Pau Miquel, sobre la sombra de Pablo Castrillo en Kern Pharma: "No ha dejado un vacío, sino un espacio"
El catalán, que rozó varias veces el triunfo en La Vuelta, se marca un único y gran objetivo en esta temporada 2025: ganar.

Doce veces acabó entre los diez primeros de una carrera Pau Miquel la pasada temporada. Cinco de ellas, en etapas de La Vuelta. Allí fue 3º en la llegada masiva de Córdoba, sólo superado por el magnífico Wout van Aert y el prometedor Mathias Vacek, y también cruzó en tercer lugar la meta de la etapa de Izki en la que alzó los brazos su compañero Urko Berrade, si bien luego fue descalificado por sprint irregular.
Junto al propio Berrade, ganador en la reciente Clàssica Camp de Morvedre, Pau Miquel (2000, Sant Quirze del Vallès) es, por trayectoria y por galones, el llamado a llenar el hueco de Pablo Castrillo en la plantilla del Equipo Kern Pharma. El conjunto de Juanjo Oroz afronta una temporada clave para su futuro. Tras la fabulosa actuación de la pasada Vuelta a España, debe demostrar que su cantera de talento es capaz de producir nuevos referentes. De ella surgieron Joseba Beloki, Andrey Amador, Marc Soler, Richard Carapaz, Roger Adrià, el propio Castrillo; por qué no pensar que Miquel, Berrade y compañía también pueden llegar a ser ciclistas de clase y categoría mundial. El signo de su campaña, no obstante, estará muy marcado por la decisión de Unipublic a la hora de otorgarle o no una invitación para regresar a la gran ronda española. La probable ampliación del pelotón en un equipo más puede jugar en su favor.
Consciente de que 2025 es un año clave, Pau Miquel ha levantado el pie tres semanas completas en pretemporada y renunciado al ciclocross, su ocio invernal, para enfocarse en la carretera. Una enfermedad mermó su preparación en enero, pero ya mostró buenas piernas en el Gran Premio Castellón - Ruta de la Cerámica (24º, en el pelotón que perseguía al ganador António Morgado). Este mismo domingo en Marsella tendrá una primera ocasión realista de lograr el objetivo que se ha marcado esta campaña: conseguir una victoria para estrenar su palmarés como profesional.
¿Qué balance trazas de la temporada pasada?
Me ha servido para reafirmarme en que puedo cumplir con lo que me proponga. Soy suficientemente realista como para no marcarme objetivos desorbitados. En 2024 quería dar un paso adelante y ser constante durante toda la temporada, y lo fui tanto en rendimiento como en resultados.
¿Qué te contó La Vuelta sobre tu evolución deportiva?
Es que La Vuelta fue muy buena. [ríe] Bueno, refrendó que tengo el nivel necesario para competir de tú a tú con los mejores del mundo; que, estando al 100%, cuidado, bien entrenado, puedo estar ahí. Me da mucha confianza. Ahora creo que tengo que dar otro paso más, que ya es ganar carreras. Es a lo que aspiro, y tengo muchas ganas de ello.
En La Vuelta, estuviste presente en las escapadas y también en las llegadas masivas. ¿A qué ciclista te pareces más? ¿Al velocista o al batallador?
Es complicado… En el deporte en general, cada uno necesitamos de nuestro tiempo para evolucionar y definirnos. Yo siempre he confiado muchísimo en eso. A día de hoy, no te sabría decir qué tipo de ciclista soy. No le hago ascos a ningún terreno: todos me gustan, en todos he sido capaz de disputar o dar la cara. No me encasillaría en un perfil. No te diría que seré un sprinter, pero tampoco te diré que seré un escalador: simplemente hay objetivos que me propongo, y que hasta ahora he ido cumpliendo. Ahora viene el paso importante que es demostrar dónde puedo ganar. Ver hacia dónde irá mi perfil de corredor es cuestión de tiempo. Por gustar, las clásicas son el tipo de carreras que más me llaman… y en algunas también hay puertos.
¿Cuánto mides y pesas?
Mido 1,80 y en pretemporada estoy en 65 kilos, si bien en pleno pico de forma durante La Vuelta pesaba 62 kilos.
Con 62 kilos es muy difícil producir el pico de potencia necesario para competir con un sprinter puro de 80.
