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El "mexicanito" del Athletic que se adaptó a la sociedad vasca gracias al fútbol: "Sientes un poquito de rabia; es otra cultura, otras costumbres"

Álex Padilla comenzó la temporada como el portero titular del Athletic. Aguirre se lo ha llevado a la selección de México y allí lo ven como un gran proyecto de futuro.

Álex Padilla contra el Barça. /ATHLETIC
Álex Padilla contra el Barça. ATHLETIC
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

En los planes de Ernesto Valverde no estaba arrancar la temporada con Álex Padilla en la portería. Durante la Eurocopa, Relevo desveló la lesión de muñeca que Unai Simón aplazaba operarse para no perderse la cita con la Roja. Por este motivo, el Txingurri contaba con perder al campeón europeo tras consensuar con el club los plazos de recuperación. Lo que no tenía en mente eran las dolencias que Julen Agirrezabala comenzó a sufrir en la zona lumbar, un problema que ponía en duda su presencia en las primeras jornadas de LaLiga. Con este dilema en la mesa, el club decidió apostar por Álex Padilla (Zarautz, 2003), portero titular del Bilbao Athletic, del que sólo hay buenas referencias cuando uno pregunta en la casa.

Padi, como le llama el vestuario a modo de diminutivo, tuvo la oportunidad de demostrar y no defraudó. En el debut liguero ante el Getafe sacó una mano a Carles Aleñá que desde su entorno no dejan caer en el olvido: "Fue como la del 'Dibu' Martínez en el Mundial", dicen. La hazaña la repitió contra Robert Lewandowski en el Estadio Olímpico Lluís Compayns.

En el feudo temporal del Barça bloqueó con su antebrazo un remate aéreo del polaco que iba seco hacia la portería. Su actuación, nominada a mejor parada de agosto en LaLiga, terminó difuminada por el 2-1 que el Barcelona endosó al Athletic. Pese al reconocimiento, el hispanomexicano terminó disgustado. Al fin de cuentas, su parada no pudo evitar perder puntos en un campo muy complicado.

En ese momento, el propio portero era consciente de que estaba viviendo una realidad distorsionada por culpa de las lesiones. Cuando Agirrezabala volvió a estar disponible, recibió la vitola de titular, algo esperable por su estatus y trayectoria. El de Zarautz lo sabía, pero cumplió como un profesional. Salió airoso de un debut que arrancó con nervios y demostró un temple de veterano ante el Barça de Flick.

El sueño de representar a 'su México'

En medio de una temporada atípica y llena de oportunidades, Alex Padilla ha cumplido un sueño al ser convocado por la selección absoluta de México durante el parón internacional. Padilla, que dio el salto al Bilbao Athletic hace dos temporadas, tuvo la oportunidad de dar un golpe en la mesa y lo hizo. No es casualidad que dos semanas después de su debut Javier Aguirre le haya convocado por primera vez con México. Fue su partido contra el FC Barcelona el que dio la voz de alarma en el cuerpo técnico. La llamada de Aguirre llegó tras la recomendación de Rafa Márquez, su segundo entrenador y exentrenador del filial del Barça, que conocía a Padilla y lo pudo ver en acción en la Ciudad Condal.

Padilla, durante su infancia en México.  CEDIDO
Padilla, durante su infancia en México. CEDIDO

La historia de Alex Padilla es, sin duda, singular. Nacido en Zarautz (Guipúzcoa), en el seno de una familia con un fuerte vínculo con México, Padilla se mudó al país americano a los tres meses de edad debido al trabajo de su padre, Iñaki, un comerciante cuyo empleo lo llevó a establecerse en diferentes lugares a lo largo de su carrera. Fue en México donde él creció, respiró la cultura del país y desarrolló un profundo amor por el fútbol, inspirado en parte por su ídolo de la infancia, Memo Ochoa. "A mi mamá siempre le pedía que me comprara las camisetas de Memo", reconoció en una entrevista con los medios de la selección durante este parón.

