Divorcio confirmado entre Tom Pidcock e Ineos: el británico apunta ahora a un equipo con cinco españoles

Era un secreto a voces en los corrillos del pelotón y este miércoles, al fin, el rumor ha llegado a su fin. El británico Tom Pidcock, la última gran esperanza anglosajona para las grandes vueltas del ciclismo internacional, y campeón, entre otras cosas, de la Amstel Gold Race, la Strade Bianche o la etapa reina del Tour de Francia 2022, además de dos oros olímpicos en mountain bike, deja Ineos Grenadiers para cambiar de equipo a partir del próximo año.

A sus 25 años (serán 26 en julio), Pidcock ha protagonizado no pocos rifirrafes con la cúpula de la estructura británica. Uno de ellos —cómo olvidarlo— tuvo al español Carlos Rodríguez de por medio, cuando, en el Tour de Francia de 2022, el ciclista inglés consideraba que el liderazgo de su equipo debía recaer sobre sus hombros y no sobre el joven e inexperto de Almuñécar.

La realidad terminó poniendo todo en su lugar, y ahora, como ya sucedió entonces, Pidcock ha tenido que ceder antes de lo que hubiera deseado. El de Leeds, el último corredor que la prensa británica ha señalado como potencial ganador de una gran vuelta, abandona por la puerta de atrás el equipo al que llegó con la vitola de futuro campeón en 2021.

Según ha avanzado el periodista Daniel Benson, que comparte sus informaciones en la 'newsletter' de pago que lleva su nombre, Pidcock tiene ahora muchas opciones de terminar en el suizo Q36.5 Pro Cycling, el equipo con el que más se le ha vinculado en las últimas semanas.

De consumarse el movimiento, el último vencedor de la Amstel Gold Race compartiría escuadra con hasta cinco españoles, todos ellos con contrato en el cuadro helvético para el próximo curso: David de la Cruz, Xabier y Enekoitz Azparren, David González y Marcel Camprubí.

De este modo, y pese a tener contrato en vigor con Ineos hasta 2027, Pidcock da un importante giro a su carrera como ciclista. De nada han servido los intentos de ambas partes, directiva de Ineos y ciclista, por reencauzar la situación en los últimos meses. El último Giro de Lombardía, en el que el conjunto británico dejó a Pidcock en casa sin aparente motivo, fue la puntilla. No había vuelta atrás.