Checo Pérez pone Madrid patas arriba y 'reta' a Fernando Alonso: "Quiero el subcampeonato"
El mexicano atendió a un reducido grupo de medios, entre ellos Relevo, antes de exhibirse en las calles de la capital: "Me encantaría un Gran Premio aquí".
Madrid, una ciudad impertérrita a casi todo, quedó paralizada este sábado durante horas por el Red Bull ShowRun, un evento en el que Checo Pérez hizo las delicias de todos los aficionados a la Fórmula 1. En un acto impulsado y patrocinado por la Comunidad, un guiño más a la celebración de un Gran Premio en la capital, el mexicano se exhibió al volante del RB7 (el coche con el que Vettel ganó el Mundial en 2011) por zonas tan emblemáticas como la plaza de Cibeles, el edificio Metrópolis de Gran Vía o el paseo de Recoletos.
Minutos antes de subirse al monoplaza y quemar rueda con sus trompos, el piloto azteca atendió a un reducido grupo de medios, entre los que se encontraba Relevo, para hablar de la actualidad, su deseo de ver pronto un GP en Madrid, sus problemas durante los sábados y su intensa batalla con Fernando Alonso por el subcampeonato.
El 'reto' a Alonso: «Mi objetivo es terminar segundo»
Ante la tiranía de Max Verstappen, líder del Mundial con 255 puntos, Checo Pérez (156) y el asturiano (137) pelean ahora mismo por un subcampeonato que se ha convertido en el gran objetivo para ambos. "Quiero acabar segundo. Espero terminar por delante de él", reconoció Pérez, "sorprendido" por el rendimiento de Aston Martin desde la primera carrera. "No me esperaba a Fernando luchando por los podios tan rápido. Él y su escudería han dado un paso importante, pero también hemos visto lo mismo con otros equipos. McLaren empezó muy mal y ahora ha pegado un brinco. Con esta regla todo está mucho más cercano", destacó el mexicano.
Alrededor de su box improvisado, instalado en pleno paseo del Prado, centenares de aficionados se agolpaban tras las vallas para obtener un simple saludo del piloto de Red Bull. Madrid es una ciudad especial para él (vivió allí durante una temporada) y volvió a sentir su cariño. "Es como estar en casa sin estarlo", resumió Pérez, que confesó sus ganas de correr un GP por las calles de la capital española: "Me encantaría. La persona más feliz sería sin duda Xavi Martos, mi entrenador. Le gusta mucho Madrid, y a nosotros también".
El presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA, José Vicente de los Mozos, dejó claro esta semana que el acuerdo para disputar un nuevo GP en España está listo a falta de firma. Como informó Relevo, el circuito contempla un trazado semiurbano que pasaría por Valdebebas y los alrededores del recinto ferial. Seguiría, así, la tendencia de las últimas incorporaciones al calendario (Yeda, Miami o Las Vegas)... y eso también atrae a Pérez: "Los circuitos urbanos son especiales, sería bueno agregar más. Tienen un ambiente muy diferente, sobre todo en ciudades como Madrid. A mí siempre me han ido bien".
La necesidad de remontar
En el plano individual, el 2023 del azteca ha ido claramente de más a menos. Después de un fin de semana casi perfecto en Azerbaiyán (victoria al esprint y el domingo) llegó a colocarse a seis puntos de Verstappen, pero después de Miami, el siguiente GP, su rendimiento ha caído en picado: lleva cinco clasificaciones consecutivas sin entrar en Q3 y ha evidenciado estar muy por detrás de su compañero de equipo.
"Las cosas se han complicado por diferentes factores. Cuando los analizas, te das cuenta de que estamos en una ventana muy muy pequeña. Es duro lo que ha pasado en las últimas clasificaciones, pero siempre lo he dicho: en la F1 sólo importa dónde termines en Abu Dabi. Todo lo demás es secundario", afirmó contundente el mexicano, imperturbable y maduro ante las críticas. "Son parte del deporte. Hay que bloquear ese ruido externo y enfocarnos en lo que tenemos que hacer como pilotos. Mi meta es mantener una buena temporada. No estoy segundo en el Mundial por un milagro. He ganado carreras, he estado ahí… Es verdad que he tenido algunos fines de semana malos, pero todavía queda mucho año por delante", reivindicó.
Hungría, la siguiente parada, será su primera bala para mejorar. "Voy carrera a carrera y ahora sólo pienso en Hungaroring. Espero que podamos regresar al podio y lograr dos buenos resultados antes del verano. Es la prioridad para poder tener unas buenas vacaciones", afirmó el de Red Bull, que se 'olvidó' de Aston Martin al enumerar a las posibles alternativas a la escudería austríaca para ganar: "Parece que cambia carrera a carrera, pero ahora pensaría más en McLaren y Mercedes".
Alonso, Sainz y el peso de un país
Aprovechando las preguntas de los medios nacionales, Checo quiso poner en valor la figura de los dos españoles de la parrilla. "Carlos es un pilotazo, igual que Fernando. Ambos son grandes. No veo la razón de compararlos, al contrario. España debería aprovechar el momento que tienen con Alonso y Sainz y disfrutar más. Están pasando por un lugar único, un momento que quizá no se vuelva a repetir en la historia del automovilismo español".
Él, un ídolo de masas en México, conoce mejor que nadie la exigencia de centrar las miradas de todo un país. "No es fácil cargarte a una nación sobre tus hombros, pocos pilotos viven ese fanatismo por parte de sus compatriotas. Tengo la fortuna de tener mucho apoyo, pero eso viene acompañado de presión. El ánimo de las personas depende de los resultados que les pueda dar el domingo. No es sencillo lidiar con ello", reconoció antes de recordar el "peso" del pasaporte en la F1: "Nosotros nos tenemos que venir a vivir aquí a muy temprana edad y eso implica un compromiso mayor. A los 12 o 13 años tienes que estar ya en Europa. Si llegas muy tarde, te cuesta adaptarte a las pistas y a las reglas. Por eso hoy en día es tan difícil para los pilotos latinoamericanos llegar a la Fórmula 1".
Entre olor a gasolina, sonrisas y alguna confesión ("lo que más me ilusiona cuando me retire es crear mi propia marca de tequila"), Pérez agradeció el apoyo... y mandó otro guiño: "¿En qué ciudad me gustaría correr en un futuro? En Monterrey... y aquí". El sueño se encuentra cada vez más cerca de hacerse realidad. Antes, Checo y su RB7 fueron una buena excusa para demostrar a los máximos dirigentes de la Fórmula 1 que la pasión por el motor está presente en todos los rincones de la capital.