Los secretos de la chef privada del Borussia Dortmund: "Trabajo 11 horas al día por y para los futbolistas"
Kira Meenke prepara los platos de algunos de los jugadores del equipo alemán, que esta noche recibe al Barça en la sexta jornada de la UEFA Champions League.
Pongamos que uno está matando el tiempo y su aburrimiento en las profundidades de Instagram y de repente, sin buscarlo, se topa con un vídeo que llamaría la atención de cualquier aficionado al deporte. "Trabajo como chef privada para futbolistas profesionales en Dortmund", dice —en inglés— una voz femenina cuyo perfil acumula algo más de 10.000 seguidores en esta red social. "Y esto que veis es lo que les he hecho hoy de cena a mis clientes".
Sin saber muy bien cómo, el algoritmo ya te ha atrapado y te encuentras entre carritos de la compra, fogones y platos de una apariencia exquisita. La autora, Kira Meenke, le quita hierro al asunto al otro de la pantalla, esta vez ya en conversación directa con Relevo. "No son para tanto [ríe]. De hecho, no tengo formación profesional en esto. Simplemente trato de cocinar con el mejor producto posible", cuenta a sus 29 años quien, tras probar suerte con el balonmano y graduarse en Administración y Dirección de Empresas, viajó por media Europa con unos conocimientos en nutrición labrados en Suiza.
Este verano, no obstante, Meenke regresó a Alemania tras una primera experiencia más que satisfactoria en Lisboa, donde cocinó para varios jugadores del Benfica y el Sporting Club. La oferta, claro, era irrechazable: además de volver a casa, sería la chef privada de algunos de los futbolistas del Borussia Dortmund, potencia continental que esta noche (21:00h, Movistar Plus+) recibe al Barcelona en el imponente Signal Iduna Park.
"Una vez empiezas, el mundo del fútbol es muy pequeño y todos se conocen entre sí, así que creo que los futbolistas profesionales acuden a mí por dos razones básicas", explica a Relevo. "La primera, la comida. Necesitan mucha y de buena calidad, ya que gastan muchísima energía en su día a día, y no siempre es fácil encontrar el tiempo o las ganas para cocinarte platos de calidad o encontrar a alguien de tu entorno que lo haga por ti".
"Y la segunda, igual o más importante, la compañía", añade con una sonrisa. "Hay muchísimos futbolistas que llegan nuevos a una ciudad y no conocen a nadie, no tienen con quién charlar o socializar, así que la confianza en otras personas, en este caso en mí, juega un papel muy importante. Al final, me dejan entrar a sus casas y lo único que buscan con ello es sentirse cómodos conmigo al lado".
Así es un día como chef privada de un futbolista
A diferencia de los futbolistas, enfocados las 24 horas del día en su trabajo, privilegiado a ojos de muchos, Meenke compagina su tiempo como chef privada con otras fuentes de ingresos. "Además de enseñar parte de lo que hago en redes sociales, trabajo como nutricionista para varios futbolistas de la segunda división alemana [2. Bundesliga]", asegura. "Es algo que me exige estar muy al tanto, revisar sus evoluciones individualmente, adaptarme a sus necesidades o diseñarles planes de nutrición y recetas personalizadas cada poco tiempo".
La organización, claro, resulta vital para llegar a todo. "Si me pongo a echar cuentas, trabajo unas 11 horas al día por y para los futbolistas", señala, aliviada por saber que su rol entre los fogones no exige una dedicación diaria. "Ahora mismo estoy trabajando con dos futbolistas del Borussia Dortmund y son más que suficientes [ríe]. Al final, ellos viajan, juegan fuera de casa, tienen partidos con sus selecciones… No es un trabajo para todos los días de la semana".
Aun así, como en cualquier otro oficio, esas horas —algo más de diez en su caso— son frenéticas. "La mayoría de futbolistas desayunan y comen en las instalaciones del club, así que yo me encargo principalmente de las cenas", indica. "Para ello, empiezo a hacer la compra a eso de las 11, voy a casa de uno de ellos a las 12, cocino hasta las dos, lo guardo todo en la nevera, voy a la compra otra vez y llego a casa del otro jugador a las cuatro, cocino, le sirvo la cena a las siete, recojo y limpio todo, ceno con él, charlo con él y llego a casa en torno a las diez".
Y todo, ajustándose a unas tarifas, según cuenta, nada desorbitadas. "¿Cómo de bien está pagado mi trabajo? Mmm... [piensa] Diría que un siete", apunta. "Aun así, me gusta mantener mis precios así. No me gustaría perder ese clima familiar que tengo con ellos, y sabes, mucha gente se aprovecha de su condición de futbolistas para tratar de enriquecerse a su costa. A mí eso no me interesa. Vivo muy bien ahora mismo. No soy millonaria ni me voy a hacer rica con esto, pero no me puedo quejar".
Qué come un futbolista profesional
Así, entre raíces de remolacha, calabazas, semillas de cáñamo, almendras y otras grasas saludables, sus alimentos fetiche para la dieta de los futbolistas —y la de cualquier ser humano—, Meenke va a cumplir uno de sus sueños como cocinera autodidacta. "Voy a publicar no uno sino dos libros de recetas", reconoce. "El primero va a ser muy especial, porque mis clientes [los futbolistas] van a estar involucrados de una forma tan original que todavía no quiero contar nada para que no me roben la idea, pero está previsto que salga más o menos el verano que viene. El segundo espero que esté listo para el Mundial de 2026, para el que ya queda menos de lo que la gente piensa".
Ambas publicaciones, en cualquier caso, son fruto de dos factores que caminan desde hace tiempo relacionados entre sí. El primero, la inequívoca pasión de Meenke por la cocina; el segundo, su innegable éxito como comunicadora. "Empecé a publicar en redes sociales porque un cliente me dijo que no podía ser tan idiota de no hacerlo", explica. "Muy pronto empecé a crecer y ahora mismo acabo de sobrepasar los 10.000 seguidores en Instagram. Es fantástico. Sobre todo si sirve para concienciar de que estos chicos, los futbolistas, son eso, chicos, personas normales, como tú y como yo, con las mismas inquietudes y las mismas ganas de comer bien para cuidarse".
No obstante, Meenke tiene claro qué consejo le daría a cualquier persona que desee equipararse a los futbolistas de élite, al menos en la forma de alimentarse. "La clave está en el carro de la compra. Siempre digo lo mismo: compra menos, pero compra bien", sentencia a Relevo. "El principal problema que veo hoy en día es que la gente tiene sus prioridades distorsionadas. Compran mucha ropa, le ponen el mejor combustible a su coche, pero luego se dan a sí mismos un combustible de mierda y ultraprocesado. Amigos, ¿por qué no gastar ese poquito más en nosotros mismos? Comed frutas, verduras y buena carne, no una lasaña precalentada y llena de químicos. Ahí está el secreto".