CICLISMO | MUNDIAL

Las dudas con el peso arrinconan a Mathieu Van der Poel antes de su duelo con Remco Evenepoel y Tadej Pogacar

El neerlandés, vigente campeón del mundo, ha ofrecido versiones contrapuestas en torno a su físico antes del Mundial de Zúrich.

A la izquierda, Mathieu van der Poel en primavera. A la derecha, la semana pasada./EFE / WielerFlits
A la izquierda, Mathieu van der Poel en primavera. A la derecha, la semana pasada. EFE / WielerFlits
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Uno ve estos días a Mathieu van der Poel, vigente campeón del mundo y vencedor esta misma temporada, entre otras, de la París-Roubaix, el Tour de Flandes o la E3 Saxo Clasic, ahí es nada, y lo primero que hace es, seguro, fijarse en su aspecto. Salta a la vista que el neerlandés, nieto de Raymond Poulidor, ha perdido peso en las últimas semanas.

Solo hay que ver su rostro para percatarse del cambio. Pero hay más. El propio protagonista reconoció la semana pasada en WielerFlits, una de las webs especializadas más prestigiosas del mundo, que había afinado su cuerpo de cara al Mundial de Zúrich, donde defenderá el maillot arcoíris conseguido hace un año en Glasgow.

"He intentado llegar aquí un poco más ligero que en primavera", aseguró Van der Poel, cuyo peso, en condiciones normales, oscila en torno a los 75 kilos. "Es algo importante, igual que los entrenamientos, que llevo tiempo haciéndolos más largos, ya que el Mundial será una carrera muy larga".

Razón no le falta. La cita mundialista de Zúrich (domingo 29 a partir de las 10:30; en TVE y Eurosport) constará de 274 kilómetros entre Winterthur y la ciudad más poblada de Suiza. Pero no solo eso. Los 4.470 metros de desnivel acumulado invitan a pensar que el de este año es un Mundial reservado para los escaladores, esto es, ciclistas ligeros y con capacidad para mover muchos vatios sobre la bicicleta.

Uno de ellos es, sin duda, Tadej Pogacar, que con 1,76 metros de altura ha reconocido esta semana en el podcast The Drive que su peso actual ronda los 64 kilos. Algo menos, en torno a 60, marca en la báscula Remco Evenepoel, cinco centímetros más bajo que el esloveno. Van der Poel, por tanto, ha de adaptarse a un hábitat que no es el suyo, y la razón principal es su propio físico, mucho más corpulento (1,84) que el de sus rivales.

Un giro inesperado en el discurso del campeón

Por todo ello, resulta ciertamente llamativo que, después de sus propias declaraciones, esas en las que reconocía el cambio de peso previo al Mundial, el neerlandés haya reculado en torno al tema. "La verdad es que no me subo a la báscula con mucha frecuencia", ha advertido la estrella del Alpecin-Deceunick al portal neerlandés In de Leiderstrui.

Van der Poel, durante una entrevista con WielerFlits la semana pasada. WielerFlits
Van der Poel, durante una entrevista con WielerFlits la semana pasada. WielerFlits

"En algunos periodos de tiempo controlo lo que como, sí, pero no soy obsesivo con el tema", ha añadido el defensor del maillot arcoíris. "Siendo sincero, no creo que haya perdido peso para el Mundial de Zúrich. Siempre mantengo un poco el mismo peso durante la temporada... Tal vez haya una diferencia de uno o dos kilos, pero no más".

Sea como fuere, a diferencia de lo que sucediera el pasado curso en Glasgow, Van der Poel sabe que no parte como favorito a la cita del domingo. "Existe una pequeña posibilidad", sentencia el rey de las clásicas en WielerFlits. "Sé que no soy el hombre a batir en este tipo de recorrido, pero creo que precisamente eso puede darme alguna oportunidad".