Andrea Berta sale reforzado en el Atlético de Madrid tras el flirteo con Mateu Alemany
Los fichajes de Samu Omorodion, Samu Lino o Reinildo siguen la pauta marcada por el club: mínima inversión, máximo beneficio.
La mayoría de periodistas que cubre la información del Atlético no conoce el tono de voz de Andrea Berta. Está siempre, pero no se le escucha nunca. Eso gusta, y mucho, a Miguel Ángel Gil Marín porque su trabajo en la sombra se traduce en plusvalías deportivas y económicas para el Atlético de Madrid. Samu Omorodion, Samu Lino o Reinildo son los últimos ejemplos de esa política: mínima inversión, máximo beneficio.
Llegó como responsable del scouting internacional del Atlético, en 2013, y lidera la Dirección Deportiva desde 2017 cuando sustituyó a José Luis Pérez Caminero. El flirteo del CEO rojiblanco con Mateu Alemany acabó con un ganador con nombre y apellidos: Andrea Berta. El italiano se encuentra al mando de cinco grupos de trabajo: cuerpo técnico del primer equipo, asistentes del cuerpo técnico, el área de coordinación del primer equipo, el Atlético de Madrid B y el equipo de scouting y análisis.
Si bien es cierto que la relación con Simeone ha fluctuado en estos diez años a propósito, entre otros motivos, por fichajes como el de Joao Félix (el Cholo no se casa con nadie, ni siquiera con los jugadores que pide él mismo: véase Vitolo, Gaitán o Vietto), la sintonía entre ambos es buena porque el balance que han construido es muy positivo después de renovar por completo aquel primer Atleti campeón con los Godín, Miranda, Courtois, Juanfran, Gabi, Tiago, Diego Costa…
Rechazó una oferta de la Premier
La hipotética llegada de Alemany al club rojiblanco habría colisionado de lleno en la parcela deportiva con Berta, que no estaba dispuesto a rebajar su escalafón. Y eso fue lo que el italiano transmitió al directivo balear, que descartó su fichaje por el Atlético ya que su intención era también la de controlar todas las operaciones de mercado. No hace mucho, además, Andrea Berta rechazó una oferta de un club de la Premier. No sólo él se encuentra a gusto en Madrid, sino su mujer, Miriam, y su familia, que le acompañan muchas veces no sólo a los partidos del primer equipos sino también a los del filial.
Su escasa exposición mediática y su visibilidad en el día a día de la entidad se configuran como otros de los aspectos mejor valorados por Gil Marín. Andrea Berta se ha acoplado a la filosofía de inversión de coste cero de los últimos tiempos con los Witsel, Soyüncü o Azpilicueta. Aunque en la época de vacas gordas, antes de 2020, además de aciertos como los Trippier, Llorente u Oblak también dejó patinazos como el de Kalinic, Arias, Torreira o, más recientes, Reguilón o Marcos Paulo.
Hace más de 20 años era director de la sucursal bancaria BCC (Banche di Credito Cooperativo e Casse Rurali), de Pompiano e Franciacorta, a tres cuartos de hora de Carpenedolo, el pueblo de la provincia de Brescia donde arrancó su carrera en el mundo del fútbol y dio un disgusto a su madre al abandonar la banca. De ese modesto club saltó al Parma. Luego estrechó vínculos, a través del Genoa, con Peter Kenyon, exdirector general del Manchester United y Chelsea, quien recomendó a Gil Marín su fichaje para el Atlético.
Berta ha hecho valer su currículum deportivo como en sus tiempos de banca. Ve en el Atlético un valor al alza, más si cabe con fichajes como el de Óscar Mayo, que de alguna manera repercutirá indirectamente en la parcela deportiva porque el negocio, la marca y los ingresos del club rojiblanco aumentarán en los próximos años. Siempre le gustó el marisco que sirven en los restaurantes de la capital y ahora no tiene intención de abandonar una de las mejores mesas del fútbol europeo…