La FIA pone paz en su pulso contra Max Verstappen: descarta más sanciones y no le inquieta su pasotismo en sala de prensa

El pulso entre la Federación Internacional y Max Verstappen se encuentra en su punto álgido. La sanción de la FIA al actual campeón por decir que su coche estaba "jodido" desató una guerra que lleva varios días de contienda. Si la previa del Gran Premio de Singapur arrancó caliente tras el castigo de "trabajos comunitarios" que le impusieron al neerlandés, la Federación ha decidido poner paz, según ha podido saber Relevo.

Verstappen cuenta con el apoyo de la mayoría del paddock: desde compañeros como Lando Norris y Lewis Hamilton, que no entienden la sanción, hasta jefes de equipo como Fred Vasseur, de Ferrari, y James Vowles, de Williams, que ven normal decir improperios en este deporte. La FIA piensa diferente.

Las semanas de parón han sido el momento ideal para calmar las aguas: la FIA no tiene en su hoja de ruta seguir sancionando al piloto a pesar de su comportamiento en sala de prensa. El tricampeón se limitó a contestar con monosílabos y con pasotismo a las preguntas de los periodistas durante la rueda de prensa oficial de la FIA dejando claro que su guerra no era contra ellos sino contra la Federación.

De hecho, improvisó comparecencias en una esquina del paddock el sábado y el domingo en el hospitality de Red Bull para no dejar a ningún medio sin respuestas. Lo nunca visto. Según ha averiguado este medio, la FIA no ve ningún problema en el comportamiento pasota de Verstappen el domingo tras la carrera, cuando terminó segundo en Singapur.

Sin embargo, no se mojan sobre su actuación en sala de prensa el sábado, su momento estelar donde apenas respondió preguntas para sí hacerlo más tarde, fuera de la sala de prensa, como forma de boicot. Su actitud, por ahora, no les invita a pensar en más castigos como método de enseñanza a pesar de que la relación entre ambos actores nunca haya sido la mejor.

Ya fue aleccionado con una sanción similar en 2018 tras un enganchón con Esteban Ocon en Brasil. Su carácter rebelde no gusta a pesar de que encandile a los aficionados. El piloto, por cierto, mantendrá su comportamiento en sala de prensa en Austin, cuando se reanude el Mundial en unas semanas. Quién sabe hasta cuándo durará. 

Su protesta es clara y ya avisó de que "estas tonterías pueden decidir mi futuro, es agotador". El entorno del neerlandés lleva muy molesto desde que se le sancionó por soltar un improperio en la previa de Singapur. No entienden los movimientos de la Federación y respaldan totalmente a Verstappen. Conociendo de qué pasta está hecho, el pulso seguirá durante un tiempo.