El ciclismo español y el momento en el que pudo romperse todo: "Debíamos más de tres millones de euros"
El presidente de la Federación Española de Ciclismo, José Luis López Cerrón, visita Relevo antes de decir adiós a sus 12 años de mandato.
Llega puntual, aparca y toma el ascensor hasta la redacción principal de Relevo. Saluda, camina hasta la sala de grabación y allí, entre chascarrillos sobre el ciclismo actual, José Luis López Cerrón se despoja de su forro polar. A sus 68 años, el pucelano sabe que le queda poco al frente de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC). El 30 de noviembre, y salvo sorpresa mayúscula, las urnas elegirán a José Vicioso como nuevo presidente, hasta ahora mandamás de la madrileña y vicepresidente de Cerrón en la nacional. Mucho ha llovido, en cualquier caso, desde aquella recta final de 2012, cuando Cerrón inició su mandato.
¿Qué se encontró al llegar?
Pues una federación en quiebra. A los empleados se les debía dos meses, se debía a Hacienda y se debía a la Seguridad Social. Hicimos una auditoría y nos encontramos con tres millones y medio de deudas, así que te puedes imaginar, fue un momento muy complicado. Fui al Consejo Superior de Deportes [CSD], les conté cómo estaba la situación y bueno, hablamos del 2013, una época en la que ni los bancos se fiaban del Gobierno prácticamente, así que nadie te dejaba dinero. Con lo cual, tuvo que ser el CSD el que nos hizo un préstamo de 600.000 euros y a partir de ahí firmamos un plan de viabilidad.
¿En qué consistía?
Bueno, negociamos con todos los acreedores, les dijimos que les íbamos a ir pagando poco a poco, incluso que nos hicieran quitas, y llegamos a un acuerdo: teníamos que dar 250.000 euros de superávit cada año. A partir de ahí, de ese año 2013, todo fue evolucionando hasta que conseguimos salir de ese plan de viabilidad. Ahora por lo menos podemos decir que la federación está económicamente bien.
¿Qué fue lo más difícil?
Diría que despedir a gente. Es algo que no le gusta hacer a nadie, pero la realidad es que no podíamos mantener a toda la federación y tuve que sentarme y despedir a ocho o diez personas. Fue lo más duro con diferencia de todo el proceso.
La cosa pintaba mal.
Mira, recuerdo que la primera vez que fui a un Campeonato de España, que fue el de ciclocross, en enero, fue para decirles a los corredores que no podríamos ir al Campeonato del Mundo porque no teníamos dinero. Así de claro. Luego, en febrero, teníamos los Campeonatos del Mundo de pista y los chicos se tuvieron que pagar el viaje o buscar sus propios patrocinadores porque no teníamos dinero.
"Lo más difícil fue tener que despedir a ocho o diez personas según llegué"
Presidente de la RFEC¿Cómo se sobrevivía?
Bueno, para empezar a ir con las Selecciones, viajaba el seleccionador, un mecánico, un masajista y los corredores imprescindibles. Luego, los hoteles... De aquella manera. Fue una situación, sobre todo los dos primeros años, muy dura. No solo para mí, sino para toda la gente que trabajaba en la federación y para los propios ciclistas y personal del cuerpo técnico. Parecía un bache insuperable. Era todo muy precario.
Y ahora que se va, ¿qué deja?
Pues una federación saneada económicamente, pero no solo eso, hemos hecho una federación completamente diferente a la que había, una federación que tiene un departamento de marketing, un departamento de prensa, cuatro programadores; hemos cambiado todo el sistema de trabajo. Creo que, globalmente, está en un gran momento.
Sabía que se iba, de todas formas.
Sí, había fecha de caducidad porque nosotros, en los estatutos, tenemos un máximo de tres legislaturas, con lo cual, son 12 años de tope, que son los que he cumplido ya. Sí es verdad que varias personas me han dicho de cambiar los estatutos para poder continuar, pero tengo ya una edad, llevo desde los 14 años en el mundo de la bicicleta y creo que 12 años están bien.
Fíjese, hay a quien le parecen demasiados.
Yo te puedo decir que cuando entré, mi intención era estar dos legislaturas, no más. Claro, la primera fue empezar a poner la federación bien. Bueno, los dos primeros. Y la verdad es que costó. Piensa que no salimos del plan de viabilidad hasta el séptimo año de entrar en la federación. Llegó un momento de pensar si seguir una legislatura más [la tercera] o no, y bueno, todos los presidentes autonómicos me animaron a ello, la federación ya estaba estabilizada y me animé.
"Si dices que el balance [deportivo] de Momparler no es muy positivo, pues sí, es cierto"
Presidente de la RFEC¿Tenía sensación de haber conseguido el objetivo?
Eso es, la satisfacción más bien. Eso sí, que todo hay que decirlo, en parte gracias a los proyectos que se han hecho a través del CSD. Pero sí que sentía la satisfacción de haberlo conseguido. También a nivel deportivo, donde hemos conseguido un nivel de concentraciones, de viajes al extranjero o de competiciones muy superior al anterior. También que desde juniors y sub-23 haya ahora mismo ese futuro, esa base que está empujando.
Vamos a lo deportivo. El seleccionador nacional, Pascual Momparler, es seleccionador, organizador de eventos y prácticamente relaciones públicas al mismo tiempo. ¿Es esta multifunción lo ideal?
