Pogacar confiesa cuál es la única carrera que le quita el sueño: "Me voy a ir con ella a la tumba"
El ciclista esloveno reveló algunos de sus secretos mejor guardados en el podcast 'The Drive', conducido por el canadiense Peter Attia.
A nadie se le escapa que Tadej Pogacar es un coleccionista de victorias. A sus 26 años, el esloveno del UAE Team Emirates suma, ahí es nada, 85 triunfos como profesional. Solo este año, quizá el más exitoso que se le recuerda a ningún ciclista en la élite —y a falta del esperado Mundial de Zúrich—, Pogacar puede presumir de haber conquistado el Giro de Italia, el Tour de Francia, la Lieja-Bastoña-Lieja y la Volta a Catalunya.
Pero eso no es todo. En lo que va de curso, el esloveno también ha alzado los brazos en la Strade Bianche italiana, prueba con la que abrió su calendario, y en el Gran Premio de Montreal, clásicas que, si bien de menor enjundia, no dejan de sacar brillo a una temporada ya de por sí descomunal.
Existe, sin embargo, una carrera que todavía se le atraganta. Y lo llamativo es que el propio Pogacar, lejos de negarlo, siente que no es algo fortuito, sino más bien un mal que podría perdurar en el tiempo. "Creo que San Remo es la que me va a mandar a la tumba", ha reconocido el esloveno en una extensa entrevista concedida al canadiense Petter Attia, divulgador científico y conductor del podcast The Drive.
"¿Te vas a morir tratando de ganarla?", pregunta Attia ante la sonrisa sarcástica del líder del UAE Team Emirates, favorito mayúsculo a enfundarse el maillot arcoíris este domingo en Zúrich. "Sí, probablemente", sentencia Pogacar entre suspiros. "Me estoy acercando mucho, pero todavía está muy lejos. Es increíble".
Lo cierto es que el tercer puesto de Pogacar en la Milán-San Remo del pasado mes de marzo es una de las dos únicas carreras del año en las que el esloveno ha participado y no ha salido como campeón. La otra es el Gran Premio de Quebec, la cita con la que Pogacar regresó —con una séptima posición— del necesario parón tras ganar el Giro de Italia y el Tour de Francia.
"Quiero volver a La Vuelta y ganar el maillot rojo"
CiclistaEl primer monumento del año es, además, uno de los pocos que le faltan al esloveno. Con tres tres victorias en el Giro de Lombardía, dos en la Lieja-Bastoña-Lieja y una en el Tour de Flandes, reservado históricamente a los mejores clasicómanos del mundo (y no a vueltómanos de apenas 64 kilos de peso), a las vitrinas de Pogacar solo le faltan dos de los cinco monumentos del ciclismo: la velocísima Milán-San Remo y la temida París-Roubaix.
"Lombardía es quizás la que más se adapta a los ganadores de grandes vueltas, pero las otras cuatro es cierto que no están hechas para vueltómanos", asegura el esloveno justo antes de que Attia le pregunte si completar la manita de monumentos es su gran objetivo. "Bueno, primero quiero ganar el Mundial, después San Remo y luego veremos si hay espacio para la Roubaix o no".
En cuanto a las grandes vueltas se refiere, Pogacar ya tiene dos, Giro y Tour —éste por partida triple—, por lo que solo le falta una. Y la pregunta es obligada. "¿La Vuelta? También, claro. Fue mi primera grande, en 2019, hice podio, gané tres etapas y el maillot blanco", recuerda. "Por supuesto que quiero volver y hacer lo propio con el maillot rojo, el de campeón".