Primoz Roglic contesta al recelo sobre Jumbo: "Cuando hay demasiados triunfos también parece ser un problema"

Cantabria. - Algo ocurre en Torrelavega. Cerca del hotel Torresport Spa, a las afueras de la ciudad, pululan varias personas nerviosas, con la mirada encendida. Pronto se entiende todo. Del hotel comienzan a salir, uno a uno, los ciclistas del Jumbo-Visma, el equipo que tiraniza estos días La Vuelta a España. Robert Gesink, Wilco Kelderman, Sepp Kuss, Jonas Vingegaard… Son como abejas, revoloteando agrupadas en un amarillo inconfundible. Pero hay algo que les diferencia del diminuto insecto: no sirven a ninguna reina, porque no tienen.

Es lo que asegura al otro lado de la pantalla Primoz Roglic, un tipo sencillo, de mueca afable y mirada despreocupada, que prefiere ausentarse de la sesión con sus compañeros para salir a rodar más tarde, "en secreto", evitando así el ajetreo levantado por sus socios. "Ha sido una gran elección", presume.

A sus 33 años, el esloveno, triple vencedor de La Vuelta y vigente campeón del Giro, es segundo en la clasificación general al arranque de la última semana de carrera. Por detrás, Jonas Vingegaard, compañero de equipo y triunfador en el Tour. Por delante, solo Sepp Kuss, despojado de la tarea de súper gregario para redirigir sus deseos al codiciado maillot rojo en Madrid.

Me vas a perdonar, pero eso de que no os importa quién de los tres gane La Vuelta no me lo termino de creer.

A ver, si quiero que gane alguien que no sea yo, es Sepp [Kuss]. Es de cajón. Por otro lado, también tengo mi responsabilidad de darlo todo en carrera, así que esta última semana... Es difícil. Al final, ganará el mejor. Es tan simple como eso.

¿Vosotros cómo lo gestionáis desde dentro?

A ver, al final es que somos amigos. No es ningún secreto que somos buenos amigos. Entendemos los principios básicos del ciclismo, los mecanismos del equipo, cómo corremos y cómo abordamos las carreras. No queremos limitar nuestras posibilidades molestándonos el uno al otro. Es cierto que hasta ahora está siendo realmente increíble, así que espero que siga así hasta el final.

Sois el equipo a batir en cada carrera. ¿Entiendes que la gente se canse de vosotros?

Bueno, no lo sé. Yo lo miro desde mi perspectiva y te puedo decir que ganar es lo que me mantiene vivo, así que nunca es suficiente. Todos tus rivales te empujan a ser cada vez mejor. Es algo que necesitas y algo que realmente me gusta. Estas "dulces preocupaciones" [entrecomilla con las manos] cuando tienes demasiadas victorias... Es lo de siempre. Cuando no hay victorias, es un problema. Cuando hay demasiados triunfos, también parece ser un problema. A mí no me importa. Yo trato de disfrutarlo y sonreír.

Se ha comparado mucho vuestro dominio con el del equipo Sky en la década pasada.

Puf [suspira]. No sé. A mí es que no me gustan las comparaciones. Yo soy yo mismo. Puedo hablar sobre mí, sobre las cosas que hago o dejo de hacer. Todo lo demás... Es cierto que cuando entras en este tipo de conversaciones y te equiparan a los mejores, pues es algo bonito. Sí, me quedo con eso.

¿Entiendes que se sospeche de vosotros?

Vuelvo a lo mismo. Yo solo puedo hablar por mí. Soy una persona que cree en el trabajo duro, en los sacrificios del día a día y estoy muy tranquilo y contento con eso. Si encima puedo ganar algo de esa forma, pues más feliz todavía.

No has ganado pocas cosas, no. Eres uno de los más exitosos 'vueltómanos' de siempre.

Bueno, creo que no me quejaría si gano el Tour de Francia al menos una vez [sonríe]. Si no me equivoco, el Tour de Suiza también me falta, así que sí, todavía hay algunas carreras que me podría sumar puntos.

¿Sientes que hay que ganar el Tour para sentarse en la mesa de los mejores?

No, la verdad es que no. Puedes lograr estar entre los mejores de la historia con otras muchas cosas. Creo que yo ya he logrado muchas cosas que bueno, están ahí. Al final, con todas las combinaciones y carreras que ofrece el ciclismo, uno siempre puede conseguir algo que nadie haya hecho antes sobre la bicicleta.

Entiendo entonces que estarás en el Tour de Francia el próximo año.

Espero que sí, la verdad. Todavía es muy pronto, eso sí. Nunca se sabe cómo vas a estar o qué va a pasar en el futuro, así que lo primero es el mañana e intentar terminar La Vuelta en este caso. Luego ya pensaremos en los siguientes pasos.

Pero te motiva.

Si, está claro. El Tour es una de esas cosas que todavía no he ganado y me encantaría intentarlo.

Tu contrato termina en 2025. ¿Qué planes tienes para entonces?

No tengo ni idea, la verdad. No es fácil estar al más alto nivel y hacer las cosas que estamos haciendo, eso es cierto. Además, ya no tengo 20 años [sonríe]. En cualquier caso, mientras tenga la motivación y el apoyo de la familia y de quienes me rodean en el día a día, seguiré en esto. En el momento en el que eso cambie, haré ¡fiu! [silba], chao, chao, nos vemos en otro lugar. Espero, claro, que para eso todavía quede un tiempo.

¿Te ves con un maillot que no sea el del Jumbo-Visma?

Bueno, ¿por qué no? Quiero decir, nunca se sabe. Yo soñaba con ser campeón del mundo de saltos de esquí y mira, terminé en el ciclismo. Con esto quiero decir que estoy bastante abierto a todo lo que me depare la vida.

Suceda o no, antes quiero saber quiénes son para ti los tres mejores ciclistas del mundo.

Para mí el mejor soy yo [sonríe]. Es simple.

¿Y después?

No lo sé, la verdad. No sé quién cogería ese segundo y tercer lugar del podio...

Te cambio la pregunta entonces. Sin contarte a ti, ¿quién es tu ciclista favorito?

Uf, esa es buena [piensa]. Sabes, intento fijarme siempre en los mejores, digamos, Tadej [Pogacar], Jonas [Vingegaard], incluso Remco [Evenepoel] podría estar ahí, porque también es un tío con ese toque especial. Trato de analizarlos y ver qué tienen y qué no para aprender de ellos, porque a veces necesitas mirar un poco a tu alrededor para ver qué te falta y qué te estás perdiendo por el camino.

¿Qué le robarías a Vingegaard si pudieras?

Su profesionalidad. Es súper profesional. Es un tío que pone una dedicación y un trabajo increíble a lo que hace. Se planta un objetivo y va a muerte a por ello.

¿Y a Pogacar?

Su relajación y su sonrisa. La capacidad de disfrutar.

Tú ya has dicho que también disfrutas, pero cuando termine La Vuelta y eches la vista atrás, sea cual sea el resultado, ¿cómo verás la temporada?

Buah, fantástica. He disfrutado mucho, como dices, así que me quedo con eso. Lo que pase el domingo en Madrid, ya se verá... Pero si gano, no va a cambiar mucho mi vida [sonríe]. El lunes me iré a casa y será momento de descansar.