Bueno, yo creo que son cosas diferentes. Yo en su día confié totalmente en Pascual Momparler para sustituir a Javier Mínguez como seleccionador y él tenía su empresa, en la que, como bien dices, hacía un poco de relaciones públicas. Ahora bien, Pascual no tiene un trabajo al 100%, es decir, no tiene una obligación como tal. Él tuvo en su momento la sub-23 y demostró que tenía la capacidad. Es muy buen gestor en pruebas importantes. Le gusta el ciclismo, es feliz haciendo lo que hace y tiene buena relación con todo el mundo, con los directores de los equipos, los corredores y también con vosotros, los medios. Para mí ha sido un gran apoyo, sobre todo en los momentos duros, pero él sabe que yo termino ahora y lo que venga en el futuro... No lo sé.
Desde que Momparler asume el cargo en 2018, el balance es de 22 campeonatos y un solo bronce.
Mira, el ciclismo, aunque va por equipos, no deja de ser un deporte individual, y tener en el Campeonato del Mundo a un corredor como Valverde o Freire es una satisfacción enorme, pero también una suerte. Cuando no tienes ese corredor, una carrera de un día no deja de ser una lotería. Ahora ha ganado Pogacar, pero ha habido muchos corredores muy buenos que no han podido estar ahí. Entonces, si dices que el balance no es muy positivo, pues sí, es verdad, pero es que ir a una carrera de un día sin ese rematador es difícil. Puedes tener buen equipo, pero si te falta el rematador... Si el que mete las canastas no las mete, es complicado.
¿Se ha criticado de más a Momparler entonces?
No lo sé. Lo que sé es que el seleccionador tiene que estar atento a todo: a los corredores, a los directores, a los equipos... Muchas veces se le critica al seleccionador porque no lleva a un corredor o a otro, pero es que el seleccionador es quien ha hablado con ese corredor en cuestión. Muchas veces es así, son los corredores los que llaman y dicen, mira, sé que tienes pensado llevarme, pero es que yo no quiero ir. No porque no quiera ir con la Selección, sino porque he acabado la Vuelta a España muerto o porque voy a terminar así la temporada. Eso es de agradecer a los corredores, porque ir con la Selección a un Mundial de 270 kilómetros para hacer cien... Pues tampoco lo veo.
"Si el que tiene que meter las canastas no las mete, es complicado"
Presidente de la RFEC¿Qué supone el Movistar Team para la RFEC?
A ver, el tener un equipo WorldTour en España, es decir, en la máxima categoría, es una satisfacción para nosotros. Además, en los últimos años ha sacado también el equipo femenino, que ha sido otro gran avance para el ciclismo. Es muy importante que el equipo Movistar esté ahí. Creo que ha sido el gran estandarte que hemos tenido en nuestro país.
En este mundillo se escucha mucho eso de que el Movistar influye mucho en la federación.
Pues mira, te digo la verdad, no ha influido para nada. Primero porque la relación que tenemos nosotros con Movistar no es con el equipo, sino con la empresa. Son patrocinadores de la federación, son patrocinadores del proyecto Women in Bike, y tenemos más relación con la gente de marketing de Movistar, de Telefónica como tal, que con gente del equipo ciclista.
Y La Vuelta, ¿en qué punto está?
Yo creo que La Vuelta ha ganado al Giro muchos años. Cambiar de fechas fue un acierto y yo creo que ahora mismo, y sobre todo desde que está Javier Guillén al frente, que implementó ese cambio en la manera de diseñar las etapas, La Vuelta está ahí, un peldañito por encima del Giro. Es cierto que el Giro puede ser superior algún año por la gente que va, pero estamos viendo una Vuelta muy bonita año tras año y creo que, en líneas generales, sí está por encima.
Hablábamos antes de años al mando: Javier Guillén dirige La Vuelta desde 2008, hace ya 16 temporadas.
Bueno, yo te puedo decir que con Javier Guillén siempre ha habido una relación fantástica, ya no solo a nivel federación, sino a nivel personal. Javier Guillén me ayudó mucho cuando peor estábamos, nos ofreció infraestructuras para los Campeonatos de España... Siempre ha representado un apoyo muy importante para nosotros. Estoy encantado de haber coincidido con él todos estos años.
"A Vicioso solo le daría un consejo: que sepa siempre cuánto dinero tiene"
Presidente de la RFEC¿Pero no son demasiados 16 años?
Bueno, yo creo que no. Al final, los mandatos están ahí. Incluso en la última Ley del Deporte se estuvo hablando y hubo polémica porque claro, hay muchos presidentes que dicen, si los políticos no tienen establecido un límite de mandatos, ¿por qué nosotros sí? Yo creo que cada persona tiene que saber cuando le llega el momento de irse.
Todo apunta a que su sucesor va a ser José Vicioso, que aseguró en Relevo que conocía «las debilidades de la federación» actual.
Pues me parece bien porque si el presidente que fuese a entrar en la federación fuese ajeno a la misma, quizá me podría preocupar más. Cuando viene una persona que conoce la federación, que ha estado en la federación, y que conoce a todo el mundo, pues encantado de que haya encontrado las debilidades y que las corrija. Para mí eso es una satisfacción. Es una persona de confianza para mí, así que le deseo lo mejor. Solo me gustaría darle un consejo: que sepa en todo momento el dinero que tiene y el dinero que va a tener a final de año. No siempre es fácil, pero con eso estoy convencido de que le irá bien.