Aunque regresó al País Vasco a los nueve años, Padilla nunca rompió los lazos con "su México", como aseguran los que lo conocen. Su familia materna sigue residiendo allí, y él aprovecha cualquier oportunidad para visitar el país que lo vio crecer. "Yo me siento mexicano, soy mexicano", insistió Padilla en una entrevista con ESPN tras su debut en el Athletic. Su primera participación con el Tri no ha llegado todavía, Aguirre lo ha considerado así. "Me cuesta a lo largo del partido cambiar al portero y no necesito ver a Padilla en un partido porque lo he visto en los entrenamientos y en su club. Creo que lo conozco bien", explicó el seleccionado en rueda de prensa antes del choque contra Canadá del martes en la madrugada.

El «mexicanito» que hizo feliz a su abuelita entró en el radar de el 'Tri' hace tres años

Tras jugar seis partidos con la Selección española Sub-19, la llamada de México llegó a los oídos de Álex Padilla. "Para mí fue muy fácil. Estando con México, mi mamá es la madre más feliz y mi abuelita también", así lo relata el guardameta. Nunca lo dudó, su cercanía con el país americano es tal que hasta tiene tatuada el águila de la bandera nacional.

Padilla, con una camiseta de México, de pequeño.  CEDIDO
Padilla, con una camiseta de México, de pequeño. CEDIDO

"Es un mexicanito", dice un trabajador de la federación de fútbol mexicana al mostrarle las fotos de Padilla durante su infancia en México. Pese a ver fotos suyas de pequeño vistiendo la camiseta de la selección, la realidad es que el jugador llegó a los oídos de la selección mexicana hace no mucho. En un partido amistoso que enfrentó a México y España Sub-19, los ojeadores de la selección mexicana notaron su desempeño durante una de las partes del encuentro y, desde ese momento, comenzaron a seguir de cerca su evolución. Padilla, quien continuó sumando minutos con la Sub-19 española, se destacó en varias ocasiones ante la atenta mirada de su país materno.

Él decidió defender los intereses de México después de varias llamadas de Ricardo Cadena, seleccionador Sub-23 del país norteamericano. Aunque haya jugado en categorías inferiores para España, Padilla siempre se ha sentido profundamente mexicano, por lo que tomar la decisión de defender los colores del país azteca fue natural para él. Además, en menos de seis meses ya ha encabezado una convocatoria con el Tri. Allí lo ven como una apuesta a futuro y un portero para un medio y largo plazo.

Amparado por el descubridor de Kepa, Unai Simón y Julen Agirrezabala

Con nueve años volvió a Zarautz, donde le costó adaptarse de nuevo a la cultura vasca. Pese a que en casa nunca haya falta un 'platillo' mexicano, Padilla no entendió su adiós repentino de México. "Al principio no lo entiendo. Sientes un poquito de rabia. Es otra cultura, otras costumbres. El deporte me echó una mano, el fútbol me ayudó a adaptarme poco a poco", añadió en su charla con ESPN.

Padilla (centro) vestido como portero durante su etapa en México.  CEDIDO
Padilla (centro) vestido como portero durante su etapa en México. CEDIDO

En su Zarautz natal comenzó a desarrollarse como portero. No dejó el club local hasta que llegó la oferta de Lezama, tras años de estar pendientes a su evolución. Los buenos reflejos y la agilidad con los pies le ayudaron a destacar desde muy pequeño. Sus cualidades sumadas a la aprobación de Peio Agirreoa, la persona con más influencia en la portería del Athletic detrás del Txopo Iribar. Agirreoa, ya retirado, fue el descubridor de Kepa Arrizabalaga, Álex Remiro, Unai Simón, Kepa Arrizabala, Julen Agirrezabala y Álex Padilla, entre otros.

Todos ellos crecieron bajo su atenta mirada en el Athletic. Sus nombres encabezan una lista que destaca a Lezama como una de las mejores fábricas de talentos de todo Europa en lo que a porteros se refiere. El debut de Álex Padilla ha llegado en San Mamés y ahora espera con ansias su momento con la selección de México. Si se cumple lo que corre por los pasillos de la federación, no tardará en llegar y será para muchos años.