Gerardo González mira de nuevo a la Federación 20 años después de asustar a Villar
El exsecretario general perdió las elecciones de 2004 (98 votos a 78) y ahora se implica en una pre-candidatura opositora a Rocha que busca líder y que no descarta elegirle a él.

Las elecciones a la Real Federación Española de Fútbol acaban de echar a andar y las diferentes pre-candidaturas ya van cogiendo carrerilla antes de dar oficialmente un paso al frente. Sólo algunas de ellas terminarán concurriendo realmente a los comicios, porque con la nueva necesidad de presentar hasta 143 asambleístas para las elecciones a la Asamblea (26 de abril), la obligación de reunir después al menos el 15% de los avales (21) para poder ser elegido presidente (24 de mayo) y el hecho de que sólo se pueda dar el apoyo a un candidato -y no a varios como antes-, hace que únicamente puedan postularse seis personas (como mucho) por una cuestión matemática. Y eso está al alcance de muy pocos. Pero el ruido es el ruido y la realidad es que va creciendo en cada rincón del panorama futbolístico.
Al más que probable anuncio de Pedro Rocha, actual presidente de la Comisión Gestora (debería dimitir antes), y el de Carlos Herrera (COPE), hay muchas posibilidades de que se unan otros nombres relevantes como el de Salvador Gomar, presidente de la territorial de la Comunidad Valenciana, y el de Eva Parera, tal y como deslizó el periodista Tomás Guasch la semana pasada y ha podido confirmar Relevo. Nada parece frenarles, a no ser que choquen con la realidad o la actual dirección que reside en la Ciudad del Fútbol les ofrezca (como meditan hacer) algo irrechazable para que se olviden de las urnas. Alrededor de estas alternativas giran otros proyectos aún en pañales; unos que buscan publicidad y algún otro al que le falta organización y en el que los asesores tienen más ganas de postularse que los líderes del movimiento. Entre ellos, hay uno que vuelve a elevar la figura de Gerardo González Otero a la primera línea de batalla, ya sea como general o como ideólogo.
Gerardo González (Soutelo de Montes, Pontevedra, 1956), para quien le haya perdido la pista, fue entre otras cosas director del Gabinete de Prensa de la RFEF (1985-1990), director de Relaciones Externas (1990-92) y secretario general de la Federación (1992-2002) en tiempos de Ángel María Villar, al que se enfrentó en las elecciones de 2004, sólo unos meses después de que fuera despedido de la organización entre otras cosas al chocar frontalmente con Juan Padrón, vicepresidente económico, mano derecha, consejero y pitbull del entonces presidente.
En aquel careo, Villar (que entró en 1988) revalidó de nuevo su mandato ante 177 asambleístas presentes por 98 votos frente a los 78 de Gerardo González, periodista de formación, pero en el ambiente quedó una sensación de traición que ha ido variando con el paso de los años. Esta leyenda, imposible de confirmar, señala a los colegiados, a Joan Gaspart y a Victoriano Sánchez-Arminio (expresidente del CTA) como los artífices principales para que el estamento arbitral cambiara decisivamente el sentido de su voto en el último minuto; favoreciendo un tanteo final opuesto, que parece mucho más abultado de lo que realmente fue. Pero pasaron muchas más cosas de las que se repiten hoy en un día en el que, por cierto, Sebastián Losada no consiguió ningún apoyo. La LFP (ahora LaLiga) se dividió y Barcelona, Athletic, Racing, Betis, Eibar, Tenerife y Osasuna rompieron la disciplina de voto a favor de Villar. Como también hicieron, según las crónicas de la época, los entrenadores Gregorio Manzano, Gonzalo Hurtado y Lotina, y el presidente de la Catalana, Jaume Roura. Además, en la fiesta de cierre de campaña del ganador, éste consiguió persuadir a Baleares y Murcia.
En boca de todos
La figura de Gerardo González y sus conocimientos están sobrevolando continuamente en las reuniones que se están produciendo en los últimos días en Madrid entre ese sector opositor a Rocha que en su día empujó sin éxito a Iker Casillas para presentarse contra Luis Rubiales y que ahora, sin embargo, no acaba de encontrar la figura idónea para repetir la fórmula. Entre otras cosas porque LaLiga ha decidido no posicionarse públicamente esta vez por dos motivos: la estrategia nunca le sale como piensa (Jorge Pérez, Larrea...) y, además, ahora la Federación está tendiendo puentes, desestimando pleitos y fomentando una relación muy fluida.

Ante esta tesitura, hay varios nombres encima de la mesa para liderar esta corriente alternativa a la presidencialista pero la elección, si se llega al punto de concretarla realmente, parece más encaminada a que sea una decisión por mero descarte que por pura convicción. David Jiménez (presidente de ProLiga) es en algunos momentos la primera opción por su amplia formación, por tratarse de un hombre de paz y consenso y por tener un perfil más joven y moderno (49 años). De hecho, el plan parecía encaminado a que él se presentase a la RFEF y Gerardo González, si acaso, a la Madrileña. Y ahora inclusa se piensa en que sea al revés. Sin embargo, el elegido no lo tiene nada claro, siempre aseguró no tener ninguna ambición de cargos y está comprometido con ProLiga, que se antoja una de las claves en las elecciones.
