Aunque el cuento aún no se ha cerrado con un final feliz para el futbolista. Su inscripción no es permanente y se debe actualizar su registro en LaLiga antes del 31 de diciembre. Al igual que Pau Víctor. El club está en plena carrera para solucionar el rompecabezas una vez más. En la previa del partido de Champions contra el Borussia Dortmund ante los micrófonos de Movistar Plus+ , Deco transmitió calma: "Seguro que vamos a poder inscribirle. No te preocupes, que lo arreglaremos. El jugador está tranquilo".

La prioridad del director deportivo durante los próximos meses es asegurar la continuidad del contrato de Dani Olmo con el Barcelona y consolidarlo como un estandarte de la plantilla para la década que se avecina, ya que en su primer partido acalló cualquier atisbo de duda en los culés indecisos con su traspaso. Le regaló al equipo catalán los tres puntos ante el Rayo Vallecano con el tanto de la victoria. A partir de ahí, el debate se evaporó y la obligación de mantenerle en Can Barça es imperativa.

Varios meses después de su debut aún sigue al pie del cañón, produciendo ocasiones para empachar las fauces de los aficionados con triunfos y alegrías tras una época de chubascos. En trece partidos como culé, acumula seis goles y una asistencia. Y partiendo como titular, el cuadro blaugrana no conoce la derrota. Con el catalán entre los once elegidos para comenzar el encuentro, el historial está impoluto, sin ninguna marca en rojo. En la única ocasión en la que Dani Olmo estaba dentro del césped y el equipo perdió, fue contra la Real Sociedad. Eso sí, él inició desde el banquillo y entró en la segunda parte con el marcador en contra. De las cuatro derrotas acumuladas del club durante el presente curso, el egarense no jugó en tres de ellas (Osasuna, Las Palmas y Mónaco) y en la otra salió después de calentar en el lateral del terreno de juego.

Saliendo desde el túnel de vestuarios, sus registros son cristalinos. El futbolista criado en Terrasa es un seguro de vida para sumar de tres en tres, tanto en Liga, como en Champions League. Su implicación en el esquema del técnico teutón no se puede medir solo con cifras, va más allá. Se escabulle de los jugadores rivales y se cuela entre sus murallas para superar la presión y servir balones para descomponer a sus contrincantes. Es la señal de salida que le indica a Lamine, Raphinha o Lewandowski el camino libre de controles de velocidad.