David de la Cruz: "La fusión de Quick-Step y Jumbo no sería una buena noticia para el ciclismo"
El ciclista catalán charla con Relevo para valorar la temporada, su futuro fuera del equipo Astana y los rumores que se ciernen estos días sobre el pelotón.

En Saint-Vincent-de-Reins, comuna de verdes praderas a las afueras de Lyon, David de la Cruz se despidió este verano del tercer Tour de Francia de su carrera, ese al que llegaba con "mejores piernas que nunca". Tras un enganchón fortuito con Quentin Pacher, corredor del Groupama-FDJ, el catalán cayó con violencia contra el asfalto y tuvo que ser evacuado en ambulancia tras sufrir fuertes contusiones en hombro, cadera y codo derecho. Menos de un mes después, ya recuperado y con un nivel que le había elevado al grupo de los mejores, el de Sabadell tuvo que abandonar La Vuelta cuando marchaba undécimo en la clasificación general, esta vez por una gastroenteritis que le dejó "bastante tocado" durante más de una semana.
Ahora, por fin sano y de vuelta a los entrenamientos, aunque con otras dos balas perdidas en un cartucho que luce cada vez más desgastado, De la Cruz afronta con 34 años sus últimos días en el equipo Astana. "Ahora me tengo que centrar en las clásicas italianas, con el Giro de Emilia, los Tres Valles Varesinos y el Giro de Lombardía", confirma a Relevo por videollamada. "Después acabará mi temporada y, con ello, mi tiempo en el equipo Astana".
Haya fortuna o no en su last dance con los kazajos, el catalán, ciclista de culto, tres veces entre los siete mejores de La Vuelta, vive con una calma tensa el mercado más convulso que se recuerda en el ciclismo moderno. En parte, por la extraña inactividad en la mayoría de equipos, pero también por las temidas fusiones, una sombra que, cada vez más alargada, se cierne de forma irremediable sobre el pelotón.
"Creo que la unión de Soudal Quick-Step y Jumbo-Visma no sería una buena noticia para el ciclismo", advierte sobre un rumor que cada vez parece más real. "Lo pienso por dos razones. Primero, porque el hecho de que dos equipos de esa magnitud se junten significaría que uno de los dos va a desaparecer, dejando fuera a muchos ciclistas y trabajadores que no van a poder incorporarse luego a otra estructura. Pero lo más preocupante para mí es que dos de los equipos más potentes del panorama internacional se vean obligados a valorar una fusión porque son incapaces de encontrar un sponsor para afrontar sus proyectos".
En cuanto al peso de ambos conjuntos, claro, no le falta razón. Mientras los belgas cuentan con Remco Evenepoel, ganador de La Vuelta, dos monumentos y dos Campeonatos del Mundo con tan solo 23 años, el Jumbo-Visma se acaba de convertir en el primer equipo de la historia que gana las tres grandes vueltas de la temporada —Giro, Tour y Vuelta— con tres ciclistas diferentes —Roglic, Vingegaard y Kuss—.
"Es que es como si el Barça de Guardiola, después de ganarlo todo, no encontrara un patrocinador para poner en la camiseta… Sería muy preocupante para el fútbol, ¿no? ¡O como si en la Fórmula 1 se tuvieran que fusionar Mercedes y Red Bull!", añade al otro lado de la pantalla. "Da miedo pensarlo, porque son mega estructuras con un retorno publicitario brutal, en un deporte que tiene el tercer evento deportivo más visto del planeta, que es el Tour de Francia, y aun así les está costando encontrar sponsor… Y es que no estamos hablando de presupuestos como los de la Fórmula 1 o el fútbol. Son, en el mejor de los casos, ¡una décima parte!".
Él, aún huérfano de equipo para el próximo curso, se ha visto en el epicentro de la centrifugadora de nombres en la que se ha convertido el mercado de fichajes. "Lo de las fusiones afecta, claro", reconoce sin titubeos. "Estamos viendo que el mercado está mucho más parado que de costumbre. Con algo así uno tiende a quedar a la espera de lo que pueda pasar. Claro, si lo piensas dices, ostras, es que si ahora se fusionan Jumbo y Soudal… No veo en el mismo equipo a todos esos gallos. A Roglic, a Vingegaard, a Evenepoel, a Van Aert, a Alaphilippe… No hay espacio para toda esa gente. Son ciclistas muy ambiciosos y que también buscan sus propios resultados".
Así, algunas de esas estrellas podrían buscar una salida del hipotético 'Dream Team' y provocar, de paso, un efecto dominó que sacudiera al resto del pelotón. "Entiendo que el resto de equipos estarán ahora mismo expectantes, a ver qué sucede con esos corredores, porque claro, a lo mejor Evenepoel sale, Roglic sale, como se rumorea estos días… Pues eso, inevitablemente, frena el mercado".

Uno de los pocos conjuntos que se salva es, casualidad o no, uno de los que se ha relacionado en los últimos días con el ciclista catalán: el Lidl-Trek. Comandado por Josu Larrazabal como director de rendimiento, el equipo estadounidense, que estrechó lazos con la conocida marca de supermercados en mayo, ya ha incorporado para 2024 a Tao Geoghegan Hart, ganador del Giro de Italia 2020, y a piezas tan valiosas como Patrick Conrad, Carlos Verona, Sam Oomen, Jonathan Milan o Andrea Bagioli.
"Tienen un proyecto que me parece muy ilusionante", admite De la Cruz, representado por Giuseppe Acquadro y Koldo Fernández de Larrea. "Han sido capaces de encontrar ese mega sponsor del que hablábamos y parece que se quieren involucrar de verdad, mientras otros equipos que también tienen una imagen muy buena no lo están consiguiendo… ¿Por qué será?".
Un hipotético fichaje por el cuadro norteamericano sería, sin duda, un paso adelante en la carrera del veterano catalán, estancado estos dos últimos años en la cadena de infortunios del Astana, pero no el único. "Hay cuatro equipos que me llaman la atencióny en los que creo que podría encajar por cómo trabajan, por su estilo y, por qué no decirlo, porque me ilusionan", sentencia el de Sabadell, que en ningún caso fichará por Movistar de cara al próximo curso. "Ya hay cosas avanzadas y espero tenerlo todo cerrado más pronto que tarde".