Sí. Mi fuerte no es el pico de vatios. En las llegadas, mi punto fuerte es que suelo tener el mismo rendimiento con fatiga que al principio del esfuerzo. Por eso mis sprints ideales son picando para arriba, en un sprint largo, que se haga duro… Porque claro: a la que entramos en inercias, en coger velocidad y mantenerla, el peso no juega a mi favor en un sprint llano. Esprintando cuesta arriba ya he visto que puedo hacerlo bien, y creo que es como conseguiré mi primera victoria. La llegada del Gran Premio Apertura de Marsella (domingo 2 de febrero), por ejemplo, es relativamente plana, en una recta larga de dos kilómetros… Pero se llega con bastante fatiga. Me encantaría ganar allí.
A nivel de calendario, ¿cuál es el planteamiento para este año?
Seguiremos en la misma dinámica de años precedentes. Por el tipo de corredor que soy, puedo conseguir bastantes puntos. El equipo intenta adaptar mi calendario a eso, y me programa bastantes clásicas porque dado cómo funciona el sistema de puntos es lo más rentable. También participaré en la Itzulia, una vuelta donde tengo oportunidades de ganar una etapa por cómo es de rompepiernas y ratoneras. Más adelante, esperamos que la Vuelta a España nos invite y vuelva a ser un objetivo de este año.
Hablando de La Vuelta, ¿qué factores explican la gran actuación del Kern Pharma el año pasado, con tres victorias de etapa?
Preparación y confianza. No hay más. Yo explicaría todo lo que pasó con estas dos palabras. Este deporte es muy duro y muy complejo; hay muchísimas variables… y en cada carrera sólo gana uno. En nuestro caso, creo que se juntó un poco todo. Tuvimos la determinación de que todos los corredores llegamos a esa carrera en el mejor estado de forma de nuestra vidas gracias a una preparación que duró meses e igual otros equipos no habían tenido, porque un Ineos prepara tres grandes vueltas al año y para nosotros en Kern Pharma el objetivo principal del año era la Vuelta a España. Esa determinación, esa confianza en que estábamos en nuestro mejor momento, el saber que era nuestra gran oportunidad, se sumaron para que consiguiéramos estos resultados.
¿Cuánto debilita al equipo la baja de Pablo Castrillo?
Bueno, yo no diría que debilita al equipo. Todos los corredores aportan algo al equipo en el tiempo en el que están. Pablo Castrillo, aparte de darnos dos etapas inolvidables en la Vuelta a España, ha aportado todo lo que es él como persona y como ciclista. Es un corredor con muchísimo nivel, ya lo hemos visto, pero no creo que haya dejado un vacío. Más bien, ha dejado un espacio para que otro corredor tenga esa posibilidad de conseguir cosas grandes, como ha hecho él. Más que debilitar al equipo, ha aportado lo que tenía que aportar y ahora su camino va en otra dirección, mientras el nuestro sigue por otra.
Esa frase de «no ha dejado un vacío sino un espacio» tiene mucho sentido.
Te dejo publicarla tú. [ríe] Es una frase que explica bien la situación, creo yo.
¿Qué candidatos hay para rellenar ese espacio que ha dejado Pablo Castrillo en el Equipo Kern Pharma?
En lo más inmediato, Urko Berrade. Ya vimos la Vuelta a España que hizo: un corredor que allí pudo coger la confianza y comprobó que puede estar disputando contra los mejores del mundo, que no debe tener miedo a nadie cuando está a su mejor nivel. Urko es el corredor que está más preparado para ocupar ese lugar de Pablo. Entre los nuevos ciclistas, en las concentraciones hemos visto que Mats Wenzel tiene un nivel muy alto y puede aportar mucho al equipo. Además, es un perfil parecido al de Pablo Castrillo: escalador, con ese gen ganador.
Estamos a 15 de octubre de 2025. ¿Qué deberías haber conseguido para que ésta que ahora empieza acabe siendo una buena temporada para ti?
Suena obvio, pero ganar. El paso que me toca dar ahora es ganar. Al principio del año, a mitad o al final, pero ganar. Los primeros años en profesionales estuve trabajando, aprendiendo el oficio. En el segundo y el tercer año ya empecé a dar pasos para poder disputar carreras. En el cuarto me he demostrado que puedo ganar carreras. Aún no lo he hecho, pero he estado muchas veces cerca y he visto cómo se puede ganar una carrera. Ahora estoy preparado ya para dar ese siguiente paso. Si gano, a final de año podré decir que estoy contento con la temporada.