Además, según los contactos que ha habido entre diferentes directivos y asesores, Javier Lozano (exseleccionador nacional de fútbol sala y presidente de la LNFS) es otra de las posibilidades con más peso pero, como buen conocedor de la casa que es, sólo daría el paso si se lo piden explícitamente cinco o seis territoriales que vayan de la mano, algo que no se ha producido y que será muy difícil que se dé ya que fue un incordio constante para Rubiales. Por muy buen cartel e ideas que tenga. Ni siquiera el que fuera CEO del Santander, Rami Aboukhair, las tiene todas consigo pese a que no para de reunirse con pilares de este bando. En esta trinchera se suspira incluso por David Aganzo (AFE) o Mateu Alemany, pero ellos siguen a lo suyo...
Por eso, Gerardo González parece hoy, de todos, el más reforzado y al que más están animando para dar el salto, aunque sabe que muchos presidentes de territoriales no le apoyarían jamás. Le avala, eso sí, su estrecha relación con los clubes, con AFE, con la propia ProLiga y su buena sintonía con Miguel Galán (presidente de CENAFE, azote continuo de Villar, Rubiales y Rocha y con mucha influencia entre los entrenadores), del que es vicepresidente en la Asociación Transparencia y Democracia en el Deporte que ha puesto todas las últimas denuncias de calado contra la RFEF.
Experto y bien valorado
Desde que salió de la Federación, Gerardo González se ha dedicado a la consultoría deportiva y al desarrollo de otros proyectos empresariales sin alejarse nunca del deporte y de la política institucional (organizaba, entre otros muchos eventos, el famoso Partido contra la pobreza) debido a las buenas relaciones personales que entabló durante tanto tiempo en la sede federativa de Alberto Bosch, que no de Las Rozas, ya que él dejó la RFEF poco antes de que las oficinas y sus trabajadores se trasladaran a la nueva sede.
De aquella época que vivió, le siguen quedando muy buenos contactos, de ahí que haya tanta gente alentándole a que vuelva a intentar el asalto al poder porque ellos le ayudarían a introducirse. Él, de momento, lo máximo que ha garantizado es echar una buena mano. Entre sus camaradas conserva a uno de los 'barones' más antiguos en la casa, Óscar Fle (Aragón), que llegó a dimitir de la Junta cuando Villar echó a Gerardo González por desconfianza y dimitieron a su vez los miembros del Comité de Competición, Fernando Sequeira, Juan José Zornoza y Argimiro Vázquez.
Con aquella salida, Javier Tebas también se posicionó a favor de Gerardo como vicepresidente de LaLiga que era entonces, elevando además la solicitud al CSD de una auditoría de gestión interna por presunto uso irregular de fondos en la Federación. Precisamente aquella buena relación volvió a resurgir en la escena pública. Hace dos años se intensificó y se dejaron ver juntos en varios actos de LaLiga (como la presentación del informe económico de PwC sobre la patronal y su impacto económico, fiscal y social) y, sobre todo, a raíz de un polémico caso vivido, con grabaciones de por medio, con Miguel García Caba (extrabajador de LaLiga, el Real Madrid y ahora también de la RFEF) y con unas reuniones supuestamente clandestinas con Juan Rubiales, tío de Luis Rubiales que fue jefe del gabinete de presidencia de la RFEF, por las que la Federación puso el grito en el cielo e hizo pagar a justos por pecadores: tras apartar a Juan, despidió fulminantemente de su puesto a Susana Sánchez, la actual pareja de Gerardo González, que encontró acomodo después en LaLiga como adjunta del director de Relaciones Institucionales, el exbaloncestista José Antonio Montero.
Hasta que no haya convocatoria oficial, después de enmiendas al reglamento, la mayoría no quiere dar un paso en falso, airear su candidatura y desvelar los programas electorales para no ser copiados. Pero movimiento hay. Muchísimo. Y el de Gerardo González, se presente finalmente o no, permanecerá latente en estas elecciones, ya sea en primera o segunda línea del pelotón. Una agitación interna que volvió a brotar la misma tarde en la que perdió aquellas elecciones de 2004 y atendió a los medios entre la frustración y el fair play después de anunciar impugnaciones y de presenciar agrios enfrentamientos entre asambleístas por los pasillos: "Algo tiene que cambiar en la Federación a la vista del resultado, que es un aviso. No voy a aceptar la derrota con ningún tipo de rencor y, más que echar la culpa a los demás, lo que tengo que ver es dónde he podido fallar. Mis datos anoche eran que tenía 98 votos a favor. No me siento traicionado. Esto es democracia y la gente vota de manera libre. La experiencia ha sido muy gratificante. Espero que la próxima vez me sonría la fortuna...".