Así es la primera recreación del futuro circuito de la F1 en Madrid
Relevo representa cómo podría ser el trazado, con base en IFEMA, según las informaciones que hemos podido recopilar.

La posibilidad de que Madrid vuelva a acoger una cita del Mundial de Fórmula 1 ya no es un sueño irrealizable, de hecho, uno de los ideólogos del proyecto ha afirmado saber cuándo se firmará el acuerdo y cuándo entrará en vigor. El proyecto liderado por IFEMA ha avanzado sin prisa pero sin pausa desde hace un año y medio y desde finales de marzo está en manos de Liberty Media. El recorrido del circuito semiurbano que albergaría el evento ha sido una incógnita desde el principio, más allá de la información que adelantó Relevo en septiembre del año pasado de que pasaría por Valdebebas (zona de desarrollo al norte de la ciudad) y los alrededores del recinto ferial. Hasta ahora.
El trazado con el que la capital española volvería al calendario de la F1 más de 40 años después contaría con algo más de cinco kilómetros, con lo que seguiría la tendencia de las últimas incorporaciones al calendario (Yeda, 6,174 km; Miami, 5,412 km o Las Vegas, 6,12 km), según ha podido saber Relevo por fuentes cercanas al proyecto.
No obstante, en la mesa de Liberty Media y la Federación Internacional de Automovilismo hubo varias propuestas de recorrido, todas ellas entre Valdebebas y el recinto ferial. Pero gracias a las informaciones recopiladas, hemos podido elaborar un boceto de circuito bastante aproximado al que finalmente la F1 ha elegido de entre las opciones presentadas, a falta de firmar el acuerdo final con los promotores del evento.
La recta de meta se situaría en la Vía de Dublín y el pitlane, los boxes y el paddock se instalarían en lo que actualmente es la entrada principal a IFEMA y los aparcamientos más cercanos. La primera curva, a derechas, se encontraría en la rotonda frente a la M-40, antes de encarar una segunda recta en la propia Vía de Dublín camino de la M-11 (autovía de acceso al Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas, también conocida como Avda. Manuel Azaña).
En ese punto, pasaría por debajo de ella hacia la Calle de Francisco Umbral, que deja a su derecha los terrenos que hasta ahora ocupaba el Mad Cool. El descampado donde se ha celebrado el festival de música desde su tercera edición, en 2018, hasta la de 2022 (en 2023 se traslada a Villaverde, al sur de la ciudad) es propiedad de IFEMA y albergaría la zona más revirada del trazado y donde se ubicaría la curva más emblemática del trazado: una peraltada estilo Indianápolis.
El regreso hacia el recinto ferial se realizaría a través del túnel actualmente peatonal creado a raíz del Mad Cool (que cuenta con la anchura suficiente, según los responsables del proyecto), dejando a la izquierda la ciudad deportiva del Real Madrid, volviendo a pasar por debajo de la M-11 y adentrándose en las instalaciones de IFEMA.

Allí, los organizadores preparan otro golpe de efecto: adentrar la carrera en los pabellones 12 y 14 de IFEMA, lo que supondría un hecho histórico en la F1, ya que nunca antes ha habido un tramo de un circuito bajo techo en una instalación fija. De ahí saldría de nuevo a Vía de Dublín, donde estaría la meta, dejando a la derecha la zona de boxes.
Inversión privada y 500 millones de euros de beneficio
El trazado semiurbano permitiría desmontar sus instalaciones una vez acabado el evento y devolver a la completa normalidad las inmediaciones de las calles que estarían dentro de su recorrido, como sucede en otras localizaciones actuales, como Bakú o Mónaco.
Los organizadores tienen el objetivo de que todo el trabajo en torno a la instalación del circuito genere cero emisiones netas de dióxido de carbono. Esto se alinea con la meta que se ha puesto la propia F1 de ser neutra en emisiones de carbono en 2030 y para lo que algunos equipos y suministradores de la categoría ya están trabajando. El campeonato contará ya en 2026 con motores más limpios, con combustibles sintéticos y mayor potencia eléctrica, lo que ha atraído a nuevos constructores como Audi o Ford.
IFEMA ha estado negociando desde febrero con los socios económicos necesarios que respaldan un proyecto que no utilizará dinero público y con el que se espera que se generen en Madrid 500 millones de euros por cada edición. Los dos candidatos son Carlos Slim, empresario mexicano, y Stephen Ross, empresario estadounidense dueño de los Miami Dolphins y hacedor del GP de Miami de F1.
Aunque no han trascendido las cifras que les costaría a los organizadores celebrar este Gran Premio, un estudio de Forbes en 2017 estableció unos costes de 57 millones de dólares para un evento urbano. Por otro lado, hay que tener en cuenta el canon que los promotores pagan a la F1 por tener un hueco en el calendario, que va de los 15 a los 55 millones de euros, según racingnews365.com.
La F1 tiene contrato con el Circuit de Barcelona-Catalunya hasta 2026, inclusive, como sede del GP de España, por lo que el regreso de Madrid, pero los promotores del evento madrileño no buscan competir con la cita catalana y están negociando para crear la denominación GP de Madrid y que esta pudiera entrar en el calendario del Gran Circo desde 2025.
Stefano Domenicali, CEO de la F1, ya deslizó a Relevo en noviembre pasado que sería poco probable contar con dos eventos en un país europeo para 2026 o 2027, dado el enorme interés que ha generado la categoría en los últimos años. Y los responsables del Circuit de Barcelona-Catalunya también descartaron en una entrevista con Relevo la opción de alternarse con Madrid y el interés y las negociaciones para renovar su acuerdo con la F1.